• Quejarse

Rosario Castellanos - El mar y sus pescaditos

Aquí puedes leer online Rosario Castellanos - El mar y sus pescaditos texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2018, Editor: Fondo de Cultura Económica, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

No cover
  • Libro:
    El mar y sus pescaditos
  • Autor:
  • Editor:
    Fondo de Cultura Económica
  • Genre:
  • Año:
    2018
  • Índice:
    3 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 60
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

El mar y sus pescaditos: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "El mar y sus pescaditos" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Pocos días antes del accidente que truncó su vida, Rosario Castellanos envió a México estas páginas que constituirían su tercer volumen de ensayos sobre literatura. Con un tono mesurado, incluso optimista, la autora registró aquí sus lecturas meramente literarias, al tiempo que nos avisaba de las nuevas tendencias en el continente, que daba noticia de las novedades en librerías y de cómo en qué tono había que leerlos, de cómo la historia nos seguía pasando, y de las perspectivas de nuestras letras. Nadie escribió mejor sobre la antinovela, sobre la obra de Claude Simon, Michel Butor y Alain Robbe Grillet, sobre los intraducibles experimentos de Samuel Beckett, tanto en teatro como en novela, o sobre la renovada literatura estadunidense, y vio además la importancia de la entonces nueva narrativa latinoamericana, sin caer en elogios excesivos. En estos ensayos se encuentran notas sobre la literatura mexicana que se escribía en esos días, y una visión de un Borges que asombraba al mundo con su narrativa de madurez. Poesía, teatro, novela, El mar y sus pescaditos es una guía para una lectura rigurosa, sin complacencias, pero, sobre todo, una exigencia para los lectores: leer, por encima de cualquier otra actividad literaria.

Rosario Castellanos: otros libros del autor


¿Quién escribió El mar y sus pescaditos? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

El mar y sus pescaditos — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" El mar y sus pescaditos " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
LETRAS MEXICANAS El mar y sus pescaditos ROSARIO CASTELLANOS El mar y sus - photo 1
LETRAS MEXICANAS

El mar y sus pescaditos

ROSARIO CASTELLANOS
El mar y sus pescaditos
Primera edición SEP Sepsetentas 189 1975 Segunda edición EDIMUSA - photo 2

Primera edición, SEP, Sepsetentas, 189, 1975
Segunda edición, EDIMUSA, Literatura Universal, 1982
Primera edición electrónica, FCE, 2017

D. R. © 2017, Fondo de Cultura Económica
Carretera Picacho-Ajusco, 227; 14738 Ciudad de México

Comentarios:
Tel. (55) 5227-4672

Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra sea cual fuere el - photo 3

Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, sea cual fuere el medio. Todos los contenidos que se incluyen tales como características tipográficas y de diagramación, textos, gráficos, logotipos, iconos, imágenes, etc., son propiedad exclusiva del Fondo de Cultura Económica y están protegidos por las leyes mexicanas e internacionales del copyright o derecho de autor.

ISBN 978-607-16-5468-7 (ePub)

Hecho en México - Made in Mexico

Fotografía Ricardo Salazar Rosario Castellanos Ciudad de México 1925-Tel - photo 4

Fotografía: Ricardo Salazar.

Rosario Castellanos (Ciudad de México, 1925-Tel Aviv, Israel, 1974), novelista, poeta, ensayista y diplomática, ejerció el magisterio en la UNAM y en las universidades de Wisconsin y de Bloomington, así como en la Hebrea de Jerusalén. Colaboró en suplementos culturales de los principales diarios y revistas especializadas en México y en el extranjero. Recibió los premios Chiapas, Xavier Villaurrutia, Sor Juana Inés de la Cruz y Carlos Trouyet. De su autoría, el FCE ha publicado también en versión electrónica Salomé y Judith,Tablero de damas y Juicios sumarios, entre otros.

ÍNDICE LOS SESENTA PÉNDULO DE LA ABSTRACCIÓN AL COMPROMISO E S UN libro sin - photo 5
ÍNDICE
LOS SESENTA, PÉNDULO DE LA ABSTRACCIÓN AL COMPROMISO

“E S UN libro sin pies ni cabeza; su autor escribe muy mal y no tiene absolutamente nada qué decir.” Cuando un crítico no encuentre términos mejores ni más adecuados que éstos para glorificar una obra, resulta evidente que maneja un concepto de la literatura diferente por completo a los conceptos tradicionales. Y no estamos, como quería Sartre en 1947, al final de la época de la exis y en el umbral de la época de la praxis, sino ante un fenómeno que va a denominarse de muchas maneras: Escuela de la Mirada, Novela Objetal, Escuela de Medianoche, pero que sus teóricos y cultivadores designarán con un nombre mucho más simple y mucho más ambiguo: nouveau roman.

Existe, sin embargo, un punto de coincidencia con el pensamiento sartreano, y es el rechazo de las técnicas narrativas decimonónicas y de ciertas corrientes de las primeras décadas de nuestro siglo. En suma, de todos aquellos textos que giraron en torno de las categorías cardinales de la realidad humana —ser, tener y hacer— como soporte y explicación. Libros en los que el protagonista es noble, es rico, es desafortunado, es bondadoso; tiene carácter, tiene ambición, tiene porvenir, tiene esperanzas; se hace viejo, se hace famoso, se hace fuerte. O mezclando los términos: tiene nobleza, se hace rico, es un hombre de carácter.

En todos los casos el escritor está aplicando a su materia un instrumento de captación que reduciría sus funciones a las de un espejo, según la célebre definición novelística de Stendahl. Porque no se necesita más para relatar una realidad inerte, pasiva, estática, o captar el desarrollo de una parábola prefijada de antemano por el escritor, previsible para un lector más o menos diestro, gracias a la cual el protagonista —que parte de un punto X— alcanza la culminación de un destino.

Una realidad que se agota en las descripciones de paisajes, de interiores, de estados de ánimo y —¿por qué no, si son tan importantes como lo demás y si no nos parecen sublimes al menos permiten que lo que se apoya en ellos raye en alturas sublimes?— de estados de cuenta.

Rayos de luna filtrándose entre las ramas de los abedules de las páginas de Tolstoi; cocina burguesa de Emma Bovary; guardarropa modesto de Julián Sorel en los inicios de su carrera; cofres de avaros, bodegas de anticuarios, galerías de coleccionistas en La comedia humana; vagas ensoñaciones de Mrs. Dalloway; matices delicados en las alternativas de los amores de Swann; reminiscencias vulgares de Mollie Bloom, todo ello hay que guardarlo en el desván de las cosas viejas. Ahora, en la década de los sesenta, es preciso inventar otros temas, otras maneras narrativas, otras actitudes ante el mundo y ante el quehacer literario. Es preciso inventar, otra vez, al hombre.

No es fácil descubrir al hombre si contemplamos el mundo con una mirada que se despoja, propositiva y voluntariamente, de prejuicios morales, psicológicos y estéticos, de compromisos políticos, de anhelos redentores, de proyectos de acción. No es fácil descubrirlo porque se confunde entre los inagotables objetos: ese mundo en el que el hombre carece de una estatura y de una ubicación específicas.

Lo que primero salta a la vista, ya se ha dicho, son los objetos, y los objetos son, de acuerdo con las definiciones del diccionario, todas aquellas cosas que afectan los sentidos (lo tangible, lo gustable, lo visible, lo olfateable, lo audible) y todas aquellas otras que ocupan el espíritu, es decir, el reino entero de lo imaginario.

¡Valiente hallazgo! ¿No son éstas las mismas cosas que describen y a las que recurren los escritores clásicos? ¿Acaso hay otras? No, no hay otras. Pero aquellas giraban en torno de su centro único: el personaje, al cual aludían, revelaban, enviaban mensajes secretos y del que recibían una utilización, un significado, un sentido. Una chimenea apagada es una chimenea apagada, pero también —y quizá más que eso— es la melancolía de Ana de Ozores.

Los objetos de los novelistas contemporáneos carecen de todo atributo y se limitan simplemente a estar allí. Son indiferentes a los adjetivos animistas con que nuestros viejos hábitos metafísicos pretenden capturarlos; no solicitan una interpretación y, si la soportan, no por ello excluyen la posibilidad de la interpretación contraria. El objeto es el vértice en el que quedan abolidas las contradicciones lógicas, reconciliados los antagonismos psicológicos porque es un vértice que incide más allá del ámbito racional o sentimental en que todavía son indispensables las justificaciones. Al objeto le basta aparecer, ocupar un espacio, solidificarse en torno a un punto. Lo demás que se construye alrededor de este fenómeno —en el sentido más estricto de la palabra— es retórica. Una retórica que, al desecharse, deja al descubierto el mito de la profundidad. El universo, dice Robbe-Grillet, es superficie. Y detrás de la máscara no se oculta ningún rostro.

Para relacionarlos con el universo, para comprenderlos, sería suficiente la función óptica que mide, coloca, señala. Esto es, describe. Y el uso de este verbo invalida el de otros que durante siglos pretendieron suplantarlo: penetrar, desentrañar, revelar, interpretar, dotar de sentido, componer, modificar.

La distancia ya no es aquí lo que quería Simone Weil: el alma de lo bello. Es mucho más: la condición del nexo cognoscitivo, apetitivo y activo entre el hombre y las cosas. Lo propiamente humano se reduce a una mera conciencia que registra las apariciones, los cambios de situación, las constelaciones de los objetos. Y que se percibe a sí misma como un objeto más que se muestra, que se coloca, que se combina con los otros. Y que en ningún momento adquiere el privilegio de erigirse en norma para la calificación, en punto de referencia, en canon ni en finalidad. La conciencia, a semejanza de los demás objetos, también se limita a

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «El mar y sus pescaditos»

Mira libros similares a El mar y sus pescaditos. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «El mar y sus pescaditos»

Discusión, reseñas del libro El mar y sus pescaditos y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.