Varios Autores - Ensamblando la nación

• P RESENTACIÓN

Quien quiera viajar, viaje. Visite Inglaterra, Hungría, Francia y España. Mi placer es vivir en mi país. […] Y eso es bastante para mí. Sin tener jamás que pagar a un hostalero […]. Sin tener jamás que hacer juramentos cuando los cielos se iluminan de rayos, iré saltando sobre los mares, más seguro a bordo de mis mapas que a bordo de barcos.

A RIOSTO , S ÁTIRA III

A LO LARGO DE NUES TRA VIDA , nuestra memoria espacial va confeccionado un mapa dispar, hecho de lugares, o de paisajes, cuyos espacios fueron dichas y disgustos para nosotros y que ahora representan la superficie accidentada de nuestros recuerdos por el mundo. Ensamblando la Nación: cartografía y política en la historia de Colombia es una relación geográfica del pasado territorial que habitamos, que nos invita a explorar la memoria espacial de un centenar de personajes y nos incita a problematizar la confección y el legado cartográfico del mapa que conocemos como Colombia.

Ensamblando la nación nace como una exposición en Bogotá, exhibida de agosto a diciembre de 2010 en la Biblioteca Luis Ángel Arango, bajo la curaduría de Mauricio Nieto Olarte, Santiago Muñoz Arbeláez y Sebastián Díaz Ángel. La exposición viajó a lo largo de un periodo prolongado por distintas locaciones de Colombia, intineró por los mismos caminos de los relatos de viajeros que documentó. Se constituyó como el primer esfuerzo editorial para hacer una relectura general de la historia cartográfica del país. Sin duda, fue un espacio provocador que cultivó en medio de geografías, mapas e instrumentos de mesura nuevos intereses por la historia y la ciencia. A dicha de muchos se consignó en un libro, un simpático catálogo de gran formato que se agotó rápidamente en su primera edición. Ahora celebramos la presente reedición.

El catálogo no fue sólo el resultado de una exposición; a mi parecer, es una breve y atractiva obra que continúa inspirando y narrando proyectos sobre la historia territorial del país, en donde el protagonismo cartográfico sigue asombrando. La obra nos invita a reflexionar sobre esas líneas aparentemente simples, neutrales y verdaderas que tantos encuentros y desencuentros generaron en la historia del país, las mismas líneas que inventaron a Colombia. A su vez, nos recuerda la «estrecha relación entre la historia de los mapas y la historia de la nación» presente en los primeros mapas del Nuevo Mundo y hasta su permanencia en las cartografías decimonónicas.

Esta reminiscencia cartográfica despierta pasión e interés por el patrimonio cartográfico, indaga con precisión las relaciones entre la ciencia, la cartografía y la nación; es un relato apasionante para cualquier expectante; en palabras de Abraham Ortelius, nos permite ver los mapas «delante [de nuestros ojos], como si presentes estuviésemos viendo las hazañas, o siquiera [visitado] los lugares donde fueron hechos». Asimismo, la riqueza del material gráfico nos acerca a los archivos, las bibliotecas y los museos que guardan parte de la memoria espacial de los colombianos. En palabras de Sebastián Díaz Ángel, estos documentos cartográficos «más que [objetos de] precisión, nos muestran una extensa red de trabajos, saberes y deseos de quienes los hicieron, evidenciando no solo su producción científica sino una búsqueda de identidad y poder político».

Esta exploración tan visualmente emocionante y tan intelectualmente atractiva, me llevó a conocer al daimón cartográfico de mi interior, que aún continúa susurrándome. Sus intrigantes relatos me llevaron a proyectar mi mirada sobre el mapa, es la confesión de un joven mapófilo.

A NTHONY P ICÓN R ODRÍGUEZ