EPÍLOGO
Recapitulemos.
Todo lo visto hace que el feminismo en la actualidad repela a muchas mujeres hasta el punto de que, si no es por el blanqueo continuo, la decantación de los partidos de izquierdas por este movimiento ideológico, la creación de relatos falsos sobre la opresión de la mujer, su venta junto con un sabroso e incontable dinero público, su posibilidad de convertirse en el escape de las frustraciones…, hace tiempo que se hubiera ido por el desagüe de los sinsentidos.
Tras este paseo por el feminismo, sabrá más que la inmensa mayoría de las personas, mujeres sobre todo, que apoyan la ideología que ampara todo esto.
Si es de las personas a las que el feminismo había engañado, es posible que se sienta molesto. Y lleva razón en sentirse así, pero no equivoque el origen de su desagrado. No mate al mensajero, no me culpe por abrirle los ojos, porque ayudaría usted al feminismo. Dicen que es más fácil engañar a alguien que conseguir que admita que ha sido engañado, y eso sucede por tres razones: la honradez de conciencia y honestidad interna con uno mismo que supone asumir el engaño, pues no todos reconocen las equivocaciones; la implicación emotiva con unas ideas que se suponían nobles y son perversas; y la dureza de reconocer que se ha podido apoyar tal locura.
Quizá crea que no puede ser cierto, que no tiene trascendencia, que no han de ser muchos los que están imponiendo esta educación y esta agenda, que había cosas del feminismo que no le agradaban del todo pero que, en esencia, era algo bueno y justo.
Este libro le acaba de tender las dos pastillas: la roja y la azul.
Una vez realizado el recorrido, ya sabe el origen de la mayoría de los despropósitos que se van llevando a cabo desde los grupos feministas, que son recogidos en leyes, o permitidos, jaleados y amparados por el feminismo institucional. No son ideas, inspiraciones o locuras de un grupo de chicas desocupadas, de locas o de iluminadas. Son escalones para avanzar hacia esa sociedad feminista excluyente, opresiva, totalitaria, antinatural y llena de mentiras y ocultaciones, desde la historia a la biología, desde la psicología a la realidad. Una «sociedad bonoba» que, por sus contradicciones con nuestra línea evolutiva, ha de imponerse por la fuerza. Una sociedad abocada a la soledad, la vejez y la reducción poblacional.
En sus manos queda si sigue engrosando la lista de los que colaboran yendo a actos como el 8M, cuyos manifiestos y reivindicaciones les recomiendo leer para que quede claro que nada de lo que aquí se dice ha dejado de ser actual. En sus manos queda si va a seguir repitiendo datos falsos y defendiendo mentiras o va a empezar a luchar contra todo esto, a denunciarlo o, al menos, a no ampararlo. Porque, tenga presente que cualquier concesión a esas ideas, ese vocabulario, sus cifras, sus propuestas, su ideario, los supuestos de sus leyes, es apuntalar su triunfo.
En sus manos queda si va a dejar que en la escuela de sus hijos se imparta feminismo o si va a comenzar una lucha por sus hijos, su familia, sus valores, su mundo lleno de imperfecciones, pero mucho más humano que lo que nos proponen.
Si decide tomar la píldora roja, bienvenido al exterior de Matrix. Bienvenido al mundo real.
PRÓLOGO
Una píldora roja para formar un contra-saber
Agustín Laje
Lic. en Ciencia Política, Mgter. en Filosofía, escritor.
No pretendo aquí la detestada práctica del spoling, ni que se tome por tanto este prólogo como una forma de spoiler, pero permítaseme empezar por el final de este libro que aquí el lector, no obstante, empieza a leer: «Si decide tomar la píldora roja, bienvenido al exterior de Matrix. Bienvenido al mundo real». Así cierra Alicia Rubio su trabajo.
El libro que hoy me toca prologar se presenta, pues, como una píldora capaz de ofrecernos una alternativa: una alternativa a lo que estamos obligados a pensar o, mejor dicho, a repetir acríticamente; una alternativa a lo que se nos impone con la fuerza (y la virtual obligación) de la moda (y, también, de la coerción estatal); una alternativa al discurso hegemónico que disuelve astutamente su propia condición de discurso dominante en estrategias victimistas y lacrimógenas; una alternativa a la ignorancia vuelta a la fuerza, paulatinamente, nuevo-sentido-común de masas embrutecidas, desesperadas por subirse al tren de la corrección política.
Las alternativas son esenciales para la libertad. Quien no tiene alternativas, no puede elegir realmente; quien no elige, no sabe lo que es la libertad. Por eso, la píldora roja, tomada de Matrix —tomada, a su vez, de la alegoría de la caverna de Platón— no solo es un despertar al conocimiento de la realidad, sino también, y por consiguiente, un despertar a la posibilidad de ser más libres.
En tal sentido, el libro de Alicia representa un esfuerzo político. El conocimiento no se agota en sí mismo, sino que se articula con una voluntad de resistencia que hay que construir y alimentar. Foucault, a quien estas páginas critican en más de una ocasión y con buenas razones, tenía un punto interesante sin embargo cuando insistía en la vinculación íntima entre el poder y el saber. El poder, sostenía aquel, da lugar a saberes que a su vez refuerzan las pretensiones de aquel y aceitan sus mecanismos. El estado actual del saber (en todos los órdenes y niveles) se nos presenta totalmente atravesado por los intereses de la agenda feminista y de género, motivo suficiente para virar la cabeza hacia el polo del poder para denunciarlo, resistirlo, combatirlo. Pero para ello es necesario un contra-saber, que es lo que este libro quiere ofrecer, insisto, como esfuerzo político.
¿Cómo podríamos combatir eficazmente una agenda que desconocemos? ¿Cómo podríamos, siquiera, querer combatir aquello que ignoramos? No hay resistencia sin contra-saber; en consecuencia, hay que saber para resistir, y hay que saber para pretender la libertad. Pero esta última no viene dada gratuitamente, sino que hay que conquistarla, pues su efectividad es inseparable de la responsabilidad: el contra-saber duele, el contra-saber cuesta, el contra-saber requiere tiempo, el contra-saber frustra, el contra-saber a veces deja sabores amargos, y ese es el precio de la libertad: el precio de la «píldora roja». Un contra-saber políticamente incorrecto para combatir el disciplinamiento de las engañifas hegemónicas es duro de parir.
Alicia Rubio ayuda al lector, en este sentido, a hacerse de una inmensa cantidad de conocimiento en relativamente pocas páginas. Su pluma es esencial para ello; no en vano, ella es filóloga. Yo, que no tengo ese don llamado síntesis, no podría lograr un trabajo como este. Su primera virtud, pues, es la de contribuir a un contra-saber en un texto ágil, claro y que va sin muchos rodeos al punto. Así, el lector se desplazará desde críticas a las definiciones actuales y sumamente engañosas de lo que se supone que es el feminismo, a un repaso conciso de las principales teóricas feministas contemporáneas; desde un análisis de la institucionalización del feminismo como política estatal, a las presiones globalistas y los lobbies que procuran instalar la agenda de género en todas partes; desde una descripción crítica de las principales estrategias feministas y de género en tanto que estrategias totalitarias, hasta una denuncia de cómo se meten con la niñez, cómo la engañan, la sexualizan, la abusan, la politizan. En el medio, sobresale un repaso de las «feministas disidentes», que hoy representan una verdadera piedra en el zapato de las hegemónicas.
Alicia tiene la virtud de colocarse siempre, y en todo lugar, en la vereda opuesta del feminismo. Ella no es una «feminista disidente» sino una antifeminista declarada. En efecto, de ninguna manera hay que tomarla como una «feminista liberal», ese engendro anacrónico (reivindicar el feminismo liberal puede ser un ejercicio historiográfico mas no político) que algunos liberales han tratado de configurar porque les daba miedo oponerse de verdad al feminismo: Alicia reivindica con determinación la libertad, y por ello se opone al feminismo con realismo político, sin vacilaciones, sin concesiones, sin cobardías, pagando el precio que hay que pagar, y que ya ha pagado con la publicación de su anterior libro.