Carmen Alborch Bataller (Castellón de Rugat, Valencia; 31 de octubre de 1947-Valencia, 24 de octubre de 2018)1 fue una escritora española, política y senadora socialista. Fue ministra de Cultura durante la V Legislatura, la última del gobierno de Felipe González.
Estudió Derecho en la Universidad de Valencia, se licenció en 1970 y se doctoró cum laude en 1973.
En dicha universidad, trabajó como profesora titular de Derecho mercantil y, más tarde, fue decana de la Facultad de Derecho. Durante toda su trayectoria pública fue una incansable luchadora por los derechos de las mujeres y la igualdad. Fue socia de honor de la Asociación Clásicas y Modernas, y de la Asociación de mujeres investigadoras y tecnólogas (AMIT).
Fue directora general de Cultura de la Generalidad Valenciana y directora del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM). En 1993 Felipe González la nombró ministra de Cultura, cargo que ocupó durante la V Legislatura a pesar de que entonces no militaba en el PSOE. En la VI, VII y VIII Legislatura, fue diputada del PSOE por la circunscripción electoral de Valencia.
Fue autora de numerosos artículos sobre cultura, política y feminismo, escribió varios libros sobre la temática y participó en numerosos foros sobre derechos de las mujeres, feminismo e igualdad. En su último libro, Los placeres de la edad, denunció el doble patrón para medir la edad que afecta a la mujer con especial severidad.
A las mujeres y hombres que se esfuerzan para que nuestras vidas sean más libres y más dignas.
A mi querida familia, y especialmente a Miguel y Rafa Alborch y Javier Frías, mis hermanos del alma.
A mis amigas y amigos, como siempre, y especialmente a Alfons López Tena y Vicente Todolí.
Carmen Alborch, 2006
Editor digital: Titivillus
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[1] Como dice Amelia Valcárcel: «Una vida sin libertad, sin esfuerzo, sin virtud y sin reflexión no es humana». Para el profesor Peces Barba «hay dos valores decisivos para las relaciones humanas pacíficas y las sociedades: el respeto y la lealtad […]. Ambas virtudes son condición y expresión de una vida digna, de una vida de personas libres».
[2] Thomas S. Ray actualmente es profesor de la Universidad de Oklahoma y su nombre se asocia comúnmente a los descubrimientos de la Monstera gigantea del Amazonas, cuyo insólito comportamiento estudió para su tesis doctoral, en la Universidad de Florida. Publicó sus hallazgos en Science, 19, págs. 804-806 (1975).
[3] Declaraciones en El País Semanal, 9 de febrero de 2003 (Francesc Relea).
[4] Susan George: «¿Globalización de los derechos?», en AA. VV. La globalización de los derechos humanos. Crítica, Barcelona, 2003; pág. 30. En «Ética, economía y pobreza», Folha de São Paulo, 13 de junio de 2001, Marina Silva se expresaba en idénticos términos.
[5]Regional Surveys of the World. South America, Central America and the Caribbean, 2001; (9th edition). Europa Publications, London, 2001; págs. 157 y ss.
[6]The Economist: Atlas Económico. Deusto, Bilbao, 1993.
[7] Palabras de Getulio Vargas en un discurso de 1940, en Manaos.
[8] Andrew Revkin: Chico Mendes: su lucha y su muerte por la defensa de la selva amazónica. Paidós, Barcelona, 1992; pág. 101. Otros datos sobre la historia económica de Brasil, en el citado Regional Surveys…, con un estudio de Edmund Amman, págs. 158 y ss.
[9] Ídem, pág. 147.
[10] José Sarey (1985-1990), Fernando Collor de Mello (1990-1992), Itamar Franco (1992-1995), Fernando Henrique Cardoso (1995-2003). En 2003 accedió a la Presidencia de Brasil el candidato del Partido de los Trabajadores, Luiz Inácio «Lula» da Silva.
[11] En el año 2000, el país contaba con 173 790 810 almas y se estimaba que, para 2005, habría casi doscientos millones de brasileños. Ese mismo año, el 14,7 por ciento de la población era analfabeta, lo cual significa que más de 27 millones de brasileños no sabían ni leer ni escribir, aunque el porcentaje de hombres y mujeres que jamás habían pisado una escuela ascendía al 18,7 por ciento. Solo un 5,5 por ciento había cursado estudios universitarios. En 1998, el 44 por ciento de los presupuestos de Brasil se dedicaba a pagar la deuda externa. Datos sobre Brasil, según la ONU, en Worldmark Encyclopedia of the Nations, United Nations, Gale, Farmington Hills, 2001.
[12] Felipe González, «Lula: el triunfo de la democracia», en El País, 29 de octubre de 2002; incluido en la recopilación Memorias del futuro, Aguilar, Madrid, 2003; págs. 336 y 337. Cfr. también «Esperando a Lula», en la misma colección de artículos.
[13]Chico Mendes…, pág. 221.
[14]El País Semanal, art. cit. También la cita inmediata.
[15] Ziporah Hildebrandt: Marina Silva. Defending Rainforest Communities in Brazil. The Feminist Press / City University of New York, 2001.
[16] Francisco de Orellana inició su descenso por el Amazonas en febrero de 1541 y llegó a la desembocadura del océano Atlántico en agosto de 1542. Veinte años después, Pedro de Ursúa salió con trescientos hombres desde Topesana, en la cordillera andina, y descendiendo por el río Marañón llegaron al Amazonas en octubre de 1560. El objetivo declarado de esta segunda expedición era encontrar El Dorado. Locos y desesperados, en medio de la selva, los soldados se mataron unos a otros. Lope de Aguirre asesinó al jefe de la expedición en enero de 1561 y seis meses más tarde llegó a la isla de Marajó, en la desembocadura del Amazonas. Poco después, él mismo fue asesinado por sus propios seguidores. B. J. Meggers: Amazonia, un paraíso ilusorio. Crítica, México, 1976. F. Vázquez: El Dorado. Alianza, Madrid, 1987. Juan G. Atienza: Leyendas históricas de España y América. Edaf, Madrid, 1999. Mariano Cuesta Domingo: La Amazonia, primeras exploraciones. Turner, Madrid, 1993; y también «Entre el paraíso y el infierno. Exploración del río Amazonas», de M. Cuesta Domingo en Historia. National Geographic, 2; págs. 82-92.
[17] Durante los primeros días de 2004 saltó a la prensa la noticia del secuestro de un religioso español. Los hacendados utilizan la violencia para expulsar a las comunidades indígenas y para arrasar la selva con distintos fines. «Los terratenientes se oponen a la creación de una reserva indígena en el Estado de Roraima», decía la noticia de