• Quejarse

Manuel Delgado - Ciudadanismo

Aquí puedes leer online Manuel Delgado - Ciudadanismo texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2020, Editor: Los Libros de La Catarata, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

No cover
  • Libro:
    Ciudadanismo
  • Autor:
  • Editor:
    Los Libros de La Catarata
  • Genre:
  • Año:
    2020
  • Índice:
    4 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 80
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

Ciudadanismo: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Ciudadanismo" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Manuel Delgado: otros libros del autor


¿Quién escribió Ciudadanismo? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Ciudadanismo — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Ciudadanismo " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
Manuel Delgado Profesor de Antropología Social en la Universit - photo 1

Manuel Delgado

Profesor de Antropología Social en la Universitat de Barcelona, donde dirige el Grup de Recerca sobre Exclusió i Control Socials (GRECS), y forma parte también del Observatori d’Antropologia del Conflicte Urbà (OACU). Ha trabajado especialmente sobre los códigos culturales que organizan los usos de los lugares públicos y, en general, sobre las consecuencias sociales de las dinámicas de transformación urbana. Sobre estas cuestiones ha publicado los libros Ciudad líquida, ciudad interrumpida (1999), El animal público (Premio Anagrama de Ensayo, 1999), Disoluciones urbanas (2002), Elogi del vianant (2005), Sociedades movedizas (2007), La ciudad mentirosa (2008) y El espacio público como ideología ( 2011).

Manuel Delgado

Ciudadanismo

la reforma ética y estética del capitalismo


DISEÑO DE CUBIERTA PABLO NANCLARES Manuel Delgado 2016 Los libros de - photo 2

DISEÑO DE CUBIERTA: PABLO NANCLARES

© Manuel Delgado, 2016

© Los libros de la Catarata, 2016

Fuencarral, 70

28004 Madrid

Tel. 91 532 20 77

Fax. 91 532 43 34

www.catarata.org

Ciudadanismo.

la reforma ética y estética del capitalismo

ISBN: 978-84-9097-212-0

E-ISBN: 978-84-9097-793-4

DEPÓSITO LEGAL: M-32.234-2016

IBIC: JPF/JPW

este libro ha sido editado para ser distribuido. La intención de los editores es que sea utilizado lo más ampliamente posible, que sean adquiridos originales para permitir la edición de otros nuevos y que, de reproducir partes, se haga constar el título y la autoría.

Para Luca

Introducción

¿Qué es el ciudadanismo?

El ciudada nismo es una corriente teórica más bien difusa que promueve nuevas formas de gestión y participación políticas en las que se realicen los principios democráticos universales en que se dice sustentar el sistema liberal, pero que, se sostiene, aparecen adulterados por su usurpación interesada por parte de un capitalismo despiadado, al que se cree viable atemperar de la mano de su reforma moral. Por supuesto que el ciudadanismo plantea reivindicaciones sociales destinadas a mejorar la vida de las personas, pero su asunto principal es el de la consecución y el reconocimiento de un nuevo tipo de ciudadanía que alcance el horizonte ilustrado y del reformismo burgués del siglo XIX de una sociedad de seres libres, debidamente imbuidos de virtudes cívicas, compuesta por librepensadores cultos, a los que iguala su competencia para actuar como seres responsables que acuerdan definir y organizar cooperativamente los términos de su convivencia. El ciudadanismo vendría a ser una especie de democraticismo radical o fundamentalismo democrático, cuyo sentido aparece bien sintetizado en la consigna “democracia real, ya”.

Los programas económicos ciudadanistas suelen ser meramente socialdemócratas —y más demócratas que socialistas— y se limitan a procurar restaurar en lo posible lo que fuera el Estado de bienestar, invistiendo de una dosis de sensibilidad social al sistema de libre mercado y aspirando no tanto a superar el orden capitalista como a participar de él. El ciudadanismo no censura el capitalismo, sino su versión neoliberal más despiadada y la actividad perversa de una minoría desalmada de poderosos —“la casta”— contra la que la inmensa mayoría debe sublevarse. Esta moderación por lo que hace al orden capitalista, al que solo le reprochan sus excesos y su falta de escrúpulos, es del todo compatible con una cierta vehemencia retórica, muy en la línea de la vieja tradición de los partidos radical-republicanos o incluso imitando el estilo de los populismos herederos del modelo peronista.

Del ideario ciudadanista destaca la puesta en valor del sujeto-ciudadano, es decir de la encarnación del individuo abstracto como receptor de derechos y responsabilidades naturales, que limitan cualquier autoridad externa a él a la hora de consensuar compromisos entre personas particulares que se asocian voluntariamente en pos de objetivos comunes, siempre orientados por valores morales asumidos desde la conciencia soberana de cada cual. El ciudadanismo eleva al individuo a su máximo nivel de eficacia simbólica como personaje conceptual, puesto que reconoce en él la imagen de un ser humano desnudo, sin atributos, desafiliado, solo cúmulo de potencialidades de acción y desarrollo. Redime al individuo de sus inclinaciones individualistas a base de reactivar en él la vocación emancipadora con que nació de la mano del proyecto civilizatorio moderno, devolviéndole su dignidad original como instrumento de liberación de los constreñimientos de la tradición y de cualquier servidumbre u obediencia no consentidas.

El ciudadanismo es una corriente subjetivista, sin duda, en tanto considera que el sujeto es la única fuente legítima de verdad ética, pero afirma vindicar una subjetividad de orden no egoísta, sino solidaria, abierta a la ayuda mutua con otras subjetividades conscientes tanto de su irreductibilidad como de su mutua dependencia, responsables de sus capacidad para determinar la historia por encima e incluso contra las instituciones que dicen representarlas. El subjetivismo ciudadanista asume la dignidad radical que el liberalismo reconoció en el individuo y lo eleva al rango de verdadero movimiento social.

Definir al ciudadanismo como ideología sería inexacto, puesto que sintetiza elementos teóricos dispersos y hasta contradictorios, a la manera de la New Age religiosa, con la que comparte no pocos rasgos. Su precedente sería la manera como el izquierdismo contracultural de los años sesenta redujo el marxismo a una m era crítica de la alienación, puso el énfasis en la inmoralidad del capitalismo, denunció como renegada a la izquierda histórica y a la clase obrera y llamó a una revolución que debía priorizar una renovación interior de los individuos, de tal manera que empezó a hablar de “coherencia”, “integridad”, “compromiso” personales y de la toma de conciencia política como revelación psicológica del yo inmanente. Con todo, su expresión actual aparecería a finales de los años noventa, coincidiendo con los grandes movimientos antiglobalización y se basa ría en un precipitado en el que cabrían todo tipo de recetarios filosóficos post : postmarxismo, postestructuralismo, postsartrismo, postcolonialismo, postfeminismo, teoría postoperaria…, un mejunje del que resulta un producto variopinto, lo suficientemente atractivo como para poder nutrir el mercado editorial de todo tipo de best sellers provistos por las grandes estrellas del pensamiento alternativo oficial: Noam Chomsky, Antonio Negri, Chantal Mouffe, Naomi Klein, Jacques Rancière, Ernesto Laclau, Judith Butler, etc.

En cualquier caso, el secreto del éxito del ciudadanismo está siendo su habilidad para manejar un dialecto lleno de nociones oscuras o usadas oscuramente y que pueden significar cualquier cosa —empoderamiento, hegemonía, poder constituyente, el común, subjetividades, multitud, perfomatividad, pueblo…— y hacerlo para disfrazar la ambigüedad de sus planteamientos sociales reales, al tiempo que promociona proclamaciones multiuso y aptas para todos los públicos. De hecho, los intelectuales, activistas y políticos ciudadanistas encuentran en los medios de comunicación de masas y en la superficialidad de las redes sociales un espacio ideal en el que desplegar su debilidad por formar parte de la sociedad del espectáculo, aportándole un ingrediente aceptable de acidez radical.

El ciudadanismo irrumpe con fuerza como recurso teórico, y en una última etapa como programa político, en un momento crítico del capitalismo avanzado en que la mayoría de la población en las sociedades urbano-industriales la constituye una débil clase media —esa extensa franja de asalariados que no se consideran a sí mismos proletarios y que han llegado a gozar de un cierto confort—, castigada por el desempleo y la precarización, que lo que teme y contra lo que lucha no es la explotación que movilizara a la clase obrera, sino la exclusión, puesto que todo el mundo se encuentra permanentemente en riesgo de sobrar. Para ese sector social las vindicaciones laborales clásicas no tienen sentido, porque ya no tiene trabajo o lo puede perder en cualquier momento. Por ello le preocupa ante todo ver mermados sus derechos, puesto que son los derechos que formalmente le concede el sistema político liberal lo único que puede garantizarle un mínimo de integración, aunque sea en esa falsa ecúmene que es la sociedad civil burguesa, en la que precisamente ser reconocido como ciudadano permite habitar el espejismo de una generalidad ficticia de la que cada cual participa por igual al margen de las gravitaciones sociales de todo tipo de la que está hecha su vida real, un “más allá” neutral de la que la desigualdad y el conflicto se han desvanecido milagrosamente.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Ciudadanismo»

Mira libros similares a Ciudadanismo. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «Ciudadanismo»

Discusión, reseñas del libro Ciudadanismo y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.