Bibliografía
De la vastísima bibliografía sobre Abelardo, ofrecemos a continuación sólo una selección de los títulos que tienen atinencia directa con la obra presentada.
Fuentes
Opera omnia, ed. J. P. Migne, en Patrologia Latina, vol. 178, París, 1885.
Theologia Summi Boni, ed. H. Ostendler, Beiträge zur Geschichte der Philosophie des Mittelalters, 25, Münster, 1935.
Commentarium in Epistula Pauli ad Romanos, Apologia contra Bernardum, Theologia christiana, Theologia scholarium, ed. E. M. Buytaert, en Corpus Christianorum, vols. 11 y 12, Turnhout, 1970.
Sic et non, ed. Boyer-McKeon, Chicago-London, 1976.
Ethica, trad. e introd. E. Luscombe, Oxford, 1971.
Dialogus, ed. R. Thomas, Stuttgart, 1970.
Traducciones
Del Dialogus tres versiones de particular interés son las de:
Fumagalli Beonio Brocchieri, Mt.-Trovò, C., Dialogo tra un filosofo, un giudeo e un cristiano (con Introducción y texto latino), Milano, Rizzoli, 1992.
Payer, P. J., A Dialogue of a Philosopher with a Jew and a Christian, Toronto, 1979.
Sanjuán, A. - Pujadas, M., Pedro Abelardo, Diálogo entre un filósofo, un judío y un cristiano, Zaragoza, Yalde, 1988.
Bibliografía secundaria
AAVV, Abélard et son temps, Actes du Coiloque 14-19 mai 1979, Paris, Les Belles Lettres, 1981.
AAVV, Le ‘Dialogue’. La philosophie de la logique, Actes du Coiloque de Neuchâtel, Secr. de l’Université, Neuchâtel, 1981.
AAVV, Peter Abelard, Proceeding of the International Conference, Louvain, 1972, ed. E. M. Buytaert, Leuven-The Hague, 1974, esp. Kurdzialek, M., “Beurteilung der Philosophie im ‘Dialogus’”, pp. 85-98 y Thomas, R., “Die meditative Dialektik im ‘Dialogus inter Philosophunt, ludaeum et Christianum’ ”, pp. 99-115.
AAVV, Petrus Abälardus. Person, Werk und Wirkung, ed. R. Tilomas, Trèves, 1980, esp. De Gandillac, M., “Notes préparatoires à un débat sur le ‘Dialogus’”, pp. 243-246.
AAVV, Pierre Abélard-Pierre le Vénérable, Actes du Colloque du Cluny, Paris, 1975, esp. Graboïs, A., “Une chapitre de tolérance intellectuelle dans la société occidentale au XIIe siècle: le ‘Dialogus’ de Pierre Abélard et le ‘Kuzari’ d’Yehudah Halevi”, pp. 641-654.
Bacigalupo, L. E., Intención y conciencia en la ética de Abelardo, Lima, 1992.
Blumenkranz, B., Les auteurs chrétiens latins du Moyen Âge sur les Juifs et le Judaïsme, Paris-The Haghe, 1963.
Buytaert, E. M., “The Anonimous Capitula Haeresum Petri Abaelardi”, en Antonianum, XLIII (1968) 419-460.
Crocco, A., “Le cinque regole ermeneutiche del Sic et Non”, en Rivista Critica di Storia della Filosofia, XXXIV (1979) 452-458.
Dahan, G., Les intellectuels chrétiens et les juifs au Moyen Age, París, 1990.
Davies, S., “The unity of virtues in Abelard’s ‘Dialogue’”, in Proceeding of the Patristic, Mediaeval and Renaissance Conference, Manuscritpta XXXII (1988) 64-89.
Fumagalli Beonio Brocchieri, Mt., Introduzione a Abelardo, Roma-Bari, 1988, esp. pp. 58-78.
Idem, “Sull unità dell’opera abelardiana”, en Rivista critica di storia della filosofia, XXXIV (1979) 429-438.
Graboïs, A., “The ‘Hebraica veritas’ and Jewish-Christian Intellectual Relations in the Twelfth Century, en Speculum 50 (1975) 613-634.
Jolivet, J., “Abélard et le philosophe (Occident et Islam au douzième siècle)”, en Revue de l’histoire des religions CLXIV (1963) 181-189.
Liebeschütz, H., “The significance of Judaism in Peter Abelard’s ‘Dialogue’”, en Journal of Jewish Studies XII (1961) 1-18.
Loeb, J., “La controverse religieuse entre les chrétiens et les juifs au Moyen Âge”, en Revue d’histoire des religions XVII (1888) 311-317.
Lohr, Ch., “Peter Abaelard un die Scholastische Exegese”, en Freiburger Zeitschrift fü r Pbilosophie und Theologie, XXVIII (1981) 95-132.
Lloyd, R., Peter Abaelard: an Ortodox Rebel, London, 1947.
Mews, C., “On Dating the Works of Peter Abelard”, en Archives d’Histoire Doctrinale et Littéraire du Moyen Âge LII (1985) 73-134.
Idem, “The Lists of Heresies Imputed to Peter Abelard”, en Revue Bénédictine, XCV (1985) 73-110.
Orlandi, G., “Per una nuova edizione del ‘Dialogus’ di Abelardo”, en Rivista critica di storia della filosofia XXXIV (1979) 474-494.
Santiago Otero, M. (ed), Diálogo filosófico-religioso entre Cristianismo, Judaísmo e Islamismo durante la Edad Media en la Península ibérica (Actes du Colloque international de S. L. de El Escorial, 1991, SIEPM), Brepols, 1994.
Tarabocchia Canavero, A., “La ratio nella spiegazione del racconto bíblico: Spiritus Dei fcrebatur super aquas”, en Rivista Critica di Storia della Filosofia, XXXIV (1979) 459-473.
Diálogo entre un filósofo,
un judío y un cristiano
Dialogus inter philosophum,
iudaeum et christianum
Estudio preliminar
“Errante y fugitivo, parece que arrastro
conmigo la maldición de Caín”.
Historia Calamitatum, XV.
El autor
Esta amarga lamentación de Pedro Abelardo cierra el relato de sus desventuras, infortunios que de algún modo suscitaban sus propias actitudes, emanadas de una índole y una personalidad nunca desmentidas. Sin embargo, quizás hayan sido precisamente esos reveses los que lo abrieron a una comprensión poco habitual del perseguido, virtud que no deja de tener una importante significación en el Diálogo hacia el que nos encaminamos. Si bien la dureza de los combates que hubo de enfrentar y aun las derrotas sufridas confirmaron en lugar de limar las asperezas de este espíritu rebelde, no es menos cierto que lo enriquecieron.
Hay hombres que, más allá de la extensión cronológica de sus vidas, parecen nacidos para alcanzar una cierta edad, una cierta etapa en la que sus respectivas existencias llegan al cénit que les compete, justamente por el temperamento que los anima. Del de Abelardo se diría que, no obstante la solidez de sus juicios, fue siempre el propio de un adolescente. Tal vez por eso mismo encarnó tan plenamente el espíritu de siglo XII, época que muchos conciben como la adolescencia de la Edad Media: un momento contradictorio, Crítico, caótico en muchos sentidos, dado ora a irrefrenables impulsos de renovación, ora a raptos de exaltación mística, animado por una creatividad bulliciosa, y siempre férvido, siempre rico en fermentos que habrían de decantarse en la ubérrima madurez estival del siglo XIII. Así pues, fue nuestro autor el hombre que requerían “i tempi" como dirá después Maquiavelo.
Pero no se está a la altura de los tiempos sin pagar por ello un precio que se vuelve tanto más alto cuando, desde una raíz muy profunda en ellos, se los supera. Precisamente en la Historia de mis desventuras Abelardo lo contabiliza con doliente prolijidad. Desandemos ahora el laberinto de pasos que condujeron a esos infortunios.
Nació en el pequeño pueblo de Le Pallet o Palais, una aldea actualmente en ruinas, al sudeste de Nantes, en los confines de Bretaña, que corresponde al antiguo Palatium, de donde sus posteriores sobrenombres de Petrus o Magister Palatinus, o aun Peripateticus Palatinus. Su padre, hombre de armas, cuidó especialmente la instrucción de sus hijos y, en particular, la de Abelardo, el primogénito, al punto de despertar en él una vocación tan profunda por la cultura que el joven renunció a la gloria militar, a la herencia y a los derechos de primogenitura en pro de aquélla: “abandoné —dice con orgullo— el campamento de Marte para postrarme a los pies de Minerva”. Pero si sus armas fueron las de Minerva, su vocación permaneció siempre marcial en la medida en que, nacido para el combate dialéctico, sólo vio adversarios en sus interlocutores. Y no sólo en aquellos sostenidos por el poder.