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El título Contra la mentira requiere una pequeña explicación. Titular así un libro no deja de ser pretencioso: ¿alguien puede arrogarse el privilegio de la verdad? Y también innecesario: todo el mundo está contra la mentira y prefiere la verdad. Algunos —no muchos, probablemente— la prefieren incluso si la mentira les beneficia o la verdad les perjudica, pero no es cosa de dar vueltas aquí a esta restricción.
Denunciar la mentira no implica necesariamente tener un conocimiento claro de la verdad. La falsedad se nos aparece no sólo por contraste con su contraria, sino también por relación con sus efectos prácticos, aun si la verdad permanece difusa. Así, en la campaña política sobre la guerra de Iraq y el accidente del petrolero Prestige, que tanto daño causó en Galicia, parece claro el derecho de sus promotores, la izquierda y los nacionalistas, a criticar la posición del Gobierno, y seguramente muchos de sus argumentos y datos tenían un peso mayor o menor. Sin embargo, sus razones aparecían contaminadas por una masa de chapapote demagógico, manifiesto en sus efectos: la explotación de la sensibilidad pública por los partidos y personajes más totalitarios, o la crispación y violencia impulsadas por dichos partidos y otros presuntamente democráticos, que amenazaban extender por todo el país un clima siniestro, ya olvidado en España (excepto, por desgracia, en Vascongadas). Tales efectos debieran bastar para que un ciudadano avisado rechazara esa campaña, aun si no acabara de tener claras las razones del Gobierno o no se identificara con ellas.
Tampoco es preciso muchas veces partir de una verdad para descubrir una falsedad. A menudo basta observar con cuidado las contradicciones o incoherencias de la versión mentirosa para percibir el fraude. Los artículos que siguen son en buena medida ejercicios de desenmascaramiento de la mentira por ese método.
Creo no ser el único, ni mucho menos, en sentir que la sociedad española actual sufre una auténtica marea de embustes y desfiguraciones, en especial —aunque no sólo, ni mucho menos— en torno a nuestro pasado reciente, menos superado de lo que parecía en nuestra actual democracia. Nadie debe subestimar el influjo del pasado sobre el presente, en este caso de un pasado mentido sobre un presente inquietante. De hecho, los fenómenos más amenazadores para una convivencia libre, fructífera y en paz de la sociedad española se asientan en una falsificación de la historia reciente. Así, el terrorismo, los nacionalismos que aspiran a hacer de España una imitación de los Balcanes, las pretensiones acusatorias y agitativas de partidos con un pasado muy distinto de la honradez proclamada en lemas publicitarios, etc. Esa mentira esencial, asentada en España por obra de campañas persistentes y masivas a través de los medios de masas y de una censura solapada, pero muy potente, esa mentira, digo, constituye un foco inagotable de demagogia, y la demagogia, no debemos olvidarlo, es el cáncer de las democracias.
Se ha instalado en la mentalidad popular la falsa idea de que la democracia consiste en que todas las tendencias y opiniones valen lo mismo. Nada podría ser más erróneo. La democracia —más propiamente, el liberalismo— permite exponer todas las ideas, pero la confrontación entre ellas ha de facilitar, precisamente, la superación de las falsas o destructivas y la reafirmación de las mejor fundadas, en un proceso sin fin. Por eso la confrontación es indispensable, y un buen modo de evitar choques más físicos. Este libro se compone, precisamente, de artículos de confrontación en su mayoría, expuestos a la misma dureza en la réplica.
Los artículos han sido publicados a lo largo de tres años en Libertaddigital.com, el periódico dirigido por Javier Rubio y una de las aventuras periodísticas más estimulantes del país, repleta de sugerencias y críticas de muchas de las mejores plumas del panorama intelectual español. Espero que las mías no desmerezcan demasiado de la ilustre compañía.
Una advertencia sobre diversos términos utilizados. Como sabrán quienes hayan leído otros libros míos, empleo Usa y useño en lugar de Estados Unidos y americano, etc., no expondré otra vez por qué. También escribo los nombres vascos en su grafía castellana, así Ibarreche, en lugar de Ibarretxe, debido a que la forma castellana de ellos es ya tradicional y más antigua que la vascuence actual, y a que el castellano no es en modo alguno un idioma ajeno o extranjero a Vasconia, como pretenden los nacionalistas en uno de tantos desvaríos. También empleo para las provincias Vascongadas la palabra Vasconia, algo inadecuada por cuanto la Vasconia original pertenecía más bien a Navarra, pero dada la confusión de nombres creados por unos y por otros, empezando por el algo extravagante de Euskadi, puede servir a efectos prácticos.
Pío Moa
Septiembre de 2003
LUIS PÍO MOA RODRÍGUEZ (Vigo, España, 1948) es historiador y periodista, miembro en su juventud del grupo terrorista Grapo. Es conocido por sus trabajos sobre la Segunda República Española y la Guerra Civil.
Participó en la oposición antifranquista dentro del PCE y del grupo terrorista PCE(r)-Grapo, del que fue expulsado en 1977. Tras ser condenado por la Audiencia Nacional en 1983 a un año de prisión, se acogió a medidas de reinserción. Desde finales de los ochenta, Moa dirige y colabora con revistas dedicadas a la Historia (Tanteos y Ayeres) y trabaja como bibliotecario en el Ateneo de Madrid.
En 1999 publicó Los orígenes de la guerra civil, y luego Los personajes de la República vistos por ellos mismos y El derrumbe de la República y la guerra civil, trilogía que logró una gran difusión. Su posterior Los mitos de la Guerra Civil se convirtió en una de los libros de divulgación histórica más vendidos de las últimas décadas. Destacan a su vez sus libros sobre los nacionalismos vasco y catalán, una obra sobre la Historia de España y una novela histórica ambientada en la posguerra.
En la actualidad, Moa compagina su labor de historiador con el de analista político en medios digitales y presentando un programa de divulgación histórica en Radio Inter.
Título original: Contra la mentira
Pío Moa, 2003
Editor digital: Titivillus
ePub base r2.1
Recopilación de artículos publicados en diversos órganos de la prensa en España durante los años 2001 a 2003, agrupados en función de los temas a que se refieren, unas veces relativos a la segunda república, la guerra civil o el régimen del general Franco, y otras a la cuestión religiosa, los nacionalismos o el funcionamiento de los partidos políticos. Se incluye un extenso apartado en el que aparecen reflejados aspectos concretos de la vida política, de los valores sociales, los modelos culturales, el sectarismo y la difusión de falsedades que afectan al presente y pasado de la vida española.
El autor expone en sus escritos los motivos que le llevaron a renunciar a esas doctrinas. Los artículos, surgidos como reflexiones sobre la realidad, abordan diversos aspectos debatidos hoy en amplios sectores de la sociedad española. El autor se declara enemigo de la mentira y acusa a los historiadores, sociólogos y políticos de la izquierda de ofrecer una visión errónea de los acontecimientos a los que se refieren. Defiende la necesidad de recuperar valores y tradiciones históricas, frente a la degeneración de las costumbres morales y sociales provocada por algunos medios de comunicación.