Feminismos
Consejo asesor:
Paloma Alcalá: Profesora de enseñanza media.
Montserrat Cabré: Universidad de Cantabria.
Cecilia Castaño: Universidad Complutense de Madrid.
Giulia Colaizzi: Universitat de València.
M.ª Ángeles Durán: CSIC.
Isabel Martínez Benlloch: Universitat de València.
Mary Nash: Universidad Central de Barcelona.
Verena Stolcke: Universidad Autónoma de Barcelona.
Amelia Valcárcel: UNED.
Instituto de la Mujer.
Dirección y coordinación: Isabel Morant Deusa: Universitat de València.
Elixabete Imaz (Rentería, 1969) es licenciada en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid (1992) y Doctora en Antropología Social por la UPV/EHU (2008). Profesora agregada de la UPV/EHU, impartiendo docencia en el Grado de Antropología Social, el Master de Estudios Feministas y de Género, Master de Antropología Social y Master de Igualdad entre Hombres y Mujeres de dicha universidad. Entre 2012 y 2014 ha sido responsable de la puesta en marcha del Master de Antropología Social de la UPV y directora del mismo hasta 2017. Sus ámbitos de investigación prioritarios son las relaciones de género y el parentesco desde la perspectiva de la antropología feminista, en especial las transformaciones en las representaciones, los modelos y el ejercicio de la maternidad, tema sobre el que publicó la monografía Convertirse en madre. Etnografía del tiempo de gestación.
Actualmente su tema de investigación es la evolución de las formas familiares y las nuevas parentalidades (especialmente la homoparentalidad), las representaciones del parentesco y la diversidad de las figuras parentales en el seno de las nuevas formas familiares. También ha trabajado en otras áreas relacionadas con cuestiones de género como por ejemplo jóvenes y desigualdad (Premio del III Certamen de Publicaciones de trabajos de investigación en materia de igualdad entre hombres y mujeres Emakunde/Gobierno Vasco 2016) o mujeres y cárcel, en especial la problemática de las mujeres gitanas encarceladas en España (miembro del Equipo Barañi). Ha realizado diversas estancias de investigación – University of Nevada (Reno), Université de Toulouse - Le Mirail, Universidad de Buenos Aires, Universidade Federal do Rio Grande do Sul (Porto Alegre), École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS-Paris), Universidade Federal de Santa Catarina (Florianopolis), University of California (Berkeley). UDELAR (Montevideo) - y cuenta además con contribuciones a jornadas y congresos de ámbito internacional en temas relativos a parentesco y familia, la antropología de la reproducción, género y cárcel, antropología feminista, mujeres gitanas y metodología cualitativa. Destacan entre sus artículos más recientes las publicaciones en revistas indexadas como Reproductive Biomedicine & Society Online; Ethnologie Française; Estudos Feministas, AIBR, Athenea Digital o Quaderns d’Antropologia . Es de destacar también la colaboración en publicaciones del ámbito de la Antropologia, siendo miembro del Comité Editorial de la Revista Ankulegi, y evaluadora habitual de numerosas revistas y editoriales, así como autora de reseñas, entrevistas y otros tipos de formatos distintos al artículo científico.
A Mikela Balerdi, madre y partera.
A su hija María.
A su nieta Modesta.
Y, sobre todo, a su bisnieta Maribel.
A todo lo que me han enseñado.
A todo lo que he aprendido de ellas.
Agradecimientos
Debo el haber escrito este libro a muchas personas, que me han apoyado de múltiples formas durante todo el periodo de elaboración. Pero quiero agradecer la forma final de este trabajo muy especialmente a tres personas. A Teresa del Valle que me orientó en las distintas etapas de la investigación. A Verena Stolcke que me animó a publicarlo en forma de libro. Y a Gabriel Gatti que me ayudó durante todo el proceso de redacción, especialmente en los últimos meses, tiempo difícil para mí, en el que el desánimo pudo por momentos hacerme desistir. A los tres, gracias.
Introducción.
¿Tiene sentido una etnografía sobre la experiencia de convertirse en madre?
Este libro habla de la maternidad, de las madres y, más específicamente, de las mujeres que están en el proceso de convertirse en madre. Es decir, trata de mujeres gestantes que van a tener su primer hijo o hija y que al hacerlo devienen ellas en madres. Son, pues, madres en gestación. La investigación surge de la curiosidad que me suscita el complejo proceso a la vez social, personal y, también, fisiológico que conlleva el tránsito a la maternidad, y de la convicción de que es posible y oportuno un análisis desde la antropología que desentrañe una transformación que por común y cotidiana, por normal en definitiva, parece no tener necesidad de más observación: una madre es una madre, todo el mundo tiene una y la mayoría de las mujeres lo son.
A pesar de que para algunos pueda parecer un objeto vano, la maternidad se me antojaba un campo extraño y desbordante de naturalización. Ser madre, más allá de un rol, una posición o una categoría, aparece como una figura plena de significados, contradictorios a veces, pero profundamente enraizados. La maternidad se define como una parte sustancial de ser mujer, una dimensión vital que a menudo emerge como aquella que domina y anula cualquier otra. Es además un campo en pleno proceso de cambio, en el que se lidian aspectos importantes para la igualdad entre los hombres y mujeres y un lugar preferente de la construcción de la subjetividad individual de muchas mujeres. En el contexto actual, en el que la fecundidad de las mujeres y el futuro de la familia se están planteando como problemas políticos —con tasas de natalidad que compiten entre las más bajas del mundo— y jurídicos —con la aceptación social de nuevas formas familiares y de convivencia y, también, el recurso a nuevas leyes y tecnologías reproductivas para lograrlas—, la maternidad se convierte en objeto de debate social en el que se sienten involucrados los más diversos sectores sociales.
Es evidente que la maternidad no tiene un sentido único, sino que encierra en sí diversas acepciones: se formula a veces como una latencia o un instinto en busca de realización en el fondo de las mujeres. En otras es reproducción, el proceso biológico de generar un ser humano. Es también una de las representaciones más fuertes de la cultura occidental, más aún en el caso de la tradición católica donde la figura de María, virgen y madre, ha tenido un protagonismo absoluto en la definición de lo femenino normativo (Warner, 1991). Pero también es una posición social, un rol que, en ocasiones, ha adquirido dimensiones políticas en diferentes contextos históricos. Y, cómo no, es la asunción de un protagonismo fundamental en la formación de nuevos seres humanos; es socialización, crianza y cuidado.
Hablar de maternidad es, en consecuencia, penetrar en una maraña de símbolos y modelos de feminidad que trasciende el ámbito de lo procreativo y es usada como metáfora recurrente. Es también litigar con fuertes estereotipos de género que se apoyan en supuestas evidencias de lo biológico —la atribución genérica de capacidad gestante— como referente último de la construcción del concepto mujer. Todo lo relacionado con la maternidad contiene una densa carga emocional, todos y todas tenemos algún tipo de experiencia respecto a ella y, por ello, nos sentimos concernidos por ella. Los estudios de género desde la antropología, la historia social y la sociología han desentrañado el ideal de madre o, lo que es lo mismo, la ideología de la maternidad, como un constructo arraigado, resistente y fundamental de nuestra cultura.