Para Elena y Álex.
Para mi madre y mi hermana.
La historia de Podemos
Ignacio Escolar
Todo Podemos está en este imprescindible libro de Aitor Riveiro, compañero de eldiario.es y tal vez el periodista que más y mejor información ha publicado sobre este partido durante sus tres años de historia. Aitor estaba ahí desde el primer momento, como lo estuvo eldiario.es. Cuando otros medios de comunicación ignoraban o despreciaban a esa nueva formación política, en nuestra redacción decidimos que había que contar a nuestros lectores lo que estaba pasando con Podemos, con ese proyecto heredero del 15M, que nació como un intento de hackeo a Izquierda Unida —para abrir la candidatura a las europeas a una competición en primarias con otros sectores sociales— y que ha terminado consolidándose como la tercera mayor fuerza política en el Parlamento, en un partido que, con sus alianzas y confluencias, ya gobierna en varios de los principales ayuntamientos de España. Aitor Riveiro fue el periodista al que encargamos esa cobertura, hace ya tres años. Desde entonces, ha dedicado a ese trabajo todas las horas de las que disponía.
La historia de estos tres años de Podemos, en grandes rasgos, es ya conocida por todos. Sabemos quiénes eran sus fundadores, qué pensaban antes y después de entrar en política, de dónde venían Pablo Iglesias, Iñigo Errejón, Carolina Bescansa, Juan Carlos Monedero o Luis Alegre. Se sabe también cómo ha sido su evolución en estos años, sus divisiones internas y también las alianzas con otras fuerzas políticas que han tejido. Se conoce el resultado del año sin Gobierno, de las conversaciones frustradas con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez. Se ha escrito mucho sobre el asalto a los cielos, sobre la hipótesis Podemos, sobre la ventana de oportunidad, sobre la transversalidad, la casta, la trama o la hegemonía. El periodismo, sin embargo, no sólo está en los titulares sino también en los detalles, las causas y las consecuencias. En los otros nombres, no siempre tan conocidos. En el cómo, en el por qué.
En este libro, El cielo tendrá que esperar, Aitor Riveiro repasa estos tres años con la precisión y la profesionalidad de quien ha publicado la información más rigurosa sobre Podemos. No es el libro de un militante, donde se exageren las luces y se oculten las sombras. No es tampoco propaganda, destinada a demonizar a sus dirigentes por intereses ocultos. No es un ensayo político, donde el autor pontifique sobre el pasado o profetice el futuro que le espera a este partido. Es el trabajo informativo de un buen periodista, que separa la verdad de las mentiras, los datos de los rumores, para explicar la historia de Podemos desde antes de su fundación, cuando aún era sólo una idea, hasta su congreso de Vistalegre 2. Aitor conoce a todos, ha hablado con todos y ha documentado todo. Nadie podrá desmentirle ni una coma.
¿Cómo fue posible que un grupo de profesores y alumnos de la facultad de Ciencias Políticas lograran un hito así?¿Qué pasó durante las frustradas negociaciones con el PSOE para formar Gobierno? ¿Cómo se gestó la confluencia con IU para las generales y por qué se frustró el primer intento? ¿Por qué sus dos principales líderes, Pablo Iglesias e Iñigo Errejón, se han distanciado tanto? Aitor Riveiro deja en este libro las respuestas a estas y otras preguntas, un documentado material con el que, más adelante, seguro trabajarán los historiadores. Porque sin este libro no se entiende bien lo que ha pasado en la historia de Podemos. Y sin la historia de Podemos tampoco se entiende la historia reciente de España.
1. De la hipótesis populista a la hipótesis Podemos
«La hipótesis populista era incorrecta». La frase es de Juan Carlos Monedero. El politólogo, uno de los fundadores de Podemos, la pronunció en una conferencia en la Universidad Complutense de Madrid apenas dos semanas después de las elecciones generales del 26 de junio de 2016. El partido estaba en shock tras los resultados de los comicios. Junto a sus aliados cosechó el 21,1 % de los votos y se hizo con 71 diputados. Aun así sus líderes calificaron la jornada de «fracaso» y mostraron en público su temor al incierto futuro que se abría ante ellos. «Me acojona pasar de partisanos a ejército regular», confesaba el secretario general del partido, Pablo Iglesias, unos días antes de la charla de Monedero, en la inauguración de ese mismo ciclo de conferencias: El tema de nuestro tiempo: pensar el futuro, dirigido por Luis Alegre, otro de los fundadores de Podemos, en el marco de los Cursos de verano de El Escorial. Allí estuvieron también el por entonces número dos, Íñigo Errejón, y la quinta integrante del conocido como equipo promotor del partido, Carolina Bescansa, entre otros importantes referentes.
Era la primera vez desde la fundación de Podemos que sus cinco promotores se sentaban a analizar en público lo que habían conseguido y los retos que tenían por delante. Juntos, pero no revueltos. Por turnos. Y se puso en evidencia lo que era ya más que una intuición: el núcleo fundador no compartía la estrategia a seguir para conquistar el poder. Coincidían en la misión, pero no en la forma de ejecutarla. El ciclo de conferencias se programó en enero, días después de las elecciones del 20 de diciembre de 2015 y en un contexto mucho más favorable a Podemos. El horizonte político parecía limpio al inicio de 2016. Entonces no parecía real la opción de unas segundas elecciones generales en el plazo de seis meses. Y mucho menos que el partido que llegó para «patear el tablero» y «asaltar los cielos» fuera incapaz de superar al PSOE incluso después de unirse con IU.
24 semanas después del 20D, el ambiente era tenso y sólo se podía vislumbrar levemente la tormenta que se desataría ante la divergencia de los proyectos políticos que defenderían los principales líderes de la formación.
En apenas dos años y medio Podemos había pasado de ser una idea en la cabeza de un pequeño grupo de profesores, alumnos y activistas a poner el sistema político español patas arriba. Se había consolidado como tercera fuerza política de España tras siete procesos electorales repartidos entre europeas, estatales, autonómicas y locales. El 26J, tras someterse a todas las elecciones posibles, Unidos Podemos, En Comú (Catalunya), En Marea (Galicia) y A la valenciana (País Valencià) se quedaron a 1,5 puntos y menos de 400.000 votos del PSOE y duplicaron los apoyos de Ciudadanos, un partido con una década de historia y un apoyo económico y mediático sin precedentes para una organización que fue extraparlamentaria hasta diciembre de 2015.
Podemos había logrado además representación en la mayoría de los parlamentos regionales y en los ayuntamientos más importantes. Algunos de esos gobiernos municipales eran suyos y de sus aliados: Madrid, Barcelona, Valencia, A Coruña, Santiago, Ferrol, Zaragoza y Cádiz, entre otras ciudades. Eran «los ayuntamientos del cambio».
El Universo Podemos se había hecho fuerte en las principales ciudades del país, en la zona norte de España y en el arco mediterráneo, con especial incidencia en las llamadas nacionalidades históricas, donde había tejido importantes alianzas con los actores políticos locales. Su principal granero de votos eran los jóvenes, entre quienes arrasaba con índices superiores al 40 %, según la elección y el momento.