AGRADECIMIENTOS
Mientras escribía este libro trabajé en la Frederick Lewis Allen Room de la New York Public Library, la Firestone Library de la Universidad de Princeton, la Biblioteca del Museo Británico en Londres y la Bibliothèque Nationale de París. Doy las gracias al personal de todas estas Instituciones por su ayuda y cortesía.
Tengo una gran deuda con Janet Kellock, Edward Kline y Juan de Beistegui, que me animaron constantemente y me hicieron muchas útiles sugerencias.
Por su ayuda específica al trabajar en partes del manuscrito o al ayudarme a conseguir materiales difícilmente accesibles, quiero dar las gracias a Valery y Galina Panov, Constantin Kuzminski, el difunto Max Hayward, Helen Semmler, Marylin Sweezey, Valery e Irina Kuharets, George Riabov, Nikita Romanov, Dr. Ismail Amin, profesores John Malmstad, Edward Blane, Elisabeth Valkenier y Zoya Trifunovich, al igual que al profesor Martin Bos de la Universidad de Utrecht y el vicealmirante H. Bos de la Real Marina holandesa. Estoy especialmente agradecido al difunto príncipe Pablo de Yugoslavia y a la princesa Olga de Yugoslavia que me proporcionaron materiales raros de su biblioteca privada. Por su apoyo y guía en tiempos problemáticos, quiero dar las gracias a Nicholas A. Robinson y Charles H. Miller.
Mientras escribía este libro hice muchos viajes a la Unión Soviética. En los museos, bibliotecas y lugares históricos, siempre fui bien recibido, en especial en Leningrado, cuando la gente se enteró que mi tema iba a ser el fundador de su querida ciudad. Por razones que parecerían exageradas a la mayor parte de los lectores occidentales, pero que los ciudadanos soviéticos entenderán plenamente, prefiero no dar los nombres de quienes me ayudaron. Saben quiénes son y les doy las gracias. Hace unos años, mencioné a un amigo, un distinguido editor francés, que trabajaba con Robert Gottlieb, de Knopf, en este libro. Le dije que creía que Bob era el mejor editor de Nueva York, pero mi amigo me corrigió: «Del mundo», dijo. Es cierto. En Bob Gottlieb se combinan de una forma única la dedicación a sus autores, el entusiasmo por su trabajo y su habilidad para saber cómo debe construirse un libro y dónde debe cortarse exactamente. Me siento afortunado y agradecido.
Pocos lectores saben de los detalles inacabables y esenciales que requiere transformar un largo manuscrito en un libro impreso. Katherine Hourigan, de Knopf, lo hizo espléndidamente, trabajando con problemas del texto, dibujos, mapas y muchas otras cosas, sin perder nunca su serenidad ni su sonrisa.
Hubo otros en Knopf que me ayudaron a crear este libro: Martha Kaplan, Lesley Kraus, Virginia Tan, William Luckey, Nina Bourne, Anne McCormick, William Loverd, Jane Becker Friedman, Eleanor French y Toinette Lippe. La Editorial Knopf es como una familia y durante los seis meses en que trabajé allí, casi diariamente, todos hicieron que me sintiera como un miembro más de la familia. Ahora que está terminado el libro debo buscar nuevas razones para continuar con mis visitas.
Mis hijos, Bob, Susanna y Elisabeth me han dado su amor, su apoyo y sobre todo su paciencia durante muchos años. Cuando comencé a trabajar con este libro, eran bastante niños; ya son casi adultos. Durante todo este tiempo han confiado en que iba a aparecer el «Libro de papá».
Los autores suelen dar las gracias a sus esposas, ¿pero cómo se muestra agradecimiento a una esposa que es también autora? Mientras escribía este libro, Suzanne Massie escribió dos libros, al mismo tiempo que cuidaba de nuestro hogar y de nuestros hijos, sin olvidar a sus muchos amigos, tanto en el Este como en el Oeste. A esa mujer extraordinaria, expreso mi gratitud y admiración.
El zar Alexis, Padre de Pedro
Natalya Naryshkina, Madre de Pedro
Palacio de madera de Kolomenskoe
Medio hermano de Pedro y cozar, Iván
Vasily Golitsyn
Sofia media hermana de Pedro, Regente de Rusia
Francis Lefort
El sitio de Azov, 1796
La casa de Pedro en Zaandam, Holanda, 1697
Popular xilografía que describe el corte de las barbas rusas
Medallón que indicaba que el portador había pagado un impuesto para mantener su barba
Alexander Menshikov
Peter Tolstoy
Fedor Romodanovsky
Boris Sheremetev
Jacob Dolgoruky
Fedor Apraxin
Gavril Golovkin
Peter Shafirov