LAS SUBLEVACIONES
DE JACA Y CUATRO VIENTOS,
EN EL DIARIO ABC
Números del 13 al 24 de diciembre al 1930
Seleccionadas y transcritas por Javier Martínez
SÁBADO 13 DE DICIEMBRE DE 193
[Pág. 17]
EN JACA, PARTE DE LA GUARNICIÓN Y ELEMENTOS EXTRAÑOS A ELLA INICIAN UN MOVIMIENTO REBELDE
Notas oficiales. El acuerdo de implantar la previa censura de Prensa. Referencia del Gobierno. Concentración de fuerzas para marchar contra los rebeldes. Localizado el criminal intento, existe absoluta tranquilidad en el resto de España. El castigo de los culpables será inexorable.
[Editorial]
Ni contra la Dictadura hubiéramos aprobado nosotros la acción revolucionaria. Teníamos y tenemos fe en la causa del derecho, que al fin triunfa siempre de todas sus crisis y prevalece sobre todos los obstáculos. Sabíamos que aquel régimen, excediéndose en su cometido transitorio; falto ya de títulos y de razón, sin el apoyo y sin el consentimiento del país, tenía que caer, como cayó. Con todo su poder, no pudo evitar que lo arruinaran la crítica y el descontento de la opinión. Una cuestión de plazo, dijimos muchas veces, no merecía el precio que costara precipitar el desenlace con el desorden y la discordia. Pero, después de todo, la nación estuvo sojuzgada seis años, excluida del derecho, privada de sus libertades, humillada en su dignidad, nos hubiéramos explicado entonces la impaciencia y el arrojo de los oprimidos. La Dictadura cayó sin tener que reñir ninguna batalla: se le opusieron dos débiles tentativas, que dominó fácilmente. ¿Por dónde andaban en aquellos días los revolucionarios de ahora? Enfrente de la Dictadura, desde luego, aunque no todos; y todos en su casa, esperando cómodamente su hora. Su hora era la caída de aquel régimen, la desaparición del peligro, la restauración de la legalidad, que suprime riesgos y facilita preparaciones desleales. Ahora, cubriéndose en la conspiración con el pérfido empleo de la libertad, salen los despechos y las pasiones que ahogó la cobardíaen los momentos más propios de la lucha.
Lo que no se hizo para derribar la Dictadura,para restablecer la legalidad, para devolverle a la nación su derecho y su régimen, ¿para qué se hace? ¿Para traer la República, para reorganizar el Estado, para cambiar la Constitución? Todas estas aspiraciones tienen camino en la legalidad, que gana en amplitud y eficacia todo todo lo que se le preste en respeto y lealtad. Comprenderíamos también que prescindiesen de los procedimientos legales los que pudieran hacer una revolución; pero no es una revolución lo que pretenden los revolucionarios, ni sueñan con su posibilidad, ni se engañan sobre sus medios, sino que van a sabiendas al desorden estéril, al escándalo, a la obstrucción de la política normalizadora, a vejar el crédito exterior de España, a hundir la moneda y los valores públicos, a sembrar la inquietud, a estimular los instintos de rebeldía, a producir el mayor malestar posible… Sencillamente, a vengar su impotencia, castigando con la privación de la paz al país que los repudie. Es lo menos innoble que se puede apreciar en disturbios como el de ayer. Infructuosos para la causa que invocan, suelen no serlo tanto para otros fines que en estas algaradas vergonzosas hallan servicio consciente o inconsciente.
Tenía declarado el Gobierno y en su nota de la madrugada reitera el propósito de proceder con rigor inexorable al castigo de la sedición. Muy necesario es, absolutamente necesaria, la ejemplaridad que debe corregir de una vez el estado de cosas que inquieta al país, el ambiente de provocación y de audacia en el que se agitan unos cuantos conspiradores aventureros. La flaqueza del Poder sería estrago mucho más grave que el de la sublevación, dominada desde el primer momento.
Las notas oficiales del gobierno
A las dos y media de esta madrugada el subsecretario de Gobernación, Sr. Martínez Acacio, entregó a los periodistas la siguiente nota:
“Desea el Gobierno que el país tenga información exacta de los sucesos relacionados con la sedición de un grupo de militares y paisanos en Jaca: pero al propio tiempo quiere evitar que noticias exageradas produzcan alarma ante la opinión que agraven el daño producido a la tranquilidad y créditos públicos por la descabellada intentona de los sublevados.
A estos propósitos responden conjuntamente esta noticia oficial y el acuerdo de implantar la previa censura para toda noticia referente al movimiento, a cualquier desorden público de todo género, a huelgas de carácter sindicalista, y ello con relación a Prensa, telegramas, telefonemas, radio y conferencias.
La referencia que de los sucesos tiene el Gobierno es que en la mañana del día de ayer parte de la guarnición fronteriza de Jaca, unida a elementos extraños, adoptó una actitud de franca rebeldía. La negativa que para secundarla opusieron los jefes militares de mayor graduación, las autoridades, la Guardia civil y los Carabineros originó una colisión, que obligó al alcalde, con los carabineros y guardias civiles, a replegarse al cuartel de éstos. Los sublevados requisaron los automóviles y camiones que hallaron a mano, y por la tarde emprendieron por carretera , en los automóviles de que disponían, su marcha hacia Huesca, habiéndoles cerrado el paso en el camino fuerzas de la Guardia civil y carabineros concentradas en el desfiladero de Ayerbe.
La interrupción de comunicaciones no ha sido completa, a pesar de los esfuerzos de los sediciosos. Aunque con las naturales dificultades, el Gobierno fue informado por diferentes conductos, adoptándose inmediatamente las disposiciones convenientes, disponiendo la concentración de fuerzas por el Sur y Oeste, sobre Jaca y Huesca, para marchar contra los rebeldes.
El Gobierno tiene la satisfacción de declarar que, localizafdo el criminal intento, en ninguna otra provincia ni en capital ni pueblo alguno de España se ha alterado el orden público, existiendo absoluta tranquilidad den ellas. Confía en la serenidad de la opinión pública, a la cual desea mediante esta veraz información prevenir de alarmantes exageraciones, requiriendo a todos los ciudadanos a depositar su confianza en el Gobierno, que atento ahora como siempre a sus deberes, serán inexorable en el castigo de los culpables.”
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En Gobernación facilitaron, a las cinco menos cuarto de la madrugada esta nota:
“A última hora de la madrugada el Gobierno ha adquirido noticias directas de Jaca, comunicadas por personas que han entrado en la plaza, y ellas permiten conocer la verdadera índole de los sucesos, de menor gravedad de la que le asignaban las primeras noticias recibidas, harto incompletas por la dificultad de comunicaciones con aquella plaza.
Parte de la guarnición continúa resistiendo, y la limitación del movimiento da la seguridad de que dentro de muy pocas horas habrá terminado por completo el desdichado suceso.”
La información en Barcelona
Barcelona, 12, 12 noche. La Policía se ha personado esta tarde en las imprentas de los diarios, haciendo suspender el tiraje, que en aquellas horas se estaba verificando, y comprobaron los ejemplares que ya estaban confeccionados.
A La Nau, La Veu de Catalunya y La Noche se les permitió la salida y a los vendedores se les autorizó para vender los ejemplares, después de recoger palabra de honor del regente de la imprenta de que no se haría otra edición sin avisar a la Jefatura de la Policía.