«Desde el 19 de febrero hasta el 13 de julio de 1936, las supremas instituciones del poder republicano carecen, ante todo, de la continuidad personal imprescindible para la realización de una profunda y eficaz obra de gobierno. En estos cinco meses, las República española está regida nada menos que por tes presidentes: Niceto Alcalá Zamora, Diego Martínez Barrio y Manuel Azaña. Tres son también los gobiernos del periodo (Azaña, Barcia y Casares). En los tres se mantiene la misma línea a través casi de las mismas personas.
A pesar de que estaba dominado por la sombra de dos grandes bloques o frentes, el Parlamento del Frente Popular constaba de 33 partidos y grupos políticos nada menos, lo que, como puede preverse, en nada facilitaba la labor constructiva de la Cámara. Pero mucho más graves eran las grietas que dividían a cada uno de los grandes bloques, las “fisuras marcadas” que decía Azaña, y los abismos que separaban a un bloque de otro».
Ricardo de la Cierva
El Frente Popular: triunfo y radicalización
Episodios históricos de España - 31
ePub r1.0
Bacha15 30.05.14
Título original: El Frente Popular: triunfo y radicalización
Ricardo de la Cierva, 1997
Editor digital: Bacha15
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RICARDO DE LA CIERVA Y HOCES. (Madrid, España; 9 de noviembre de 1926) es un Licenciado y Doctor en Física, historiador y político español, agregado de Historia Contemporánea de España e Iberoamérica, catedrático de Historia Moderna y Contemporánea por la Universidad de Alcalá de Henares (hasta 1997) y ministro de Cultura en 1980.
Nieto de Juan de la Cierva y Peñafiel, ministro de varias carteras con Alfonso XIII, su tío fue Juan de la Cierva, inventor del autogiro. Su padre, el abogado y miembro de Acción Popular (el partido de Gil Robles), Ricardo de la Cierva y Codorníu, fue asesinado en Paracuellos de Jarama tras haber sido capturado en Barajas por la delación de un colaborador, cuando trataba de huir a Francia para reunirse con su mujer y sus seis hijos pequeños. Asimismo es hermano del primer español premiado con un premio de la Academia del Cine Americano (1969), Juan de la Cierva y Hoces (Óscar por su labor investigadora).
Ricardo de la Cierva se doctoró en Ciencias Químicas y Filosofía y Letras en la Universidad Central. Fue catedrático de Historia Contemporánea Universal y de España en la Universidad de Alcalá de Henares y de Historia Contemporánea de España e Iberoamérica en la Universidad Complutense.
Posteriormente fue jefe del Gabinete de Estudios sobre Historia en el Ministerio de Información y Turismo durante el régimen franquista. En 1973 pasaría a ser director general de Cultura Popular y presidente del Instituto Nacional del Libro Español. Ya en la Transición, pasaría a ser senador por Murcia en 1977, siendo nombrado en 1978 consejero del Presidente del Gobierno para asuntos culturales. En las elecciones generales de 1979 sería elegido diputado a Cortes por Murcia, siendo nombrado en 1980 ministro de Cultura con la Unión de Centro Democrático. Tras la disolución de este partido político, fue nombrado coordinador cultural de Alianza Popular en 1984. Su intensa labor política le fue muy útil como experiencia para sus libros de Historia.
En otoño de 1993, Ricardo de la Cierva creó la Editorial Fénix. El renombrado autor, que había publicado sus obras en las más importantes editoriales españolas (y dos extranjeras) durante los casi treinta años anteriores, decidió abrir esta nueva editorial por razones vocacionales y personales; sobre todo porque sus escritos comenzaban a verse censurados parcialmente por sus editores españoles, con gran disgusto para él. Por otra parte, su experiencia al frente de la Editora Nacional a principios de los años setenta, le sirvió perfectamente en esta nueva empresa.
De La Cierva ha publicado numerosos libros de temática histórica, principalmente relacionados con la Segunda República Española, la Guerra Civil Española, el franquismo, la masonería y la penetración de la teología de la liberación en la Iglesia Católica. Su ingente labor ha sido premiada con los premios periodísticos Víctor de la Serna, concedido por la Asociación de la Prensa de Madrid y el premio Mariano de Cavia concedido por el diario ABC.
Notas
[1] Gil Robles, J. M., No fue posible la paz, p. 5.
[2]Ibid., p. 521.
[3] Gordón Ordás, E., Mi política en España, II, 525.
[4] Bécarud, J., La Segunda República española, 1967, p. 154 s.
[5] Cfr. Los documentos de la primavera trágica, p. 135.
[6] Cfr. Quaranta anys d’advocat, p. 375.
[7]Arriba, núm. 33, 23 de febrero de 1936. Obras, 1964, p. 896 s.
[8]España, 1964, p.448 s.
[9]Anticaballero, 1936, p. 207.
[10] Ramos Oliveira, A., Historia de España, 1952, III, p. 242.
[11]Histora de la guerra de liberación, 1945, p. 421.
[12] Díaz-Plaja, F., op. cit., p.840
[13] Azaña, M., Obras Completas, VI, p. 566.
[14] Gil Robles, J. M., No fue posible la paz, p. 498.
[15] Azaña, M., Obras Completas, VI, p. 566.
[16] Azaña, M., Obras Completas, IV, p. 568.
[17] Cfr. Los documentos de la primavera trágica, p. 544.
[18] Azaña, M., Obras Completas, IV, p. 572.
[19] Gil Robles, J. M., No fue posible la paz, 1968, p. 540.
[20] Jackson G., La República española y la Guerra Civil, 1967, p. 157.
[21] Cita en Seco Serrano, p. 416.
[22] Azaña, M., Obras Completas, IV, p. 719.
[23]Quaranta anys d’advocat, p. 400.
[24] Maurín, J., Revolución y contrarrevolución en España, 1966, p. 238.
[25]Los documentos de la primavera trágica, p. 274.
[26] Castro Marcos, M., El Ministerio de Instrucción Pública bajo la dominación roja, 1939, p. 44.
[27]0bras Completas, III, p. 439.
[28] Cfr. Los documentos de la primavera trágica, p. 546.
[29]España, 1964, p. 212.
[30]Quaranta anys d’advocat, p. 380 s.
[31]Mundo Obrero, 7 de mayo de 1936. Cfr. Los documentos de la primavera trágica, p. 410.
[32]España, 1961, p. 458.
[33] Marichal, J., en Azaña, Obras Completas, III, p. 32s.
[34] Cf. Los documentos de la primavera trágica, p. 409 s.
[35] Cfr. Los documentos de la primavera trágica, p. 211.
[36] Cfr. Los documentos de la primavera trágica, p. 458.
[37] Prieto, I., Convulsiones de España, 1, p. 388.
[38]Ibid., p. 390 s.
[39] Cfr. Los documentos de la primavera trágica, p. 252.
[40] Testimonio personal del ex ministro José Larraz después de la Guerra Civil.
[41] Primo de Rivera, J., Obras, 1964, p. 936.
[42] Gil Robles, J. M., No fue posible la paz, p. 622 s.
[43] Cfr. Los documentos de la primavera trágica, p. 459.
[44] Gil Robles, J. M., No fue posible la paz,