Marcel Gervais - Travesia: Lección 38--Lo antiguo y lo nuevo

Por Marcel Gervais, arzobispo emérito de la diócesis de Ottawa, Canadá

Nihil Obstat: Michael T. Ryan, B.A., M.A., Ph.D.

Imprimatur: + John M. Sherlock, Obispo de Londres

Londres, 31 de marzo de 1980

Este contenido de este libro fue publicado por primera vez en 1977 como parte de la serie JOURNEY por Programas de Estudio Guiado en la Fe Católica y ahora está siendo republicado en Smashwords por Emaus Publications, 99 Fifth Avenue, Suite 103, Ottawa, ON, K1S 5P5, Canada. En Smashwords

Cubierta: "Aunque era Hijo. Aprendió la obediencia a través del sufrimiento y siendo hecho perfecto, se convirtió en la fuente de la salvación eterna para todos los que le obedecen". Heb 5: 8-9

COPYRIGHT © Programas de Estudio Guiado en la Fe Católica, una división del Centro Internacional de Educación Religiosa de la Palabra Divina 1977. La reproducción total o parcial está Prohibida.Lección 26

Traducción hecha por Frank A. Hegel, sfm y Julia Duarte Tapia

Salmo 110

El salmista canta de los honores grandes y el poder extraordinario que Dios obsequia al hombre que gobierna a Su Pueblo. Lo hace rey desde el momento de su concepción en el vientre de su madre. Lo equipa con lo necesario para luchar victoriosamente contra todas las fuerzas hostiles. La lucha será difícil. Tendrá que beber agua del torrente, es decir, ser abrumado de sufrimientos. Pero Dios lo sentará a su derecha y someterá todo. Sobre él Dios otorga el honor aún más grande que ser rey; lo hace sacerdote. Como Melquisedec (Gén 14, 7ss) es rey y sacerdote a la vez.

Así se esboza la figura de Jesús. Él es Rey y Sacerdote para siempre. Victorioso sobre todo mal, está sentado a la derecha de Dios Padre, donde, como nuestro Sumo Sacerdote Grande intercede por nosotros. A Él juramos nuestra lealtad. La vivimos por la fuerza de nuestra fe y la calidad de nuestras vidas.

Para algunos lectores este Salmo puede resultar difícil rezar debido a ciertas expresiones oscuras (debidas a su antigüedad) junto con algunas imagines de la violencia en los últimos versículos. Es mejor que se lea estas últimas líneas como si fuera una descripción poética de la victoria completa conseguida por Jesús, nuestro Rey y Sumo Sacerdote, sobre las fuerzas del mal.

Objetivo de esta leccion

Describir el sacerdocio de Cristo en la Carta a los Hebreos y como este sacerdocio afecta a la vida Cristiana. Describir el consejo práctico ofrecido por Santiago en el cual las acciones reaniman la fe.

Objetivo de esta seccion : Describir el sentido del sacerdocio de Cristo descrito en la Carta a los Hebreos y como una apreciación de este sacerdocio afecta a la vida Cristiana.

El capítulo siete de la Carta a los Hebreos subraya el rol importante de Melquisedec, rey de Salem (Gén 14), en ayudarnos a ver exactamente quien es Jesús, a pesar de que conozcamos prácticamente nada acerca de Melquisedec. En cierto sentido la Carta a los Hebreos es semejante a este monarca misterioso. Sabemos muy poco sobre cuando la carta fue escrita, dónde fue escrito, o quien la escribió. No obstante, es una oración maravillosa de nuestra fe en Jesús, quien “es el resplandor de la gloria de Dios y en él expresó Dios lo que es en sí mismo. Él es el que mantiene el universo por su palabra poderosa.” (Heb 1, 3)

El autor:

Esta carta, muchas veces atribuidas al apóstol Pablo, no viene de su mano. No se encuentra el nombre de Pablo en ningún sitio de la carta. Los manuscritos más antiguos tienen sólo el título “A Los Hebreos”. El estilo y las ideas en la carta tampoco son de Pablo. En resumidas cuentas, simplemente no sabemos quien la escribió. En el tercer siglo d.C. un hombre llamado Origen resumió la controversia sobre quien la escribió diciendo: “Referente a quien escribió la carta, en verdad, sólo Dios sabe”. Sea quien sea, el autor fue un erudito quien conoció bien la tradición Judaica de interpretación de las sagradas escrituras, un experto en idiomas, y un pastor preocupado por la gente a quien dirigió la carta. A veces se postula como autor de la carta un hombre llamado Apolo mencionado en los Hechos 18, 24-28 como “hombre muy conocedor de las Escrituras” y que “demostraba por las Escrituras (la Biblia del Antiguo Testamento) que Jesús es el Mesías. Pero esta también es pura adivinanza.

Los destinatarios de la carta:

“Hebreos”, así llamaban los judíos a sus antepasados que habían vivido en el desierto en espera y en busca de la Tierra Prometida. Y por eso se llamó la presente carta “A Los Hebreos” porque se dirige a una de las primeras comunidades cristianas de Palestina, formada por los judíos de raza que, por seguir a Cristo, habían sido perseguidos (Heb 10, 32-39) y castigados incluso con la confiscación de sus bienes. Ya no tenían nada en este mundo y debían animarse unos a otros con la certeza de que, al final de su exilio, encontrarían la verdadera Tierra donde llegó Cristo después de padecer. Es bueno saber, pues, que esta carta se dirige a personas conocedoras del Antiguo Testamento, puesto que la carta hace amplia referencia al Antiguo Testamento en su cuerpo. El afán del autor es animar a esa gente para que siga fiel a Cristo, su Sumo Sacerdote grande.

Cuando fue escrito :

San Clemente, en su Carta a los Corintios (escrito alrededor del año 95 d.C.) hace referencia a la Carta a Los Hebreos. Así la Carta a Los Hebreos tiene que haber sido escrita antes de esta fecha. De verdad, posiblemente fue escrita antes del año 70 d.C., año en el cual el Templo en Jerusalén fue destruido por los romanos. La carta a Los Hebreos está preocupada con el tema del desaparecimiento del sacrificio del Antiguo Testamento. Así, sí hubiera sido escrita después de la destrucción del Templo, seguramente habría hecho una referencia a ese desastre. Por no haberlo hecho suponemos que la fecha de la carta fue antes de la destrucción del Templo.

Mensaje básico de la carta:

Como hemos dicho anteriormente, esta carta se dirige a una de las primeras comunidades cristianas de Palestina, formada por los judíos de raza que, por seguir a Cristo, habían sido perseguidos (Heb 10, 32-39) y castigados. Así, fue una comunidad que estaba a punto de regresar a sus antiguas creencias. El autor les hace recordar que la Alianza Antigua ha sido sustituida por la Alianza Nueva, que Cristo es el Sumo Sacerdote grande quien puede llevar al creyente hacia Dios, algo que el orden antiguo de sacerdotes no pudo hacer a pesar de todos sus sacrificios. Jesús es el Sumo Sacerdote exaltado quien ha sufrido con nosotros también, un sacerdote perfecto uniendo Dios con la humanidad. Él ha ofrecido el sacrificio máximo en su propia persona, y por el derrame de su sangre en la cruz nos ha salvado de nuestros pecados. Teniendo un Sumo Sacerdote tal como Jesús, no debemos tropezar, sino mantenernos fieles a Él. Este es el mensaje básico de la carta.

La presentación de estas ideas es como aparece en el siguiente bosquejo:

Cristo es Nuestro Sumo Sacerdote Grande. Exaltado.pero Compasivo

Respondemos con Nuestra Lealtad A Cristo

1,1 – 2,9

2,10 – 18

3, 1 – 6

3,7 – 4,16

5, 1-10

5,11 - 6,20

7,1 – 8, 13

9, 1-28

10, 1-18

10,19 – 12,29

Estilo literario de la carta:

La Carta a Los Hebreos es una obra literaria muy pulida con un estilo florido y un diseño complicado de palabras y conceptos repetidos. La gran mayoría de ideas son presentadas en los primeros capítulos. Después, siguiendo el estilo Judaico (visto en el Libro de Eclesiastés y en otros sitios), las mismas ideas son presentadas repetidas veces, cada vez con un énfasis nuevo. Así está construido el mensaje de la carta. Es precisamente por el diseño complicado de la carta que el lector tiene que poner atención al texto. Como recomendación se sugiere que para una primera lectura se eche una ojeada al texto entero, notando (quizás aún escribiendo) los titulares proporcionados por su Biblia.