ELENA SÁNCHEZ DE MADARIAGA. Doctora en Historia y profesora en la Universidad Rey Juan Carlos, sus líneas de investigación son la historia social y cultural de Madrid, las cofradías, la ciudadanía, la historia de las mujeres y la historia de las transferencias culturales transatlánticas. Es autora de Cofradías y sociabilidad en el Madrid del Antiguo Régimen, Conceptos fundamentales de historia.
CONSUELO FLECHA GARCÍA. Catedrática de Historia de la Educación en la Universidad de Sevilla, desarrolla su tarea docente e investigadora en las disciplinas de Historia de la Educación Contemporánea y de Historia de la Educación de las Mujeres.
MARÍA DEL CARMEN AGULLÓ DÍAZ. Profesora titular de Teoría e Historia de la Educación de la Universitat de València, imparte docencia en Pedagogía y Magisterio. Su última publicación es Mestres valencianes republicanes (Universitat de València).
CARMEN MARÍA SÁNCHEZ MORILLAS. Licenciada en Filología Hispánica y Doctorada por la Universidad de Jaén. Actualmente, colabora en varias revistas como correctora y coordinadora, está trabajando en una novela sobre la historia de una maestra republicana.
CARMEN GARCÍA COLMENARES. Profesora de la Universidad de Valladolid y miembro de la Cátedra de Estudios de Género de la misma, entre sus publicaciones destacan: La represión del magisterio en Palencia. Los hilos de la memoria (2009) y Las primeras psicólogas españolas. Itinerarios vitales y profesionales (2011).
HERMINIO LAFOZ RABAZA. Catedrático de Instituto y doctor en Historia, es patrono de la Fundación Bernardo Aladrén, de UGT-Aragón, y responsable de sus publicaciones. Director de la revista XIX y Veinte. Revista de Historia y pensamiento contemporáneo, ha publicado la obra Magisterio y Socialismo. La FETE en Aragón durante la Segunda República (1931-1938) (2011).
SARA RAMOS ZAMORA. Profesora contratada doctora en el Departamento de Teoría e Historia de la Educación de la Facultad de Educación, es Autora de los libros Modelos educativos para la mujer en la cultura escolar de Castilla-La Mancha y Madrid (1936-1939) (2005) y La represión del magisterio: Castilla-La Mancha, 1936-1945 (2006).
OLEGARIO NEGRÍN FAJARDO. Catedrático de Teoría e Historia de la Educación en la Universidad Nacional de Educación a Distancia en Madrid, es autor, entre otros, del libro Memoria histórica y educación en Canarias. Depuración y represión del magisterio en la provincia de Las Palmas (2010).
CARMEN DE LA GUARDIA HERRERO. Profesora de Historia en la Universidad Autónoma de Madrid y miembro del colegio docente del Doctorado Internacional Storia delle donne e delle identità di genere de la Università degli studi di Napoli L’Orientale, entre sus publicaciones destacan: «Pseudonymes, silences et identitéd’écrivain. Histoire des femmes à travers leurs textes» (2011).
MARÍA DEL MAR DEL POZO ANDRÉS. Catedrática de Teoría e Historia de la Educación de la Universidad de Alcalá y directora del Departamento de Psicopedagogía y Educación Física, es secretaria de la Sociedad Española de Historia de la Educación y miembro del Comité Ejecutivo de la International Standing Conference for the History of Education.
Capítulo 1. La Segunda República, las mujeres y la educación (Consuelo Flecha García)
CAPÍTULO 1
LA SEGUNDA REPÚBLICA, LAS MUJERES
Y LA EDUCACIÓN
Consuelo Flecha García
Salvando la discontinuidad
Desvanecer la apariencia de discontinuidad en las trayectorias individuales y colectivas de las mujeres es una tarea reconfortante que bastantes escritoras han intentado a lo largo del tiempo, y a la que han contribuido, especialmente en el último tercio del siglo XX, numerosas investigadoras de diferentes áreas de conocimiento. Unas y otras han demostrado con fuentes muy diversas, con documentos que en muchos casos no han resistido el paso de los siglos —lo que nos priva de volver a consultarlos—, la realidad de unas presencias femeninas en el desempeño de funciones muy importantes para hacer viable la vida humana, y en el de roles menos habituales entre sus coetáneas por estar asignados a los hombres. Actuaciones que despertaban el reconocimiento de autoridad hacia ellas y, en consecuencia, redundaban en su capacidad de influencia en un entorno más o menos amplio.
Se trata de una memoria custodiada y fecunda que en ocasiones, como la que nos reúne en estas páginas, situamos en el primer plano de nuestra atención. Nos acercamos a ella en cada momento focalizándola dentro de contextos determinados, dándole el espacio que requiere, estando alerta a las fuentes que la desvelan y suscitando el interés por lo que nos transmite para hacer que lo obvio, pero escondido, pase a resultar evidente entre quienes no han tenido todavía suficientes oportunidades de conocerlo. Entrelazar toda la experiencia femenina acumulada en una genealogía que impida la resignación haría que no nos conformáramos con los relatos de la historia escritos y difundidos desde la pretensión de objetividad; que desveláramos trayectorias en las que se había ido creando, en palabras de la filósofa María Zambrano, «el abismo de la discontinuidad» (Zambrano, 1991: 217), la ruptura de las referencias no convenientes dentro del modelo de sociedad patriarcal.
La intención de este trabajo es subrayar una vez más el protagonismo femenino respecto de la época que aquí nos ocupa, la Segunda República en España, centrándonos en las múltiples iniciativas con que sus gobernantes estimularon la mejora de la educación; en las maestras, que fueron quienes llevaron a la práctica, en esos espacios públicos que ocupaban por derecho propio, las innovaciones propuestas; en el crecimiento de la presencia de alumnas en todos los niveles de la enseñanza.
Una historia de/con mujeres
Es, sin duda, una responsabilidad rastrear todos los vestigios de la memoria que encierran un especial significado, esos en los que cada nueva generación de mujeres jóvenes pueda encontrar e identificar al menos una parte de las raíces de sí mismas; de donde puedan alimentar ese empuje vital y esa medida acertada que ayudan a sostener los compromisos personales elegidos. Porque considerando a las mujeres de nuestro pasado no solo vindicamos su existencia inspiradora, sino también la dignidad, el respeto y la libertad de las mujeres en la actualidad.
Disponemos de un abundante fondo de contribuciones bibliográficas sobre la historia de la población femenina en las últimas décadas, de las que señalamos algunas (Cuesta, 2003; Morant, 2005; Gómez, 2007; Del Val, 2009), cuyo conocimiento está acabando, por fin, con un imaginario colectivo de identidades esencialistas y de roles naturalizados que se daba por supuesto que todas las mujeres habían reproducido uniformemente a lo largo de los siglos. Aportaciones que han legitimado la voluntad de ir tomando distancia de opiniones impuestas, de argumentos con apariencia científica, de pretensiones de objetividad de las verdades que se formulaban, de la creencia en conceptos universales y homogéneos cuando solo incluían lo masculino. Es este el camino más útil para poder construir unas secuencias históricas que hasta hace poco han guardado un clamoroso y prolongado silencio sobre la mitad de la población de cada época y de cada sociedad.
En relación con la Segunda República hemos de insistir y de valorar el compromiso político de sus primeros gobiernos con una muy extensa reforma social. Y, dentro del marco de objetivos formulados, destacar la implicación de tantas mujeres decididas a aprender y a enseñar, dentro y fuera de las aulas, en aquel periodo de esperanzas y de riesgos, de cambios en muchos de los aspectos de la dinámica escolar, de importantes logros en la finalidad de universalizar la escolarización, si bien aún insuficientes por el tiempo breve del que se dispuso y por la situación desfavorable de la que se había partido.