La obra de Les Luthiers bajo la óptica del ludolingüismo: a lo largo de este libro desfilan acrósticos, trabalenguas, anagramas, y otros artificios de nuestro idioma, extraídos de los textos y canciones de sus espectáculos, incluye juegos y acertijos sobre cada caso, y entretenidas anécdotas y curiosidades del grupo.
Carlos Núñez Cortés
Los juegos de Mastropiero
Palíndromos, retruécanos y demás yerbas de Les Luthiers
ePub r1.0
Titivillus 04.09.15
Carlos Núñez Cortés, 2007
Ilustraciones: Leandro Devecchi
Diseño de cubierta: Horacio Gatto
Editor digital: Titivillus
ePub base r1.2
AGRADECIMIENTOS
A mis compañeros de Les Luthiers: Carlos López Puccio, Jorge Maronna, Marcos Mundstock y Daniel Rabinovich, de cuyas mentes prodigiosas y espíritus juguetones brotaron las maravillosas historias que se citan en este libro,
a Màrius Serra, que con su Verbalia me convirtió en “verbívoro”,
a Leandro Devecchi (Günther Frager), por sus encantadoras ilustraciones,
a Sebastián Padilla (Relayer), Carlitos Ravazzani (Tanguito) y Valeria Dorza (Clarita), por tantas horas compartidas en las bibliotecas,
a Vicente Rodríguez González (Patrick), con quien inicié esta aventura,
a Juan Miguel Vargas (King Ballompie), José Luis Pablos Tazo (Julio Reinoso), Hermán Dolder (el difunto perro de Helmut), Lalo Valero (Quetalpepetocatealgo), Pablo Londinsky (Dr. von Utter), Joaquín Conejo (Orejitas), Oswaldo Aquique (Wilferico), Daniel Samper Pizano, Roberto Fontanarrosa, Carlos Ulanovsky, Adrián Paenza, Lino Patalano y Sebastián Masana.
Y además,
a los creadores de páginas web, escritores, músicos, dibujantes, exégetas, colaboradores, periodistas, investigadores, poetas, seguidores fieles de la primera hora, fans numantinos, algunos más importantes o conspicuos que otros, pero todos hermanados por el amor y la admiración por Les Luthiers.
Los luthiers sueñan con una nueva obra
De izquierda a derecha: Carlos López Puccio, Carlos Núñez Cortés, Daniel Rabinovich, Jorge Maronna y Marcos Mundstock. Fotografía de Santiago Turienzo para la revista Gente, Buenos Aires, 28 de agosto de 1997.
CHARADA
Si tomamos el plural
de una famosa ciudad
nos queda cuarta-primera
panteón de la cristiandad.
San tres-dos era la iglesia
donde nuestro musiquillo
un Gloria controvertido
ejecutó ante el concilio.
Un tras-tres lo da cualquiera
pero es grave ante sotanas
el guardia suizo arrojó
a todo por la ventana.
Y aunque todo había compuesto
su Gloria con tanta unción
el cardenal sin tres-dad
decretó la excomunión.
PRÓLOGO
por Adrián Paenza
—Buenas tardes. Venía por el prólogo.
—Sí, es acá.
—Ah, bien. ¿Se lo dejo acá arriba?
—No, señor, necesito verlo antes.
—De acuerdo.
—¡Uy! ¿No le parece un poco largo?
—No, la verdad que no. Solo quería decir que me pareció un libro maravilloso.
—¿Maravilloso, dice? ¿por qué? ¿acaso lo maravilló?
—Bueno, es solo una manera de expresar que me gustó mucho.
—Sí, entiendo. Lo que pasa es que en este libro hay que tener mucho cuidado con el lenguaje. Si usted quiere decir que lo “maravilló”, tendrá que ser capaz de sostener su posición.
—Bueno, lo cambiaré entonces. Ponga que me pareció muy “ingenioso”.
—¿Ingenioso? ¿en qué sentido lo dice?
—Ingenioso porque cuenta la “historia de Les Luthiers” desde un lugar impensado.
—Perdone ¿impensado para quién?
—Para mí.
—¿Usted se considera un miembro de los “fíeles seguidores de Les Luthiers”?
—No, soy un silencioso y respetuoso admirador a la distancia.
—¿A qué distancia?
—Respetable. Vea, usted me está haciendo muchas preguntas. Yo vine simplemente a traer el prólogo en el que quiero enfatizar que me pareció un libro ingenioso, que recorre la historia íntima del grupo, y cuando digo “íntima”, me refiero a las “intimidades” que los distinguen de los demás. Les Luthiers son personas diferentes: escriben distinto, actúan distinto, componen y ejecutan distinto. Este libro recorre con mucha lucidez ese camino, tratando de encontrar la “esencia” de lo que hicieron. Y es ilustrativo, porque explica el “porqué” de cada cosa.
—Wow… ahora lo que me pareció “larga” fue la explicación. De todos modos, insisto, ¿no le parece que su texto es muy extenso para que sea considerado “un prólogo”?
—No, no me parece.
—Bueno, siga, ¿qué más?
—Mire, el libro contiene mucha “matemática”, aunque no se note.
—¿Matemática? ¿Y a usted le parece que eso gustará al lector potencial? Mire que a la matemática se la considera por lo general como un “piantavotos”.
—Sí, pero no se preocupe, actualmente ha mejorado su relación con la sociedad. En este libro la matemática aparece encubierta, sugerida, expuesta de muchas maneras. Lo que sucede aquí es que el autor ha buscado “patrones”, los describe, los explica, los ejemplifica, los expone mostrando la maravilla de quienes hicieron arte y ciencia todo el tiempo.
—¡Y dale otra vez con la palabra “maravilla”!
—Es que me maravilló, ¿qué quiere que le diga? Mire, permítame mencionar algunos ejemplos, solo algunas muestras que me conmovieron por lo inéditas. No existen libros (salvo los específicos) que incluyan con tanta fluidez y naturalidad los tópicos matemáticos que aparecen aquí:
a) | Perogrulladas (capítulo 7). Estadísticas: “De diez personas que ven televisión, cinco son la mitad”, que si bien es una broma, resulta muy ilustrativa. |
b) | Criptogramas (capítulo 14). Como aplicación de Encriptación y decodificación de criptogramas. |
c) | Palíndromos (capítulo 15). Teoría de Números: la belleza de la simetría, una de las delicias que los matemáticos buscan, como quien busca sirenas. |
d) | Dobles rimas (capítulo 18). Estudio de patrones de forma —que también es hacer matemática— en la construcción de rimas ambiguas y la ‘Media geométrica’ como solución para dilucidar colores de yeguas y/o viajes por el campo. |
e) | Palabras promiscuas (capítulo 20). Aritmética: ponderación de los cocientes entre el número de consonantes y vocales presentes en distintos apellidos. |
f) | Números y magnitudes (capítulo 22). Teoría de Juegos: números que aparecen en la historia de Les Luthiers y su distribución en un damero-problema. |
g) | Hipérboles (capítulo 25). Álgebra: las ecuaciones que concibió un joven estudiante, admirador de Fermat y de Mastropiero, para codificar las exageraciones del grupo y engañar así a un funcionario de SADAIC. |
h) | Regla de tres (capítulo 28). Más Aritmética: la regla de tres para calcular los muertos de una telenovela. |
i) | Laberintos para melómanos (capítulo 31). Como aplicación de la Lógica formal. |
j) |