Sobre los autores
AGUSTÍN BLANCO MUÑOZ es un historiador venezolano. Es profesor titular de la Universidad Central de Venezuela, doctor en Ciencias Sociales, docente e Investigador del IESA y del doctorado de FACES-UCV. Es director de la revista Intento, coordinador del Centro de Estudios de Historia Actual, y Secretario Ejecutivo Nacional de la Cátedra Pío Tamayo.
MARCOS PÉREZ JIMÉNEZ (Michelena, Táchira, Venezuela; 25 de abril de 1914 – Alcobendas, España; 20 de septiembre de 2001) fue un político, militar y dictador venezolano. Alcanzó el grado de general de división del Ejército de Venezuela; fue Presidente de Venezuela sustituyendo a Germán Suárez Flamerich en la Junta de Gobierno desde el 2 de diciembre de 1952 hasta el 23 de enero de 1958, cuando es depuesto mediante un golpe de Estado llevado a cabo por sectores descontentos de las Fuerzas Armadas de Venezuela, a raíz de masivas manifestaciones contra las políticas represivas que habían durante su mandato.
Durante su gobierno Venezuela alcanzó niveles altos de desarrollo económico, urbanístico, industrial y social, y el bolívar mantuvo la paridad más baja frente al dólar estadounidense en la historia del país.
Notas
[1] Hasta la fecha siguen sin ser superadas. Marcos Pérez Jiménez posee el promedio más alto en la hoy llamada Academia Militar.
[2] Se refiere a Román Delgado Chalbaud (1882-1929), padre de Carlos Delgado Chalbaud. Fue un militar y político venezolano que participó en la Revolución Libertadora (1901-1903) en su rol de Jefe de la Armada Nacional, apoyando a las fuerzas del General Gómez.
Ya durante el gobierno de Juan Vicente Gómez sería uno de sus mayores detractores, participando en distintas insurrecciones hasta ser apresado en La Rotunda. Años más tarde, tras ser liberado, viaja a París donde prepara una expedición armada a las costas venezolanas con un grupo de exiliados antigomecistas. Al llevarla a cabo, desembarcó en Cumaná, donde moriría en combate al intentar tomar el puente Guzmán Blanco.
[3] Parque Central fue inaugurado en el año 1983. Para el momento de su construcción fueron las edificaciones de hormigón armado más elevadas del mundo.
[4] Compone el Paseo Los Próceres, el Paseo Los Precursores y el Paseo Los Ilustres.
[5] Eugenio Mendoza Goiticoa (1906-1979) fue un empresario venezolano que llegó a convertirse en el hombre más rico del país en su época, desempeñó el cargo de Ministro de Fomento brevemente durante el mandato de Isaías Medina Angarita.
Junto a su hermano Eduardo llegó a constituir el “Grupo Mendoza” uno de los grandes emporios industriales de la región en el campo de la comercialización de maquinarias de construcción, banca, ensamblaje de vehículos, producción de cemento, pinturas, papel y manufactura de alimentos para animales.
[6] Se refiere a Laureano Vallenilla-Lanz Planchart (1912-1973), hijo de Laureano Vallenilla Lanz (1870-1936). Desempeñó el cargo de Ministro del Interior durante el período 1952-1958 en el gobierno de Marcos Pérez Jiménez.
[7] La región del Ruhr, también conocida como cuenca minera del Ruhr, fue una zona minera de Alemania, con grandes minas de carbón y acero. Ruhr fue centro del milagro económico alemán «Wirtschaftswunder» entre los años 50s y 60s.
[8] La tesis de Cesarismo Democrático, escrita por Laureano Vallenilla Lanz, analiza la conformación de la sociedad venezolana, a la luz de la teoría y la metodología de la escuela positivista, y se extiende en la justificación de la figura del caudillo o gobernante autoritario como único ente capaz de regular y controlar el poder político en naciones como Venezuela, en las que no percibe un pueblo capacitado para el ejercicio del sistema democrático.
[9] Renny Ottolina (1928-1978) fue un animador y locutor, considerado “el número uno de la televisión” venezolana. Fue candidato a las elecciones de 1978, aunque muere en campaña cuando la avioneta en que viajaba se estrelló en las inmediaciones del Pico Naiguatá.
[10] El reactor de Pipe fue uno de los primeros reactores nucleares de América Latina, ubicado en los Altos de Pipe en el estado Miranda.
[11] Frente Unido Nacionalista (F.U.N.) fue un partido perezjimenista cuyo líder era Alejandro Gómez Silva, candidato para las elecciones de 1978.
[12] La Planicie Cajigal es la antigua sede de la Escuela Militar, funcionó hasta 1949 cuando esta cambia su sede a Fuerte Tiuna.
Prólogo
El circuito cerrado de televisión comienza a registrarnos. Son las tres y treinta del 31 de enero de 1983. Estamos frente a la verja de la quinta N.º 84 del Paseo de los Gaitanes en La Moraleja, en las afueras de Madrid. El frío nos envuelve, pero sabemos que al ingresar a la mansión todo cambiará. Pronto nos abrieron. Y en una sala cercana a la entrada, cálida y acogedora esperamos la llegada del General. “General Marcos Pérez Jiménez / Presidente Constitucional / Elegido por el pueblo / Con orgullo nacional / Venezuela te quiere bastante / Y te aclama con alegría”… Era el decir de la canción más escuchada en el país en el año 57 y particularmente por los días del plebiscito. Y a buen seguro, pensaba, que en su tiempo de gobernante este tipo de manifestación le agradaba. De no ser de este modo la habría prohibido. Pero en esta fecha, a veinticinco años y ocho días de su partida, derrocamiento o huida, el porro con sabor colombiano podría no sonarle igual. Tal vez le traiga recuerdos poco gratos, imágenes que habría querido extinguir. Podría llevarlo también a una especie de ajuste interno de cuentas. Podría demostrar que fue Presidente Constitucional, por aquello de que en Venezuela ese pequeño libro amarillo ha servido para todo. Pero más difícil le resultaría convencer a alguien de que fue elegido por el pueblo con orgullo nacional, aceptando aún que Venezuela lo quiso bastante y llegó a aclamarlo con alegría.
En todo esto pensábamos ya cómodamente instalados en la pequeña sala. Y guardamos en la mente la intención de tocarle el tema, aunque seguramente no habría oportunidad para estas cosas, de acuerdo a las referencias que teníamos del personaje. La información que se nos había suministrado y que se ha hecho pública es la del personaje difícil, tajante, soberbio, prepotente, con aires de superioridad y dictatorial. Un personaje, sin embargo, que para muchos, y a pesar de esos atributos, no refiere mayor inteligencia o capacidad. Esto último hacía mucho tiempo que lo había desechado. No es posible concebir que alguien limitado y de escasa mira pudiera convertirse en eje protagónico de una historia de diez años, cuyo verdadero contenido y proyección aún no se ha determinado. Faltaría por comprobar los otros calificativos, que, de ser ciertos, podrían dificultar el trabajo hasta llegar a hacerlo fracasar. Hasta donde sabíamos al General Pérez Jiménez poco le gusta conceder entrevistas y en la práctica no ha dado ninguna en su verdadera extensión desde que salió del país. De acuerdo a su temperamento y personalidad el periodista debe ir a escuchar sus declaraciones más que a intervenir en un diálogo. Debe ir a recoger lo que a él le interesa afirmar. Y en cada caso se comporta como un Jefe de Estado ejerciendo aún sus altas funciones. Sabía entonces que de no lograr romper ese clima, el testimonio perdería su fuerza y su sentido.
Una vez más el reto es evidente. Este caso no es como el de Estrada, de si hablará o no. En esta ocasión se trata de hacer del entrevistado algo más que un simple declarante. Algo más que la persona que dice solo aquello sobre lo que ha pensado, reflexionado y madurado suficientemente. Si no se logra alguna soltura y espontaneidad la confrontación resultará fría y sin mayor interés. Solo habríamos recogido una especie de conferencia, tal vez los alegatos de un exdictador. Y esto no valdría la pena. Sin embargo, todo ello no hacía sino añadir atractivo a la aventura iniciada. Íbamos en busca de un testimonio excepcional para el cual habría que poner en práctica toda la experiencia acumulada. Y si bien el panorama no era alentador, tampoco daba mayores elementos para pensar en términos de fracaso. ¡A lo mejor hablábamos hasta de la canción!