AGRADECIMIENTOS
Quiero agradecer, como siempre, a Elyse Cheney. Estoy agradecida de haber encontrado a una colaboradora tan maravillosa en Manjit Thapp. Este libro no existiría sin la brillante Caitlin McKenna. Está en cada detalle.
—JULIA PIERPONT
Gracias, mamá, por tu apoyo interminable, y Laura, por todas las veces que dibujamos en clase. También me gustaría agradecer a Caitlin McKenna por hacer de todo este proceso un sueño absoluto, y a Julia Pierpont por sus cautivadoras biografías. Disfruté mucho ilustrarlas.
—MANJIT THAPP
Y un gran agradecimiento a todos los que contribuyeron con nombres. Su pasión nos inspiró: Alex Henry, Alex Kondo, Alwa Cooper, Andra Miller, Angela McNally, Anna Pitoniak, Ashleigh Heaton, Ben Stark, Betsy Cowie, Brenden Beck, Caitlin Endyke, Caroline Calkins, Casey Selwyn, Cindy Spiegel, Claudia Roth Pierpont, Dain Goding, Daria Solomon, Dennis Ambrose, Emi Ikkanda, Erica González, Erika Hval, Grace Kallis, Hannelore McKenna, Jane Zimmer, Janet Glazier, Jean Carbain, Jen Garza, Jennifer Rice, Jennifer Rodríguez, Nina Rouhani, Jessica Henderson, Josh Brechner, Kaela Myers, Kaley Baron, Katie Okamoto, Kesley Tiffey, Lindsay Adkins, Loren Noveck, Lucy Silag, Maggie Yolen, Matt Burnett, Melanie DeNardo, Michael McKenna, Michelle Jasmine, Mika Kasuga, Molly Turpin, Morgan McKenna, Porscha Burke, Robbin Schiff, Robert Pierpont, Sabine Zimmer, Sarah Beth, Sarah Locke, Sharanya Durvasula, Shauna Summers, Sheila Lawton, Steve Messina, Susan Corcoran, Susan Kamil, Ted Allen, Toby Ernst, Tricia Narwani, Victory Matsui y Vincent La Scala.
Julia Pierpont es la autora del bestseller del The New York Times, Among the Ten Thousand Things, ganador del Prix Fitzgerald en Francia. Se graduó en Barnard College y en el programa de la maestría de bellas artes de la New York University. Sus escritos han aparecido en The Guardian, The New Yorker, The New York Times Book Review y Guernica. Vive y enseña en Nueva York.
Manjit Thapp es una ilustradora del Reino Unido. Se graduó con una licenciatura en artes en ilustración, en el Camberwell College of Arts en 2016. Sus ilustraciones combinan medios tradicionales y digitales, y su trabajo ha sido publicado en Instagram, Dazed, Vogue India y la revista Wonderland.
ARTEMISIA GENTILESCHI
SANTA PROTECTORA DE LAS ARTISTAS
NACIDA EN 1593 EN ITALIA
Día festivo: 1 de enero
El juez les ordenó usar empulgueras para asegurarse de que la víctima dijera la verdad. Se presentaron exámenes ginecológicos ante el tribunal a fin de confirmar que, tal como ella había expuesto, le habían quitado la virginidad. El juicio continuó durante ocho meses y, en ese período, Artemisia jamás vaciló en su testimonio: Agostino Tassi, el pintor que el padre de la joven había contratado para que fuera su tutor, había abusado sexualmente de ella. Al final, Tassi, que ya tenía otras acusaciones previas por violación, recibió una condena de un año que nunca le hicieron cumplir; a Artemisia la casaron por arreglo de manera rápida y tranquila, y la enviaron a Florencia, donde comenzó la verdadera obra de su vida. No sabía leer ni escribir, pero sí pintar. Y efectivamente pintó: mujeres poderosas, mujeres que buscaban venganza. Su obra más famosa, Judit decapitando a Holofernes, representa la historia de Judit, la viuda del Antiguo Testamento que decapita al general Holofernes de una manera muy violenta. Pero Artemisia usó su propio rostro para el personaje de Judit y, para el rostro de Holofernes, el de Agostino Tassi. Gracias a esta obra hoy se recuerda a Tassi como el hombre que debía ser su tutor pero que, en cambio, se convirtió en su sometido.
MICHELLE OBAMA
SANTA PROTECTORA DE LAS MUJERES
NACIDA EN 1964 EN ESTADOS UNIDOS
Día festivo: 17 de enero
Nunca tendremos una democracia si no tenemos familias democráticas y una sociedad que prescinda de las categorías inventadas de raza y género. Michelle Obama quizá haya cambiado la historia de la manera más poderosa que existe: a través del ejemplo.
—GLORIA STEINEM
Michelle asistió a una escuela de enfoque especializado que quedaba a una hora y media de su casa, fue parte del cuadro de honor de cada año y se graduó con el segundo mejor promedio. Aún recuerda al consejero de la universidad, que le dijo: «No estoy seguro de que Princeton sea para ti». Le advirtieron que apuntaba más alto de lo que podía, que las escuelas a las que aplicaba eran «demasiado» para ella. «Luego logré llegar; miré a mi alrededor y pensé: “Soy tan inteligente como todas estas personas”», recuerda. Al parecer, era más inteligente. Se graduó con honores y después asistió a la Escuela de Derecho de Harvard. Cuando conoció a quien sería su esposo, en el estudio jurídico donde ambos trabajaban, ella era su mentora; veinte años más tarde, él juraría como presidente. «Toda primera dama tiene el derecho de definir su rol», ha señalado la señora Obama. «No existe ninguna autoridad legislativa; a una no la votó nadie. Y ese es un hermoso regalo de libertad». Michelle Obama utilizó su libertad para apoyar a las familias de militares, combatir la obesidad infantil (una temática que, a pesar de que las tasas se habían triplicado durante los veinte años previos a la presidencia de su esposo, sabía que «sería despreciada como una especie de toque de sacrificio en el béisbol»), y mejorar la educación de todo Estados Unidos, en particular de las niñas más carenciadas. «Los niños nos están observando —ha señalado—. Son influenciados por las personas que admiran, y eso nos hace querer vivir bien, hacer el bien y ser justos. Cada día. Así, jamás decepcionaremos a esos niños y ellos tendrán a qué aferrarse; así, sabrán que, como digo todo el tiempo, yo puedo hacerlo. Tú puedes hacerlo».
KANNO SUGAKO
SANTA PROTECTORA DE LAS RADICALES
NACIDA EN 1881 EN JAPÓN
Día festivo: 24 de enero
¡Arriba, mujeres! ¡Despiértense! Así como en la lucha de los trabajadores que se organizan en contra de los capitalistas para quebrar el sistema de clases, no alcanzaremos fácilmente la libertad y la igualdad con los hombres que exigimos solo porque así lo deseemos; no las alcanzaremos a menos que nos hagamos escuchar y se derrame sangre.
—KANNO SUGAKO
Primero, usó sus propias palabras. Kanno Sugako —«Suga» para los amigos—, hija de un minero y nacida en Osaka, dirigió el periódico local luego de que fuera arrestado el editor anterior. «Las mujeres en Japón viven en situación de esclavitud», escribió. «Siempre se nos ha considerado una forma de propiedad material». Cuando el gobierno intentó cerrar ese periódico, Suga fundó otros. En 1908, participó en un mitin socialista-anarquista y vio cómo encarcelaban a sus líderes. La protesta había sido pacífica; la policía golpeó a sus amigos. Fue entonces que Suga sintió la necesidad de «un acto de violencia que sacuda al país entero y haga temblar sus bases simbólicas». Cuando, en 1910, se descubrió la conspiración para asesinar al emperador Meiji, se llevó a juicio a veintiséis anarquistas; Suga era la única mujer entre ellos. «Moriré sin lloriquear. Este es mi destino», dijo en la declaración final ante el tribunal. «Moriré como una de las víctimas sacrificiales. No me arrepiento de nada». En el diario íntimo que llevaba antes de su ejecución en la horca, queda claro que nunca perdió ese espíritu: «Si pudiese regresar como un fantasma, habría tantas personas a las que me gustaría aterrorizar, comenzando por el juez de la Cámara de Casación. Sería maravilloso atemorizarlos por completo y humillarlos».