Para la mayor gloria de Dios.
La oficina del abogado cubanoamericano Joaquín Pérez, ubicada en Coral Gables, Miami, ha sido el escenario de decenas de negociaciones secretas que han adelantado con la justicia de Estados Unidos temidos y poderosos jefes paramilitares y capos del narcotráfico desde la década de los ochenta hasta nuestros días. Este libro revela la verdad detrás de esos procesos y acercamientos, protagonizados por Salvatore Mancuso, Carlos Castaño, ‘Jorge 40’, la esposa de ‘Megateo’, Víctor Patiño Fómeque y otro gran puñado de clientes que terminaron rindiéndoles cuentas a fiscales y jueces del “Tío Sam” o intentaron llegar a ellos. Todos tienen algo en común: su apoderado, el abogado de la mafia.
Con el rigor investigativo y la destreza narrativa que la caracterizan, Martha Elvira Soto Franco hila la historia de los secretos mejor guardados de la mafia colombiana, escondidos hasta ahora en archivos federales y en la memoria del abogado Joaquín Pérez. El abogado de la mafia revela la historia criminal de muchos de los delincuentes que terminaron entregando a agencias estadounidenses información clave sobre episodios de corrupción, narcotráfico y violencia que, en algunos casos, aún desconocen Colombia y su justicia. Aquella época en la que se afirmaba que era “mejor una tumba en Colombia que una cárcel en Estados Unidos” ya quedó atrás.
MARTHA SOTO
Martha Elvira Soto Franco es periodista, experta en la cobertura de temas relacionados con narcotráfico, paramilitarismo y corrupción estatal y privada. En 1994 ingresó a la Unidad Investigativa del diario El Tiempo, de la cual es su directora desde 1998. Es magíster en estudios políticos, analista de Citytv y El Tiempo Televisión, y de medios de comunicación en Estados Unidos. Ha sido conferencista de fundaciones como el Centro Carter y la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en temas de lavado de activos y cobertura del narcotráfico. Además, ha sido investigadora invitada del canal Al Jazeera, y ha participado en producciones para Netflix y NatGeo sobre narcotráfico. Ha ganado más de 20 premios, entre ellos el Global Shining Ligth 2015 y el CPB 2017 por su libro Velásquez, el retador del poder. Además, es autora de los libros La Viuda Negra (2013), Los caballos de la cocaína (2014), El renacimiento de Natalia Ponce de León y Los goles de la cocaína (2017). En 2018 publicó con Aguilar-Penguin Random House el libro Narcojet, cocaína para el mundo en aviones de lujo, que la hizo merecedora, en 2019, del Premio Círculo de Periodistas de Bogotá a mejor libro publicado.
Título: El abogado de la mafia
Primera edición: agosto de 2022
© 2022, Martha Soto
© 2022, de la presente edición en castellano para todo el mundo:
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ISBN 978-628-7539-00-6
Conversión a formato digital: Libresque
“M e dedico a defender a personas tildadas de criminales internacionales. Tengo más casos de extradición que ningún otro abogado y licencia para ejercer en cinco jurisdicciones: Massachusetts, Nueva York, Florida, Rhode Island y el Distrito de Columbia, donde está la Corte Suprema. Para atender clientes, he viajado a diferentes países, como España, Colombia, República Dominicana, Panamá, Venezuela y México. Y, a finales de 2020, en plena pandemia mundial, tomé un vuelo de catorce horas, desde Miami hasta Dubái, para asumir un nuevo proceso. Estuve allí en dos ocasiones.
”En mi lista de clientes han estado los más grandes narcotraficantes y paramilitares de Colombia, esposas de jefes guerrilleros, lavadores y hasta poderosos empresarios que quieren recuperar discretamente sus visas o chequear si están siendo investigados. Cuando apoderé al jefe paramilitar Carlos Castaño intentaron eliminarme. Tengo claro que los negocios con la mafia son serios, de lo contrario, se pagan con la vida.
”Pero la mayoría de los narcotraficantes tienen incluso cierta clase. El problema es cuando crecen y se deben proteger, acudiendo a ejércitos privados. Ahora, el negocio está en manos de los viejos guardaespaldas y sicarios, que son más sanguinarios. Pero hay que tener en cuenta que hay tres tipos de crímenes: los violentos, que van contra las personas; los que afectan la propiedad; y los transitorios. Y, realmente, el crimen que ellos cometen —traficar droga— está proscrito temporalmente por la sociedad, como la venta de alcohol y la de marihuana lo estuvieron en algún momento. En estados como California, Colorado y New Jersey, lo que era antes un delito —consumir hierba— ya no lo es.
”[…] Muchos narcos son como bebés. En la cárcel terminan dependiendo de ti: les tienes que llevar desde noticias de su caso hasta las fotos de su familia, que sufren tanto como ellos. Hay que saber entender la tragedia que viven […]. Por eso, me ocupo de tenerlos siempre bien informados, de darles apoyo y de mantenerlos al tanto de los casos. Algún día recibí una carta del pequeño hijo de un procesado preguntándome cuándo iba a volver a ver a su padre, cuándo iba a recobrar la libertad. Es muy fuerte […]. Creo que una de las razones por las que he tenido suerte en mi profesión es porque sé cómo hablarle a un cliente y respeto la confidencialidad. Además, conozco cómo funciona la justicia en Estados Unidos. No veo el mundo en blanco y negro sino con diferentes matices”.
J oaquín Pérez quería ser alcalde de Miami, ayudar a los pobres y salvar al mundo, pero terminó convertido en el abogado, confidente y redentor de sanguinarios narcotraficantes colombianos, como Víctor Patiño Fómeque y Leonidas Vargas; de oscuros personajes, como el esmeraldero Víctor Carranza; y de los más poderosos paramilitares, como el asesinado Carlos Castaño Gil.
También apoderó a otros dos “comandantes” de esa estructura criminal, que funcionó por años con el nombre de Autodefensas Unidas de Colombia (AUC): Salvatore Mancuso Gómez, ‘el Mono’, y Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’. A ambos, la justicia de Estados Unidos los dejó en libertad, a mediados de 2020. A pesar de los cientos de crímenes que cometieron, Pérez logró negociar y obtener sentencias moderadas.