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FARSA
A Francisco Vizcaíno
and it was always said of him
that he knew how to keep
Christmas well, if any man alive
possessed the knowledge.
DICKENS
PERSONAJES
EL PRIMER SANTA CLAUS
SU FOTÓGRAFO
EL SEGUNDO SANTA CLAUS
SU FOTÓGRAFO
EL POLICÍA
Muchos niños, muchos padres,
muchos compradores.
Una esquina en la zona comercial más cara de la ciudad. En 1961, pocos días antes del 24de diciembre.
La esquina de un enorme almacén. El aire está lleno de adornos ingeniosos y caros, que cuelgan de los postes y de alambres especiales. Al fondo, los aparadores, llenos de costosísimos juguetes.
Pasa mucha gente muy bien vestida, con muchos niños, también muy bien vestidos. Se escuchan villancicos, cantados por niños, a través de los magnavoces de la tienda. Pasan señores con abrigo de pelo de camello cargando arbolitos, y señoras con pieles cargando paquetes. Baja la música.
UN NIÑO: … Y unos patines, y una pistola atómica, y un traje de Jopalón Cásidy, y un casco de cosmonauta…
EL PADRE (harto): Sí, hijo, sí. Ahorita le pides todo eso a Santa Claus.
Todos los personajes pronuncian “Santa Clos”.
UNA NIÑA: Mamá, ¿dónde está Santa Claus?
MADRE (buscándolo): No sé, no lo hallo. ¡Creo que allá viene! (Salen.)
Entra un fotógrafo. Pone una silla de brazos, muy adornada, a la izquierda.
FOTÓGRAFO: Nenita, nenita chula, ¿no quieres retratarte con Santa Claus?
LA OTRA NIÑA: ¿Dónde está Santa Claus?
FOTÓGRAFO: Ahí viene, mira.
NIÑA (enloqueciendo): ¡Mamá, mamá, mamá, me quiero retratar con Santa Claus! (Lo repite cien veces más mientras la madre la arrastra fuera. Salen.)
Entra Santa Claus.Viste un traje muy flamante de terciopelo y piel y usa botas de cuero. Es de rostro muy blanco y sonoro,ahora con bella barba. Trae de la mano a la primera niña que lo buscaba. Se sienta y la pone tiernamente en su rodilla. Los retratan.
NIÑA: Y también quiero una muñeca de mi tamaño, vestida de novia. Y una más chica, de china poblana.
SANTA CLAUS (tiene una voz unciosa, grave y tierna, bien educada): ¿Y has sido una buena niña? ¿Has sido obediente con tus papás? ¿Has rezado tus oraciones?
NIÑA: Sí, yo sí. Toma mi carta.
MADRE: No crea usted, Santa Claus. A veces es una niña un poco retobada.
SANTA CLAUS (reprocha dulcemente): Hija mía, hijita querida, no debes ser retobada porque cada retobo tuyo le arranca lágrimas al Niño Dios. Y tú no quieres hacer llorar al Niño Dios, ¿verdad?
NIÑA: No. ¿Y mis juguetes?
SANTA CLAUS: Porque el Niño Dios dejó el cielo donde era tan feliz para venir con nosotros.
MADRE: ¿Ves, hijita?
SANTA CLAUS (comoella le va a jalar las barbas, le detiene las manos): Así que tienes que ser muy buena niña, ¿eh? Y entonces sí te voy a llevar todos esos juguetes.
La pone en el suelo y toma a otra niña.
LA OTRA NIÑA: Yo te voy a decir un secreto.
SANTA CLAUS: A ver, hija, dime.
FOTÓGRAFO: ¿Cuántas copias le hacemos?
MADRE: Pues … hágame tres.
FOTÓGRAFO: Por media docena salen más baratas.
MADRE: ¿Sí? Pero tantas… Bueno, hágalas.
FOTÓGRAFO: ¿Su dirección?
MADRE: Volcán 1130, Jardines del Pedregal. Vamos, hijita.
El Fotógraforetrata a la otra niña.
EL PADRE: Dale tu carta a Santa Claus, hijita.
Ella le da la carta. Se ha ido formando ya una cola de niños y padres. Se oyen con fuerza los villancicos.
Entra un segundo Santa Clauspor la derecha. Viste un traje de manta y peluche, muy descolorido ya; unas polainas de cartón sobre los viejos zapatos simulan botas. Es de rostro bastante prieto; trae unas barbas improvisadas, de algodón. Lo acompaña un fotógrafomuy mal vestido y con los zapatos rotos y el traje raído y descosido. Ven en torno, fascinados. Cesa la música.
EL SEGUNDO SANTA CLAUS (feliz): ¡Ora sí, manito! ¡Hay un madral de escuincles!
EL SEGUNDO FOTÓGRAFO: ¡No digas madres, porque se van los pinches niños! Párate aquí. Ora, que te vean. ¡Pela la mazorca!
El SegundoSanta Clausobedece y sonríe a diestra y siniestra, hace caras y gestos amables. Pasan de largo los niños, que siguen yéndose con el otro Santa Claus.Algunos se detienen, ven a éste, ven al primero y espor el que se deciden.
EL SEGUNDO SANTA CLAUS: No vienen, mira, todos se largan con aquél.
EL SEGUNDO FOTÓGRAFO: Ah, que la… (Piensa. Discurre, grita de improviso:) ¡¡Aaaaaaaarrrrrrrrrrrrrrrr!! ¡Órale, niñitos, no hagan cola que aquí está su mero Santa Claus!
Una niña que pasaba cerca empieza a llorar a gritos, espantada.
EL SEGUNDO SANTA CLAUS: ¡No la friegues, ya la hiciste chillar! (Dulce.) ¿Qué pasó, chamaquita?
La niña que llora y su madre huyen.
EL SEGUNDO FOTÓGRAFO: Lo que pasa es que aquél está aplastadote en su silla, y así se los sienta en las piernas y despacha bien y todo. ¡Me voy a conseguir un cajón! ¡O a ver si aquel bolero me presta uno de sus bancos! (Sale aprisa.)
EL SEGUNDO SANTA CLAUS: Oiga, niño. Usté. Venga pa’cá. (Cariñoso.) ¡Véngase!
El Niñosele acerca desconfiado, observándolo. Su mamá admira el aparador. El Segundo Santa Clausse acuclilla.
EL SEGUNDO SANTA CLAUS: Pos ora, cuénteme, ¿qué quiere que le vaya yo trayendo en la Navidá? ¿Eh? ¿Quiere sus buenos patinzotes y su pistola? ¿O qué otra cosa quiere?
EL NIÑO (le toca la manga): Tienes tu traje roto.
EL SEGUNDO SANTA CLAUS: Ah, éste… (Se cohíbe.) Es que la guerra estuvo redura.
EL NIÑO (escéptico): ¿Tú fuiste a la guerra?
La Mamáve en torno.
MADRE: ¡Archibaldo! ¡Archi! Ah, ahí estás. (Ve y cataloga al Santa Claus.)