La gran convergencia
Las tecnologías de la información y la nueva globalización
Richard Baldwin
Traducción de Esther Rabasco
Antoni Bosch editor, S.A.U.
Manacor, 3, 08023, Barcelona
Tel. (+34) 93 206 0730
info@antonibosch.com
www.antonibosch.com
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Título original de la obra: The Great Convergence
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Copyright © 2016 by the President and Fellows of Harvard College
© 2016, Richard Baldwin
© 2017 de la edición en español: Antoni Bosch editor, S.A.U.
Published by arrangement with Harvard University Press Throught International Editors’ Co.
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ISBN: 978-84-947376-1-9
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Diseño de la cubierta: Compañía
Maquetación: JesMart
Corrección: Andreu Navarro
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No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, reprográfico, gramofónico u otro, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright .
Este libro ha tardado mucho en ver la luz. La idea original proviene de un artículo que escribí a finales de 2006 para un proyecto realizado por encargo del primer ministro de Finlandia y titulado «Globalization Challenges for Europe and Finland». La idea de que había algo en la globalización que había cambiado radicalmente se impuso en seguida: por ejemplo, en enero de 2007 el Economist dedicó toda una página a mi artículo finlandés. Sin embargo, con el estallido de la crisis financiera mundial todas estas cuestiones quedaron aparcadas durante unos años en mi cabeza y en la cabeza de los académicos y los gobernantes. Cuando la globalización volvió a ocupar un lugar prioritario en la agenda de los poderes públicos a principios de la década de 2010, comencé a escribir y a hablar de nuevo sobre el tema. Fue entonces cuando me di cuenta de que merecía dedicarle un libro entero.
Me gustaría dar las gracias a mi institución, el Graduate Institute of International and Development Studies de Ginebra, por concederme un periodo sabático que comenzó en 2013. Muchas gracias a la Universidad de Adelaida, en la que esbocé las líneas maestras del libro como profesor visitante en la cátedra Geoff Harcourt de la School of Economics en octubre y noviembre de 2013. La School of Economics constituyó un entorno óptimo para realizar este estudio y quiero dar las gracias especialmente a Richard Pomfret, Kym Anderson y Mandar Oak por los excelentes debates y hospitalidad.
También me gustaría agradecer las importantes aportaciones intelectuales de los coautores de unos cuantos artículos teóricos en los que esbozamos algunos de los mecanismos básicos (véase el texto para las referencias exactas). Frédéric Robert-Nicoud y yo mostramos cómo se podía integrar perfectamente el comercio del siglo xxi en el modelo clásico del comercio del siglo xx que se conoce con el nombre de modelo Heckscher-Ohlin . Y lo que es importante, eso concret ó mi idea de que la segunda separación se debía concebir como un fenómeno que consta de dos elementos básicos, a saber, el fraccionamiento del proceso de producción y las transferencias de tecnología dentro de las empresas. Tony Venables y yo analizamos las interacciones teóricas entre la deslocalización y la aglomeración en un artículo en el que predijimos, entre otras cosas, la relocalización de las fases deslocalizadas que se ha observado en los últimos años. Por lo que se refiere a la globalización y los despegues del crecimiento, Philippe Martin, Gianmarco Ottaviano y yo mismo desarrollamos el primer modelo del ciclo de crecimiento basado en la aglomeración y la competitividad que utilizo en este libro para explicar la Gran Divergencia. Philippe y yo mismo desarrollamos más tarde una vertiente de la teoría en la que la interacción de los costes del comercio y los efectos de difusión de los conocimientos pudieron dar como resultado la Gran Divergencia en el siglo xix y la Gran Convergencia en el siglo xxi .
Por lo que se refiere a las políticas, Simon Evenett, Patrick Low y yo mismo estudiamos algunas de las consecuencias para la política comercial en un artículo realizado para la Organización Mundial del Comercio y publicado en 2007. Simon y yo estudiamos posteriormente las consecuencias fundamentales para la política industrial en un artículo realizado por encargo del Gobierno británico en 2012.
Índice
Primera parte. La larga historia de la globalización en síntesis
Segunda parte. Extensión de la teoría de la globalización
Tercera parte. Comprender cómo ha ido cambiando la globalización
Cuarta parte. Por qué es importante
Quinta parte. Mirando al futuro
La globalización pasada, la actual y la futura: cómo comprender los cambios desde una perspectiva amplia
Este año se cumple el 200 aniversario de la publicación de la trascendental obra de David Ricardo, On the Principles of Political Economy and Taxation. A partir de su publicación, la globalización se entendió generalmente como resultado de la disminución gradual de los costes del comercio. Y había buenas razones para ello: ha sido la caída de los costes del comercio lo que ha alimentado la globalización en los 175 años posteriores a la aparición de la obra de Ricardo.
Esta situación se ha prolongado durante tanto tiempo que muchos observadores han llegado a creer que era inmutable. El presidente estadounidense Bill Clinton, por ejemplo, describió la globalización como «el equivalente económico de una fuerza de la naturaleza, como el viento o el agua». Pero esta idea, que es la que ha prevalecido, es un obstáculo para entender la globalización del siglo xxi .
La idea dominante es que la globalización debería entenderse como un único proceso propiciado por la caída de los costes del comercio. Pero, a mi entender, esto constituye un grave error. La globalización debería entenderse como dos procesos, no uno solo. La tesis principal del presente libro es que las revolucionarias transformaciones ocurridas en las tecnologías de la información cambiaron la globalización de manera fundamental a partir de 1990. Ofreciendo una perspectiva más amplia de la globalización, el libro nos ayuda a entender por qué la globalización del siglo xxi tiene unos efectos tan distintos a la de los siglos xix y xx sobre las economías, y cuáles son.
El hecho de que muchos economistas, y muchos gobiernos, entiendan la globalización actual como si fuera la del siglo xx es verdaderamente un grave problema.
Los modelos mentales importan
No vemos el mundo que nos rodea en toda la riqueza de sus detalles. Es demasiado complejo. Utilizamos lo que el premio Nobel de economía Douglas North denomina «modelos mentales». Estos nos permiten reducir la realidad a algo que podemos abarcar mentalmente. El problema es que si utilizamos un modelo mental durante mucho tiempo, nos olvidamos de que es simplemente un modelo. Empezamos a creer que se trata de la verdad. Y cuando esto ocurre, acabamos distorsionando la realidad para que encaje en nuestro modelo mental. O, en el caso de la globalización, inconscientemente infravaloramos factores que, siendo claves, nuestro modelo mental ignora.
¿Cuáles son los modelos mentales que nos confunden actualmente?
La globalización era ya un tema manido en los años 1980, pero algo había cambiado para que algunos expertos comenzaran a denominarla ‘hiper-globalización’, término que parecía hacer referencia a algo así como a una globalización a lo grande. Al constatar una correlación entre la inversión extranjera directa y un cambio radical en la industria, otros interpretaron los hechos como si fueran debidos exclusivamente a dicha inversión extranjera. La gente empezó a hablar de comercio e inversión en vez de hablar solo de comercio. Pero la inversión extranjera directa era ya muy importante en los años 1960, e incluso lo había sido durante la Revolución Industrial. Añadir «e inversión» a los debates sobre la globalización no es hacer análisis. No explicaba qué era lo que estaba cambiando.
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