Carmen Porter - La Iglesia y sus demonios

La autora, completando la trilogía que inició con Misterios de la Iglesia y La Sábana Santa, se adentra en el último gran tabú de nuestro tiempo: la presencia del maligno que, según no pocas personas, sigue librando una gran batalla por dominar el mundo. Terroríficos sucesos de ayer y hoy, archivos que se creían desaparecidos, documentos e imágenes sobre los adoradores de Satán, conversaciones cara a cara con exorcistas o procesos a monjas endemoniadas que se guardaron durante siglos bajo secreto, salen ahora a la luz con este trabajo periodístico de primera magnitud que sorprenderá al lector por el gran trabajo de investigación así como por la crudeza de sus páginas que se inician con la asistencia de la autora a un ritual de exorcismo oficial de la Iglesia Católica en pleno siglo XXI.

Carmen Porter

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Titivillus 03.10.16

Título original: La Iglesia y sus demonios

Carmen Porter, 2005

Diseño de cubierta: Miguel y Bernardo Rivavelarde

Editor digital: Titivillus

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A Iker Jiménez…

… por ser un incomprendido

(todos los genios lo han sido);

… por no comulgar con las normas

(la pleitesía es el camino más fácil);

… por mantener siempre la dignidad

(algo muy difícil en la sociedad actual);

… por no envidiar nunca al prójimo

(la envidia, el mal nacional de los mediocres),

y, en definitiva, por no haber dejado nunca de ser un espíritu libre.

CARMEN MARÍA PORTER UCHA. (Madrid, España, 1974). Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad Europea de Madrid. Es esposa del también periodista Iker Jiménez y, desde sus comienzos profesionales colabora con él en numerosos proyectos en los medios de comunicación.

Su carrera profesional empezó a tener notoriedad a raíz de su labor junto a Iker en el programa de radio Milenio 3, emitido por la Cadena SER desde 2001. No obstante, las mayores cotas de popularidad se las debe al espacio televisivo Cuarto Milenio, que conduce desde 2005, también de nuevo junto a su marido en la cadena de ámbito estatal Cuatro.

En cuanto a su trayectoria en publicaciones escritas, colabora habitualmente en la revista Más Allá, y durante algún tiempo fue jefa de redacción en la revista Enigmas del hombre y del universo.

Por otro lado, ha escrito cinco libros, siempre tratando temas cercanos a lo misterioso y paranormal.

Finalmente, también coordina el blog La Nave de la Moda.

En cuanto a su vida personal, a finales el mes de diciembre de 2011, fue madre de una niña llamada Alma. Ampliando su trayectoria profesional, el 9 de abril de 2013 comenzó a dirigir y presentar Al otro lado en Telecinco, un programa de monográficos que reciclaba temas ya emitidos anteriormente en Cuarto Milenio. No obstante, esta circunstancia no significó una ruptura profesional con Iker Jiménez, ya que siguió con su labor en Cuarto milenio. Tras la segunda emisión, el 16 de abril, y debido a su escasa audiencia, Al otro lado fue retirado de la parrilla de Telecinco.

Yo estuve allí

—No, no, nooooo… ¡¡¡Déjame ya!!!

—¡Dime cómo te llamas y cuándo saldrás de su cuerpo!

—¡Ummmm…! Noooo.

—No puedes hacer nada contra el poder de Dios.

—¡Ja, ja, ja…!

—Te ordeno que abandones de una vez el cuerpo de esta joven.

—No. No quiero. ¡Échame tú, si puedes!

La bajada a la cripta se me hizo eterna. El nerviosismo, poco a poco, se iba apoderando de mi estómago, agarrotándolo. Cada una de las palabras que escuchaba al otro lado de la puerta eran como un mazazo en mis tímpanos.

Era consciente de que muy pocos periodistas habían tenido la oportunidad de presenciar aquel ritual.

Durante unos instantes dudé, y me pregunté por qué no estaba pasando una mañana de domingo como cualquier otro mortal, tranquila y ociosa.

Estuve a punto de volver al coche y tomar cualquier carretera que me llevara a un lugar más apacible.

Pero, de pronto, la puerta que me separaba de aquellos gritos animalescos se abrió. Un sacerdote, ataviado con sotana de las de antaño, amablemente me invitó a pasar.

De nuevo, dudé.

La curiosidad venció al miedo.

Iba a ser testigo de un exorcismo.

Una cita muy especial

Siempre recordaré las palabras de aquel 22 de marzo de 2002. Me encontraba cenando en un restaurante italiano, junto al periodista Iker Jiménez y al investigador Francisco Contreras, cuando, de repente, sonó mi teléfono móvil.

Inmediatamente reconocí la voz; pertenecía a un buen amigo. Se trataba de Francisco Pérez Abellán, uno de los periodistas de sucesos con más casos investigados a sus espaldas.

Antes incluso de que pudiera saludarlo, a bocajarro, me hizo una proposición que sabía que no iba a poder rechazar:

—Carmen, ¿queréis venir mañana a un exorcismo?

Realmente me quedé impactada por las palabras de Paco, y durante un momento dudé si se trataba de una broma.

Pero no, no lo era.

—Mañana, a las diez. Cerca de Alcalá de Henares. Los realiza un sacerdote de la Iglesia católica. Nos deja grabar el audio.

En milésimas de segundo, por mi mente pasaron escenas que había leído en decenas de libros dedicados a la posesión. Las historias vividas por exorcistas como el padre Suñer o el padre Francisco de Paula Solá, que había plasmado en mi primer libro, Misterios de la Iglesia, de repente se hicieron más nítidas en mi pensamiento.

¿De veras iba a poder acudir a un exorcismo? ¿Sería testigo de los fenómenos paranormales sobre los que tantas veces había escrito? ¿De verdad existirían los endemoniados? ¿Hoy en día se seguían realizando este tipo de rituales?

23 de marzo de 2002

El día amaneció lluvioso. El color gris del cielo madrileño era el idóneo para recrear las escenas que en unos minutos íbamos a contemplar.

Salimos en comitiva, en dos coches, hacia la dirección que Abellán llevaba apuntada en un papel.

Llegamos al lugar indicado. Era una zona solitaria. Inmediatamente comprendí por qué.

Paco nos guió hasta unas escaleras que desembocaban en una especie de sótano. Una puerta de metal cerrada con llave nos impidió el paso.

Habíamos llegado unos minutos antes de la hora prevista y esperamos a que alguien viniera en nuestra busca.

De repente, todos pegamos un brinco hacia atrás. Se escuchó un grito ensordecedor. Lastimero.

Nos miramos y sonreímos. El nerviosismo hace que no sepas cómo reaccionar.

De nuevo, otro lamento y dos voces. Ambas parecían masculinas.

—Clac, clac…

Alguien giró dos veces la llave dentro de la cerradura, y la puerta se abrió.

—¡Ah! Ya han llegado. Salía a buscarlos. ¿Por qué no me han avisado?

El padre José Antonio Fortea nos invitó a pasar.

Observé un largo pasillo. A oscuras. Al final, otra puerta.

—La chica ya está preparada. Solo queda que Zabulón salga de su cuerpo. Vamos a ver si hoy es posible. Este último demonio se está resistiendo.

Sin decir nada, seguimos al párroco.

—¿Estáis preparados?

Poco a poco fue abriendo la portezuela que nos separaba de la estancia de donde procedían los chillidos. Cada vez eran más claros.