Departamento de Guerra - Instrucciones para los soldados estadounidenses en Gran Bretaña, 1942

Título original: Instructions for Americam Servicemen in Britain, 1942

Departamento de Guerra, 2005

Traducción: Cora Tiedra García

Editor digital: Titivillus

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[1] Sobrenombre por el que se conoció a los soldados británicos durante el siglo XVIII y que tiene su origen en la casaca de color rojo que formaba parte de su uniforme tanto ceremonial como de batalla. (N. de la T.).

[2] Durante la Segunda Guerra Mundial, los soldados británicos eran conocidos genéricamente como Tommies. Este apelativo tiene su origen en un personaje real, Tommy Atkins, que fue soldado raso durante la guerra de la Independencia estadounidense. El duque de Wellington tomó su nombre al azar en 1829 como ejemplo para el libro de cuentas que llevaban los soldados, lo que le consagraría como representante simbólico de todos ellos. (N. de la T.).

[3] En inglés, village cricket. Término peyorativo con el que en Inglaterra se refieren a veces al críquet que se juega en las zonas rurales. (N. de la T.).

[4] Tío Sam (Uncle Sam en inglés) es la personificación nacional de los Estados Unidos y, específicamente, del gobierno estadounidense. El primer uso de la expresión se remonta a la Guerra de 1812 y su primera ilustración gráfica a 1852. Habitualmente se representa como un hombre mayor, de semblante serio, pelo blanco, barba y vestido con ropa que asemeja a la bandera de los Estados Unidos (N. de la T.).

[5] El esfuerzo de Estados Unidos por recaudar las deudas de guerra tras la Primera Guerra Mundial fue uno de los objetivos más criticados de su política exterior. Esta práctica hizo que el país fuera estereotipado en el extranjero como un malvado acreedor y lo apodaran «Tío Shylock» (Uncle Shylock en inglés), en alusión al despiadado usurero de El mercader de Venecia, de Shakespeare. (N. de la T.).

El panfleto original, cuyo texto reproducimos aquí, consta de siete páginas mecanografiadas e impresas en papel oficial de mala calidad. El documento fue publicado por el Departamento de Guerra de Estados Unidos en 1942 y distribuido a los soldados estadounidenses que iban a Gran Bretaña para prepararse para la invasión de la Europa ocupada. Muchos de ellos nunca habían estado en el extranjero antes, y el objetivo declarado del panfleto era preparar a esos jóvenes de las fuerzas armadas de Estados Unidos para la vida en un país tan diferente al suyo e intentar prevenir cualquier fricción entre ellos y la población local. La copia de la Biblioteca Bodleiana fue entregada a la misma por el entonces director de Merton College, sir John Miles, y hoy día se encuentra en Rhodes House, la biblioteca dependiente de la Bodleiana que se encarga de cubrir la historia y política estadounidenses.

El panfleto llamó mucho la atención en Gran Bretaña en su época, entre otras razones porque ofrecía una imagen directa, nada habitual, de los británicos a ojos de los demás. Un editorial del London Times de julio de 1942 sugirió que el panfleto debería convertirse en un bestseller que «deberían comprar los lectores británicos en cantidades superiores a las obras de Edgar Wallace o Nat Gould». No sin ciertas dosis de sarcasmo, el autor comparaba el panfleto con las obras de Irving, Emerson y Hawthorne, todos ellos escritores que habían tratado de interpretar Gran Bretaña para el público estadounidense, y añadía: «Ninguno de esos prestigiosos planteamientos tiene la franqueza de esta revelación de verdades irrefutables».

De manera muy concisa, el panfleto presenta una «instantánea» de Gran Bretaña en tiempos de guerra, utilizando un punto de vista externo y solidario. Posee la misma claridad y franqueza que los noticiarios de guerra y despierta la misma reacción que Welcome to Britain (Bienvenido a Gran Bretaña), la famosa película que produjo la Strand Film Company por petición del Ministerio de Información a fin de proyectársela a los soldados estadounidenses recién llegados. El panfleto también recalca las virtudes británicas de tolerancia y juego limpio, enseña a los estadounidenses a lidiar con situaciones cotidianas en el pub o en el transporte público (donde, por ejemplo, existe la posibilidad de que blancos y negros compartan el mismo vagón de tren, algo ajeno a la experiencia de muchos de los que venían del Sur Profundo), y retrata a un pueblo que lidia estoicamente con los problemas causados por el racionamiento o los bombardeos aéreos y que está decidido a aguantar hasta salir victorioso de la guerra. Puede que esta imagen de Gran Bretaña no fuera del todo real, pero sí lo que la gente de la época quería creer y, desde entonces, se ha arraigado profundamente en la memoria popular de la Segunda Guerra Mundial.

John Pinfold

Bibliotecario, Rhodes House

1994

En 1942 Estados Unidos empezó a enviar a miles de soldados a Gran Bretaña para preparar el Desembarco de Normandía.

Para orientar a esos jóvenes, que en su inmensa mayoría no había salido nunca de su país, el Departamento de Guerra encargó estas páginas.

Este pequeño panfleto —inédito en nuestro idioma— es un testimonio simpático y divertido sobre un mundo anterior a la corrección política, la Wikipedia y Google Maps.

Para fans de la Segunda Guerra Mundial y curiosos impertinentes.

«… Es una falta de cortesía criticar a tus anfitriones. Militarmente hablando, es una estupidez insultar a tus aliados».

Departamento de Guerra

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Titivillus 28.04.18

V AS a Gran Bretaña como parte de una ofensiva aliada: para enfrentarte a Hitler y derrotarle en su propio terreno. Durante un tiempo vas a ser huésped de Gran Bretaña. Esta guía tiene como objetivo familiarizarte con los británicos, su país y sus costumbres.

Estados Unidos y Gran Bretaña son aliados. Hitler sabe que son países poderosos, fuertes y resolutivos. También sabe que ambos, junto con el resto de Naciones Unidas, urdirán, en última instancia, su aplastante derrota.

Es lógico, por tanto, que la primera y principal tarea que Hitler haya encomendado a sus jefes de propaganda sea la de distanciar a Gran Bretaña y Estados Unidos y generar desconfianza entre ellos. De conseguirlo, las probabilidades de alzarse con la victoria «podrían» volver a decantarse de su lado.

N O ES TIEMPO DE ABRIR VIEJAS HERIDAS . Si tu familia es de origen irlandés, quizá veas a los ingleses como perseguidores de los irlandeses o como los casacas rojas enemigos que lucharon contra nosotros en la guerra de la Independencia y en la guerra de 1812. Pero ahora no es tiempo de volver a pelear por guerras pasadas o de abrir viejas heridas. No importa de qué lado lucharon nuestros abuelos en la Guerra Civil, porque eso hoy no significa nada.

Nosotros podemos vencer la propaganda de Hitler con nuestras propias armas, sentido común y entendimiento de las verdades irrefutables.

La verdad más irrefutable de todas es que el pueblo británico y el pueblo estadounidense comparten estilos de vida muy similares. Ambos hablan la misma lengua y creen en el gobierno representativo, en la libertad de culto y en la libertad de expresión. Pero cada país tiene pequeñas características nacionales en las que difieren. Causando malentendidos sobre esas diferencias es como Hitler espera hacer efectiva su propaganda.