PRESENTACIÓN
Hace 116 años nació en Santiago de Chile Vicente Huidobro y, 61 que murió en el balneario chileno de Cartagena. Es el primer poeta vanguardista hispanoamericano, y una de las figuras más relevantes de toda la poesía contemporánea. No obstante, no queremos adentrarnos en la producción de la poesía de Huidobro ni en los otros géneros en los cuales expresó todo su talento también. Sí, en una de sus expresiones más políticas, aguerridas y comprometidas del poeta: los Manifiestos. Textos que dan cuenta de la mirada que paulatinamente adquiere Huidobro sobre la forma de entender y escribir poesía. Son una especie de inscripciones que ubica en su obra Huidobro con el propósito de encarar y confrontar a los otros poetas de las vanguardias históricas, ese periodo de entre guerras, tan fructífero que tuvo a París como el epicentro del arte y la poesía en particular. En los Manifiestos, se lee con claridad la decisión que tiene Huidobro de establecer las diferencias necesarias con otros movimientos de las vanguardistas como el surrealismo de Breton y el futurismo de Marinetti, pero también para demostrar que el creacionismo —movimiento creado por Huidobro— tenía un potencial significativamente mayor que los otros movimientos de vanguardias, sobre todo desde la perspectiva creadora.
Los Manifiestos, constituyen el lado combativo en cuanto a establecer al poeta como un «pequeño Dios», pues la sola condición de poeta le entrega atributos especiales que permiten construir un mundo paralelo, o aparte —diferenciado explícitamente del objetivo— y único porque es desarrollado por un poeta y tiene su exclusiva validez en el poema, por lo tanto el poeta aparece vinculado con la creación total de la cosas, es capaz de dar vida a una «naturaleza» inexistente fuera del poema.
Por lo mismo los Manifiestos se inscriben en esas rencillas propias de las vanguardias históricas. Todos los movimientos necesitaban establecer con ímpetu que el arte que realizan es la expresión que conlleva más ruptura con el pasado. Huidobro lo sabe y su Creacionismo instala a través de su poesía esa fuerte ruptura con lo ya realizado y la naturaleza es para Huidobro el símbolo de lo que está creado, por lo mismo que se esfuerza por distanciarse de ella para crear mundos nuevos inexistentes en el mundo objetivo. Los Manifiestos son esa articulación perfecta que permite validar y dar consistencia al proyecto político y poético de Vicente Huidobro.
Sobre esta edición de los Manifiestos
En un comienzo sentimos mucho interés en volver a editar los Manifiestos de Vicente Huidobro, sin embargo no nos habíamos dado cuenta de toda la importancia y trascendencia que podía ser volver a editarlos y sobre todo porque nunca se han publicado reunidos y en español. Hoy los ponemos en público y con el afán de que circulen por muchos lectores que aún no conocen en su magnitud la obra huidobriana. Esta edición que cuenta con el respaldo de la Fundación Vicente Huidobro, no sólo se ha preocupado de reeditar el libro con los 9 manifiestos publicados en francés el año 1925 por Huidobro, sino que incorpora prácticamente todo lo que el poeta nos quiso heredar en cuanto a su visión única y original que tuvo de la poesía, por lo mismo que un material de estas características tiene también mixturas textuales a raíz de la presencia de versos nunca antes leídos en la poesía universal y los guiños políticos propios de los textos manifestarios. Por lo mismo no existe una clasificación clara para este libro y eso lo hace más transversal, propósito que siempre nos ha llenado de placer sobretodo por la posibilidad concreta de llegar a más lectores.
Existe un trabajo desarrollado por el profesor Cedomil Goic aparecido el año 2003 y que sí incluye algunos de los manifiestos que hoy ponemos en esta edición, no obstante es una edición crítica y no todos están traducidos al español lo que restringe su conocimiento y difusión entre un público lector más masivo, en un contexto distinto y con la orientación de ampliar el vínculo de los Manifiestos de Huidobro con los lectores es que en esta edición, y con la colaboración de la profesora francesa Marie-Laure Sara además hemos traducido el texto «La littérature de la langue Conaculta y Fondo de Cultura Económica. Madrid, 2003. espagnole d‘ aujourd‘hui», texto que nos hace visualizar aún más la madurez que ha adquirido Huidobro en relación a la primera exposición sobre este recién creado movimiento artístico y poético, ocurrido en 1916 en el Ateneo de Buenos Aires. Por lo mismo en el texto «La literatura de la lengua española hoy», se observa como se distancia de las primeras impresiones que expuso sobre el creacionismo:
A pesar de que el creacionismo haya nacido después de una conferencia en julio de 1916 en el Ateneo Hispanoamericano de Buenos Aires, hoy ya no estoy de acuerdo con todos aquellos seguidores de dicha escuela porque la mayoría se volcaron en la mera fantasía
Antes en el mismo artículo Huidobro volvía a argumentar con el objeto de entregar una definición más precisa y madura sobre el creacionismo :
En cuanto al creacionismo, la verdad exterior a priori existente es menospreciable desde el punto de vista artístico. Éste busca solamente la verdad interior, esa a la que el creador da forma y vida y que sin él no existiría.
En consecuencia, esta edición sobre los Manifiestos del poeta Vicente Huidobro, es poner en escena gran parte del material manifestario que escribiera Huidobro para demostrar que la poesía es un arte superior y que el poeta es capaz de crear un mundo paralelo al de la naturaleza y por tanto poseer las mismas atribuciones de un Dios por el hecho de crear mundos distintos, exclusivos y validados en la poesía. No duda Huidobro en su poema «Arte poética» al decir: «Oh poetas no cantéis a la rosa / hacedla florecer en el poema». Y más abajo es categórico: «El poeta es un pequeño Dios».
Estas afirmaciones huidobrianas serían imposibles de comprenderlas sin el desarrollo de la escritura de los Manifiestos, son estos textos los que vienen a dar fundamentación y sustento poético a la obra de Huidobro.
Los Manifiestos están aquí y gracias a estos textos podemos navegar por los cuatro puntos cardinales: el norte y el sur y de este modo bucear para coger ese mundo creado por el poeta que alguna vez dijo: La poesía soy yo.