Romain Parmentier - Magallanes

• ¿Nacimiento? Hacia 1480 en Sabrosa o en Oporto (Reino de Portugal)
• ¿Muerte? El 27 de abril de 1521 en la isla de Mactán (Filipinas)
• ¿Objetivo de la expedición? Llegar a las Molucas (archipiélago situado al este de Indonesia) por el oeste
• ¿Zonas del mundo exploradas?
  • La desembocadura del río de la Plata
  • El estrecho de Magallanes
  • El océano Pacífico
  • Las islas Marianas
  • Filipinas
  • Las Molucas
• ¿Descubrimientos destacados? El hecho de que la Tierra es sin lugar a dudas redonda y el estrecho de Magallanes

El 20 de septiembre de 1519, 265 hombres capitaneados por el navegante y explorador Fernando de Magallanes inician un viaje que transformará nuestra percepción de la Tierra. En algo menos de tres años, realizan la primera vuelta al mundo.

Sin embargo, el verdadero fin de la expedición es, ante todo, comercial. Pretenden llegar a las islas del mar de las Molucas, situadas en el Lejano Oriente y conocidas por su importante producción de especias. Estas últimas, que suponen una verdadera fuente de riqueza en la época moderna, son muy apreciadas en Europa y traen prosperidad a todo aquel que comercia con ellas. Con mucha experiencia acumulada en el mar, Fernando de Magallanes desea llegar a estas islas y formula la idea de abrir una nueva ruta marítima por el oeste bordeando América.

El viaje está plagado de obstáculos: Fernando de Magallanes tiene que enfrentarse a temporales marítimos, falsas esperanzas, cálculos erróneos, enfermedades, hambre y revueltas. Pero el navegante se mantiene firme y continúa con la expedición. Durante su periplo, descubre un estrecho desconocido al bordear América, logra atravesar el inmenso océano Pacífico y acaba llegando al Lejano Oriente por el oeste. Cuando vuelve a España, su expedición confirma de una vez por todas que la Tierra es esférica, lo que supone un cambio radical en los conocimientos geográficos y le ofrece al mundo nuevas perspectivas.

Retrato de Magallanes por Charles Legrand, c. 1841.

Fernando de Magallanes (o Fernão de Magalhães) es un navegante y explorador que se encuentra en el origen de la primera circunnavegación de la Tierra. Procedente de una familia de la pequeña nobleza portuguesa, nace hacia 1480 en el norte de Portugal, en Sabrosa o en Oporto. Ya adulto, decide alistarse en la marina, donde rápidamente gana experiencia en el mar. En 1505 participa en la expedición de Francisco de Almeida (almirante y virrey portugués de la India, c. 1450-1510), lo que le permite familiarizarse con la ruta de la India y con los peligros de las travesías.

A pesar de sufrir algunos accidentes y heridas, su amor por la aventura se mantiene intacto. En 1509 y en 1511 se encuentra en Malaca (Malasia), donde compra un esclavo, Enrique (nacido hacia 1495). Poco después, pasa a estar bajo el mandato de Alfonso de Alburquerque (virrey de la India, 1453-1515) y participa al servicio de Portugal en una expedición que quiere someter Malaca y después llegar a las Molucas. Aunque Magallanes no consigue llegar hasta las Molucas, su amigo más cercano, Francisco Serrano (fallecido en 1521) prosigue el viaje y logra alcanzarlas. Una vez allí instalado, este último le envía cartas a Magallanes en las que le describe las riquezas que colman el archipiélago, como las especias. Esta correspondencia alimenta el gran propósito del navegante.

Durante el verano de 1513, Magallanes, de nuevo al servicio de Portugal, participa en una expedición contra los moros en Marruecos. Sin embargo, herido en la rodilla y, como consecuencia, cojo de por vida, abandona su puesto sin autorización y le acusan de malversación. Aunque es absuelto por el rey Manuel I (1469-1521), el navegante es expulsado de la Corte. Esto le lleva a retirarse en su tierra, donde elabora, a la manera de Cristóbal Colón (navegante genovés, 1450/1451-1506), el proyecto que le hará célebre: llegar a las Molucas por el oeste bordeando América y completar así la primera vuelta al mundo.

La historia de Fernando de Magallanes se confunde en muchos aspectos con la del descubridor del Nuevo Mundo. Al igual que Cristóbal Colón, acude a la Corte del rey de Portugal para obtener la financiación de su expedición. Como también le ocurrió a este, el rey se niega. Entonces, Fernando de Magallanes recurre a España. Para tener el máximo de posibilidades, el navegante profundiza sus conocimientos, estudia geografía y comprende los descubrimientos realizados durante los últimos años.

En octubre de 1517 se encuentra en Sevilla. Después de un primer rechazo, España acaba viendo en el proyecto de Magallanes una ocasión para enriquecerse. El 22 de marzo de 1518, el joven rey Carlos I, futuro Carlos V (1500-1558), considera que la empresa es muy interesante y le da su aprobación.

Así, con casi 40 años, Fernando de Magallanes abandona Sanlúcar el 20 de septiembre de 1519 con cinco navíos. Pero el viaje está sembrado de obstáculos y solo un barco regresará. Tras una larga travesía por el Atlántico, el explorador llega a Río de Janeiro el 13 de diciembre. Un mes más tarde, alcanza la desembocadura del río de la Plata, pero aún no encuentra el esperado pasaje hacia el otro océano. Fernando de Magallanes tiene que esperar hasta el 21 de octubre de 1520 para llegar al estrecho —al que le dará su nombre— que le lleva hasta el océano Pacífico. Sin embargo, poco a poco, la emoción del descubrimiento da paso al hastío: la travesía por el océano es interminable.

No llegan a Filipinas hasta marzo de 1521. Este destino será el último de Fernando de Magallanes que, implicado en las luchas indígenas, es asesinado el 27 de abril de 1521 sin haber podido conquistar las Molucas. Otro le sucede y cumple la misión. Con un navío y una tripulación reducida a 18 miembros, este último realiza la primera vuelta al mundo y regresa a Sanlúcar el 6 de septiembre de 1521.

A finales del siglo XV y a principios del XVI, Europa comienza a explorar el mundo. Las razones que la empujan a esta aventura son principalmente de orden económico: el control del comercio de las especias, uno de los productos alimentarios más singulares para los europeos. Debido a esta rareza y, sobre todo, a la dificultad para conseguirlas, las especias han adquirido un valor comercial considerable, que a veces incluso supera al del oro.

A lo largo de toda la Edad Media, el comercio de especias procedentes de Oriente Medio se encuentra en manos de las ciudades italianas, como Génova o Venecia. Estas últimas compran los productos procedentes de Asia y, a continuación, los revenden en toda Europa. Pero en el siglo XV, la situación cambia radicalmente. Los otomanos, que llevan varios siglos expandiéndose, acaban por conquistar la ciudad de Constantinopla y ponen fin al Imperio bizantino en 1453. Este acontecimiento no es anodino. De hecho, Constantinopla es desde hace mucho tiempo una importante pasarela entre Oriente y Occidente, y su conquista supone el cierre parcial de las rutas comerciales con Asia. A partir de este momento, el comercio de especias debe tener en cuenta al intermediario otomano, lo que hace que las tasas aumenten.

Además, Europa también se enfrenta a una perceptible disminución de sus reservas de oro y plata. Los yacimientos del continente ya no son productivos, y sus reservas ya no son suficientes para alimentar a una economía que se encuentra en pleno crecimiento desde la aparición de una burguesía urbana emprendedora. Además, las restricciones aumentan, puesto que el oro y la plata salen progresivamente de Europa y llegan a Oriente, ya que se utilizan para comprar los productos alimentarios lujosos tan codiciados por los europeos. Por ello, estos últimos tienen que encontrar imperativamente nuevos yacimientos de estos metales a riesgo de ver cómo su economía se desmorona completamente.