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SI
MI
PUEBLO...
Una guía de
40 días de oración
por nuestra Nación.
Escrita por Jack Countryman
© 2009 por Grupo Nelson®
Publicado en Nashville, Tennessee, Estados Unidos de América.
Grupo Nelson, Inc. es una subsidiaria que pertenece completamente a Thomas Nelson, Inc. Grupo Nelson es una marca registrada de
Thomas Nelson, Inc.
www.gruponelson.com
Título en inglés: If My People…
© 2008 por Thomas Nelson, Inc.
Publicado por Thomas Nelson, Inc.
Todos los derechos reservados. Ninguna porción de este libro podrá ser reproducida, almacenada en algún sistema de recuperación, ni transmitida en cualquier forma ni por cualquier medio—mecánico, fotocopiado, grabación u otro—excepto por citas breves en revistas impresas, sin la autorización previa por escrito de la editorial.
A menos que se indique lo contrario, todos los textos bíblicos se han tomado de la Santa Biblia, Nueva Biblia al Día ©2006, 2008 por la Sociedad Bíblica Internacional®. Usada con permiso. Todos los derechos reservados mundialmente.
Traducción: Lesvia Kelly
Diseño: Robin Black, Blackbird Creative
Adaptación del diseño al español: Grupo Nivel Uno, Inc.
ISBN: 978-1-60255-355-2
Impreso en Estados Unidos de América
09 10 11 12 13 BTY 9 8 7 6 5 4 3 2 1
CONTENTS
Desde que se fundó nuestra nación, las obras más grandes de Dios manifestadas entre nosotros, han sido forjadas y sustentadas por la oración, como cuando nuestros primeros documentos fueron firmados, los triunfos que tuvimos sobre los días de oscuridad y los despertamientos espirituales que han mantenido nuestra fe y nuestra determinación durante siglos. A través de las Sagradas Escrituras y a lo largo de la historia de nuestra nación, la oración persistente, eficaz, intencional e incesante, siempre ha hecho que la presencia de Dios se manifieste.
¡Cuán inmensas son las posibilidades que surgen cuando oramos! La oración es un poder maravilloso que el Dios Todopoderoso ha puesto en las manos de Sus santos. Cuando humildemente buscamos Su rostro mediante la oración, Él es conmovido a actuar a nuestro favor y a cumplir los deseos que tiene con nosotros.
Y cuando le pedimos a Dios por nuestros líderes en oración, impactamos la dirección misma en que irá nuestra nación. Esta jornada de cuarenta días de oración ha sido Y cuando le pedimos a Dios por nuestros líderes en oración, impactamos la dirección misma en que irá nuestra nación. Esta jornada de cuarenta días de oración ha sido diseñada para ayudar a avivar tus oraciones,para animarte a buscar la voluntad de Dios para nuestro futuro y para que intercedas continuamente por nuestra nación. Busca Su rostro diariamente por medio de la oración, cree que tus oraciones están haciendo una distinción ¡y reclama la victoria que tienes ahora así como la que está por venir! Porque hay un tremendo poder en la oración.
Si mi pueblo se humilla, y ora, y busca mi rostro, y se arrepiente de sus caminos malvados, los oiré desde el cielo y perdonaré sus pecados y restauraré el país.
—2 CRÓNICAS 7.14
Padre:
Pedimos tu bendición soberana sobre esta nación. Perdónanos por las faltas que hemos cometido y por las veces en que te hemos fallado. Acércanos a tu amor y fortalécenos como nación para que te sirvamos y te honremos en todo lo que hagamos. Que por siempre seamos fieles al llamado que nos has hecho. Humilde y respetuosamente te damos gracias por tu continua bendición.
Pregúntame y yo te revelaré algunos importantes secretos acerca de lo que habrá de ocurrir aquí.
—JEREMÍAS 33.3
Señor:
Nos has pedido que clamemos a ti con la promesa de que nos responderás cuando lo hagamos. Humildemente buscamos tu guía para nuestra nación. Danos sabiduría para que seamos un pueblo guiado por tu Espíritu y lleno de tu presencia. Ayúdanos, oh Señor, a que te honremos con palabras y con obras, para que nosotros como pueblo tengamos tu favor y tu bendición.
No se angustien por nada; más bien, oren; pídanle a Dios en toda ocasión y denle gracias. Y la paz de Dios, esa paz que nadie puede comprender, cuidará sus corazones y pensamientos en Cristo.
—FILIPENSES 4.6-7
Padre:
Las preocupaciones de cada día nos rodean continuamente. El conflicto, tanto por dentro como por fuera, amenaza contra la paz que tan desesperadamente queremos y buscamos. Padre, venimos a ti con el corazón abierto, buscando tu guía y agradecidos por todo lo que nos has dado como nación. Oh Señor, cuida nuestros corazones para que te seamos fieles y rodéanos con la paz de tu presencia día tras día.
Si obedeces completamente todas estas ordenanzas del Señor tu Dios, las leyes que te estoy dando en este día, el Señor te convertirá en la nación más grande del mundo. Estas son las bendiciones que vendrán sobre ti: Bendito serás en la ciudad; bendito serás en el campo.
—DEUTERONOMIO 28.1-3
Padre:
Inclina nuestros corazones hoy para que escuchemos tu voz. Ayúdanos como nación a obedecer tu voz en todo lo que digamos y hagamos. Continúa bendiciéndonos, oh Señor, y danos un corazón compasivo y generoso con todos los que están a nuestro alrededor. Danos la responsabilidad de un llamado más alto para que guardemos tus mandamientos cuidadosamente y para que seamos una nación bajo Dios con libertad y justicia para todos.
Pues conozco los planes que para ustedes tengo, dice el Señor. Son planes de bien y no de mal,para darles un futuro y una esperanza. En aquellos días cuando oren, yo escucharé. Me hallarán cuando me busquen, si con toda sinceridad me buscan.
—JEREMÍAS 29.11-13
Padre:
Sabemos que el deseo de tu corazón es que estemos en paz contigo y con aquellos que están a nuestro alrededor. Pon dentro de nuestros corazones el deseo de vivir para ti y de estar atentos a la guía de tu Espíritu. Permítenos buscarte diligentemente. Abre nuestros ojos para que podamos ver lo que es bueno, honroso y justo para este país y para el bienestar de toda la gente.
GEORGE WASHINGTON
Oh eterno Dios… aumenta mi fe en las dulces promesas del evangelio; hazme arrepentir de las obras que conducen a la muerte; perdona mis descarríos y dirige mis pensamientos hacia ti, el Dios de mi salvación; enséñame a vivir en tu temor, a servirte con fervor, y a correr perpetuamente en los caminos de tus mandamientos; haz que siempre cuide mi corazón, para que ni los terrores de la conciencia, ni la aversión a los deberes cristianos, ni el amor al pecado, ni el ser reacio a dejar esta vida, me lancen a un letargo espiritual; moldéame diariamente más y más a la semejanza de tu Hijo Jesucristo, para que al vivir en tu temor y al morir en tu favor, pueda obtener la resurrección del justo a la vida eterna en el tiempo establecido por ti. Bendice a mi familia, a mis amigos y a mi linaje.
—ORACIÓN SIN FECHA TOMADA DEL DIARIO DE ORACIONES
DEL PRESIDENTE WASHINGTON, MOUNT VERNON.
Por lo tanto, vayan y hagan discípulos en todas las naciones. Bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer los mandamientos que les he dado. De una cosa podrán estar seguros: Estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.
— MATEO 28.19-20
Señor:
Tú nos has mandado a que hagamos discípulos en todas las naciones, ¡que empecemos dentro de nuestros propios corazones! Tú eres el camino, la verdad y la vida, y te damos gracias por tu promesa de que siempre estarás con nosotros. Danos sinceridad de corazón y una valentía que no falle, para que compartamos estas buenas noticias, ya sea con nuestros vecinos que viven al otro lado de la calle o con las almas perdidas que viven al otro lado del mundo. Confiamos en que vas a trabajar a través de nosotros, ¡sin ti no podemos hacer nada!
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