Los SSGN de la URSS
Historia y desarrollo de los submarinos lanzamisiles de la unión soviética
Alejandro A. Vilches Alarcón
Los SSGN de la URSS: Historia y desarrollo de los submarinos lanzamisiles de la unión soviética
Alejandro A. Vilches Alarcón
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A mi padre, Que todo me lo dio en esta vida
Índice
Los SSGN de la URSS
Historia y desarrollo de los submarinos lanzamisiles de la unión soviética
Introducción
La Guerra Fría es sinónimo de carrera armamentística. Del mayor esfuerzo hecho por la raza humana para destruirse por completo, pero así y todo, es el mayor avance tecnológico dado por el ser humano en tan corto espacio de tiempo. Las tecnologías nucleares, espaciales, aeronáuticas; todas fueron puestas al servicio de las dos superpotencias para su máximo avance en el campo militar y tecnológico, con el perenne manto de la guerra nuclear de fondo.
En este libro veremos como la Unión Soviética invento y desarrollo una nueva arma, convirtiéndose a nivel mundial en la mejor diseñadora y productora de Submarinos de Lanzamiento de Misiles de Crucero, inicialmente con el afán de destruir objetivos estratégicos en el territorio de sus oponentes, y posteriormente, y dejando esto como misión secundaria, en destruir a los grupos de tareas de portaaviones de la OTAN.
Como se dio tras la Segunda Guerra Mundial, el inicio de estos proyectos es caótico, multiplicándose los esfuerzos en simultáneas líneas al mismo tiempo, no buscando nunca la economización de recursos, sino la capacidad operativa en el menor tiempo posible. También los EEUU, y demás naciones Occidentales, desarrollarían el mismo tipo de armamento, pero ninguno en la cantidad y esfuerzos como se hizo en la URSS.
Una vez más, el Oso demostró que sabía nadar.
Antecedentes Históricos. La Segunda Guerra Mundial
Durante la Segunda Guerra Mundial, Alemania ofreció un terrible frente de batalla a las Flotas Aliadas en el Atlántico, pero no a través de una flota de superficie, como sus contrapartidas ofrecieron, sino a través del Dominio Negativo de este . Es decir, a través del uso masivo de submarinos de ataque contra el tráfico marítimo y naval que mantenía vivo el esfuerzo de guerra en Europa.
Durante años, la Kriegmarine fue perdiendo presencia en buques de superficie, nunca igualada a la Británica o Francesa, a favor de los más baratos y versátiles submarinos, y con un efecto demoledor sobre la distribución de unidades en sus enemigos. Alemania , por tanto, baso en los submarinos su esfuerzo bélico naval . Además era la única nación del momento con una incipiente capacidad misilistica, siendo la nación más avanzada del mundo en dichas tecnologías. Era cuestión de tiempo, y de que la presión de la guerra se sintiera con mayor fuerza sobre toda Alemania, que a sus mandos superiores o técnicos se les ocurriera la idea de unificar ambos conceptos.
Las instalaciones de Peenemünde, a orillas del Mar Báltico , pasaran a la historia como el lugar de nacimiento de la tecnología misilistica, que acabaría llevando al hombre al espacio. También allí se dieron los primeros pasos en el embarque de estos vectores de ataque en submarinos. Entre mayo y junio de 1942 el submarino U-511 participo en los primeros experimentos encaminados a lanzar ingenios desde estas plataformas.
La tecnología de misiles disponibles en aquel momento no pasaba de ser simples cohetes tácticos de artillería, exceptuando las investigaciones de las bombas V, pero que por tamaño y peso, eran absolutamente inviables como arma naval embarcada en submarinos . Por ello, las modificaciones que debían llevarse a cabo, eran mínimas. Se soldaron directamente a la cubierta seis raíles de lanzamientos de cohetes, sin ningún tipo de reforma estructural, que hiciera de esta prueba excesivamente compleja.
El Mando Técnico decidió que el lanzamiento debía llevarse a cabo en inmersión, lo cual era muy audaz dado que era la primera vez que se embarcaban dichas armas. No obstante, se dieron cuenta que era asequible a la tecnología disponible. Los motores de los cohetes se hicieron estancos, a base de cera y barniz, mientras para la orden de lanzamiento, se instalaron cables y conectores estancos al agua en los propios cohetes, y se instaló un interruptor de lanzamiento en el interior del submarino.
La prueba resulto ser un éxito. Con el sumergible a 7,5 metros de profundidad, y a mínimo avance, las salvas de seis cohetes eran lanzadas, sin perdida en la precisión o alcance de estos. Los cohetes tenían un peso de 125 kg y un alcance de 8.000 metros. En total, el U-511 totalizo 24 disparos de prueba en esta fase.
Tras estas, el jefe de las instalaciones de Peenemünde, Mayor General Walter Dornberger, propuso al Estado Mayor de la Kriegmarine el proporcionar un dossier técnico válido para habilitar a los U-booten con cohetes como arma embarcada, y proceder al ataque masivo de objetivos terrestres en la costa atlántica de los EE.UU. Sin embargo, la lucha de facciones en el seno de las fuerzas armadas alemanas durante la II Guerra Mundial, también se hizo notar aquí. El proyecto de cohetes pertenecía al Ejercito (Werhmacht), mientras que las plataformas eran de la Kriegmarine. Por dicho motivo, el Almirantazgo rechazo el plan, alegando que su impacto en el curso de la guerra no tendría apenas significado, equiparado con el coste y riesgo del proyecto . Amén de que a la Armada no le hubiera gustado tener a bordo a personal del Ejército, o que se perdieran los valiosos submarinos en estas misiones, desviándolos de hundir un tonelaje extremadamente necesario, para ahogar el esfuerzo de guerra de Inglaterra.
Por dicho motivo, al U-511 se le desmontaron los raíles instalados en cubierta y en julio de 1942 comenzaron sus patrullas de combate. Muriendo aquí el proyecto, pero no la idea.
El último esfuerzo germano por equipar a sus U-boat con cohetes, no pasaría de los tableros de dibujo, pero demuestra como la idea de embarcar cohetes se veía con muy buenos ojos entre el personal naval. La inclusión del sonar S-Gerat en los U-boat y la presión de los destructores sobre estos, comenzó a proporcionar la idea de crear un sistema de armas, que permitiera a un submarino en inmersión detectar al destructor perseguidor y atacarlo con cohetes, gracias a la detección del sonar. Las pruebas de sonar estaban dando muy buen resultado en los últimos meses de la guerra, pero la II Guerra Mundial termino mucho antes de que el sistema hubiera estado terminado de diseñar.
Por el lado de los Aliados, también durante la II Guerra Mundial se iniciaron los intentos de embarcar cohetes en submarinos. A diferencia de las iniciativas alemanas, en este caso la iniciativa fue llevada a cabo por un oficial de la US Navy en el frente del Pacifico. El Comandante Eugene B. Fluckey , al mando del submarino SS -220 Barb decidió la instalación a bordo de su submarino, de una batería de cohetes de 127mm del Ejercito, soldando a la cubierta directamente la base de dicha arma. Con este sistema tan rudimentario, los ataques utilizando dicha arma debían hacerse con el sumergible en superficie.
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