Romain Parmentier - Darwin

• ¿Cuándo? El 24 de noviembre de 1859
• ¿Dónde? En Londres
• ¿Contexto? La fascinación por la ciencia y el debate sobre el origen de las especies en el siglo XIX
• ¿Protagonistas?
  • Charles Darwin, naturalista británico (1809-1882)
  • Alfred Russel Wallace, viajero y naturalista británico (1823-1913)
• ¿Repercusiones?
  • Nueva concepción de la historia natural sobre el origen de las especies
  • Creación del darwinismo

El 24 de noviembre de 1859 se publica el libro titulado El origen de las especies por medio de la selección natural, o la preservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida. Esta obra, reeditada varias veces y traducida a muchos idiomas, conmociona la opinión pública del siglo XIX. En ella, su autor, Charles Darwin, afirma que todas las especies que pueblan la Tierra son fruto de una lenta evolución y que siguen evolucionando en una encarnizada lucha por la supervivencia. Pero ¿no eran las especies seres inmutables en una naturaleza llena de bondad según la voluntad de Dios? El abismo que separa estas dos concepciones es enorme.

Charles Darwin necesita muchos años para transcribir sus reflexiones y sus ideas. Apasionado de las ciencias naturales, es sobre todo su viaje como naturalista a bordo del Beagle lo que sienta las bases de sus revolucionarias ideas. El navío parte en diciembre de 1831 y no regresa a Inglaterra hasta octubre de 1836. Durante estos cinco años, el joven científico tiene la oportunidad de reunir y estudiar un gran número de especies animales y vegetales. Asimismo, se enfrenta a una serie de experiencias que cambiarán definitivamente su visión de la naturaleza.

A su regreso, Charles Darwin pone en orden sus ideas. En 1839 llega a la conclusión de que las especies sufren cambios que permiten una evolución por medio de una selección natural en la lucha por la vida. Carcomido por la angustia ante las consecuencias que tal giro científico podría generar, el naturalista tarda veinte años en acabar su obra, esforzándose por responder a sus contestatarios, y marca para siempre la historia del mundo.

Charles Darwin es un naturalista que crea la teoría de la evolución. Nace el 12 de febrero de 1809 en Shrewsbury, Inglaterra, en una familia acomodada y culta. De hecho, los abuelos del joven son el médico, botánico, zoólogo y poeta Erasmus Darwin (1731-1802) y el afamado ceramista Josiah Wedgwood (1730-1795), y su padre es Robert Waring Darwin (1766-1848), médico. A pesar de la excelente trayectoria familiar, Charles Darwin muestra muy poco interés por los estudios, lo que se refleja en sus resultados escolares. Por el contrario, le apasiona la naturaleza y empieza desde muy pequeño a coleccionar plantas e insectos.

Retrato de Charles Darwin a la edad de 7 años, por Ellen Sharples, 1816.

En 1825, cuando tiene 16 años, su padre decide enviarle a la universidad de Edimburgo para estudiar medicina. Pero estos estudios suscitan el aburrimiento y hasta el rechazo del joven, que los abandona dos años más tarde. Sin embargo, recibe sus primeras clases de historia natural, que consolidan su pasión por la botánica y la zoología. Como parece que Darwin no tiene una verdadera vocación, su padre le propone hacerse pastor, pero para ello tiene que obtener un diploma. Así, Charles Darwin comienza con poco entusiasmo tres años de estudio en Cambridge. No obstante, tiene la oportunidad de recibir clases de botánica, y traba amistad con el profesor John Henslow (botánico y geólogo británico, 1796-1861).

En 1831 obtiene por fin su título, el Bachelor of Arts, y siguiendo los consejos de su amigo y profesor, participa poco tiempo después en una expedición del geólogo Adam Sedgwick (1785-1873) en el norte del País de Gales. Esta experiencia mejora la formación de naturalista de Charles Darwin que, además de estar familiarizado con la botánica y con la zoología, ahora lo está con la geología.

Al salir de la universidad no quiere convertirse en pastor. Sueña más bien con aventuras y viajes, como los grandes naturalistas de su época. Una vez más, John Henslow le aconseja y le propone participar como naturalista en la expedición del HMS Beagle. Para ello, incluso envía una carta de recomendación al capitán del navío, Robert FitzRoy (1805-1865). Finalmente se deciden por escoger a Charles Darwin para la expedición, y este embarca a bordo del navío en diciembre de 1831, después de obtener a duras penas el consentimiento de su padre. Aunque el viaje debía durar dos años, el Beagle necesita cinco para cumplir su misión. Este viaje es determinante para Darwin que, a fuerza de observar, de recoger y de analizar todos los especímenes de plantas, de animales y de minerales que encuentra, comienza a esbozar la teoría que le hará célebre.

De regreso a Inglaterra, se da cuenta de que se ha vuelto famoso en el entorno científico. En efecto, John Henslow se ha encargado de publicar la correspondencia de viaje del joven naturalista. Gracias a este apoyo, Charles Darwin ve la posibilidad de vivir de sus investigaciones científicas y se olvida para siempre de su carrera de pastor. En 1839 se casa, entra en la Royal Society y publica su relato del viaje en el Beagle, que incluye una teoría sobre la formación de los atolones.

Sin embargo, en 1858, otro naturalista llamado Alfred Russel Wallace le envía sus obras, en las que presenta una teoría de la evolución similar a la suya. Darwin, presionado por sus amigos, decide publicar por fin sus trabajos para que no se le adelanten. El 24 de noviembre de 1859 se publica El origen de las especies por medio de la selección natural, o la preservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida. El éxito no se hace esperar.

A raíz de esta publicación, todo el campo de la biología se ve alterado y se abren intensos debates en el seno de la comunidad científica. Pero Darwin se mantiene al margen de las polémicas y sigue dedicándose a sus investigaciones, que dan lugar a numerosos otros escritos y que perfeccionan su teoría. Fallece el 19 de abril de 1882 en Down, Kent.

Alfred Russel Wallace, 1908.

El naturalista Alfred Russel Wallace nace el 8 de enero de 1823 en Usk (Inglaterra). Apasionado por las ciencias naturales, emprende entre 1848 y 1852 un viaje a América del Sur donde, como otros naturalistas, recoge, observa y estudia todo tipo de especímenes. En 1854 viaja al archipiélago malayo y se establece principalmente en Borneo.

Siguiendo sus observaciones, formula muy rápidamente la misma idea que tiene Charles Darwin: que las especies animales y vegetales son fruto de una larga evolución impulsada por la selección natural. En 1858, desea cotejar sus ideas y le envía su trabajo Sobre la tendencia de las variedades a diferenciarse indefinidamente de la forma original a Darwin. Al ver hasta qué punto los trabajos de Alfred Wallace están avanzados, este último decide publicar lo antes posible su propia teoría, impulsado por sus amigos. Reconociendo que los trabajos de Charles Darwin son anteriores a los suyos, Alfred Wallace continúa sirviendo a la teoría de la evolución durante toda su vida.

Fallece el 7 de noviembre de 1913 en Broadstone (Inglaterra).

El siglo XIX es, sin lugar a dudas, el de Inglaterra. El país que ve nacer a Charles Darwin vive, en efecto, su época de esplendor. Aunque su poder comenzó a aumentar muchos decenios atrás, este crecimiento se acelera especialmente a finales del siglo XVIII y en el siglo XIX. Es el primer país que entra en la revolución industrial del hierro, del carbón y de la máquina de vapor, lo que le ofrece la posibilidad de adelantar al resto de naciones. Por ello, la industria desarrolla considerablemente la economía británica, e Inglaterra exporta cada vez más sus mercancías, hasta el punto de convertirse en primera potencia económica mundial.