En este nuevo volumen de la serie «Episodios históricos de España», Ricardo De La Cierva analiza la formación del Frente Popular español y su transformación en mito para las izquierdas españolas.
La tesis que defiende el autor es la de que el Frente Popular no fue una creación táctica del Partido Comunista, sino la resurrección de la conjunción republicano-socialista de 1931, auspiciada por Indalecio Prieto y Manuel Azaña ya en 1935, y a la que se sumarían más tarde y darían su carácter revolucionario el ala más radical del PSOE, liderada por Largo Caballero, y el PCE siguiendo las instrucciones del VII Congreso de la Internacional Comunista.
El libro se detiene en la preparación de las elecciones de febrero de 1936, dejando para los dos siguientes volúmenes el desarrollo y resultado de éstas, así como los sucesos de la «primavera trágica», que condujeron al país a la guerra civil.
Ricardo de la Cierva
El Frente Popular: origen y mito
Episodios históricos de España - 30
ePub r1.0
Bacha1505.04.14
Título original: El Frente Popular: origen y mito
Ricardo de la Cierva, 1997
Editor digital: Bacha15
ePub base r1.0
RICARDO DE LA CIERVA Y HOCES. (Madrid, España; 9 de noviembre de 1926) es un Licenciado y Doctor en Física, historiador y político español, agregado de Historia Contemporánea de España e Iberoamérica, catedrático de Historia Moderna y Contemporánea por la Universidad de Alcalá de Henares (hasta 1997) y ministro de Cultura en 1980.
Nieto de Juan de la Cierva y Peñafiel, ministro de varias carteras con Alfonso XIII, su tío fue Juan de la Cierva, inventor del autogiro. Su padre, el abogado y miembro de Acción Popular (el partido de Gil Robles), Ricardo de la Cierva y Codorníu, fue asesinado en Paracuellos de Jarama tras haber sido capturado en Barajas por la delación de un colaborador, cuando trataba de huir a Francia para reunirse con su mujer y sus seis hijos pequeños. Asimismo es hermano del primer español premiado con un premio de la Academia del Cine Americano (1969), Juan de la Cierva y Hoces (Óscar por su labor investigadora).
Ricardo de la Cierva se doctoró en Ciencias Químicas y Filosofía y Letras en la Universidad Central. Fue catedrático de Historia Contemporánea Universal y de España en la Universidad de Alcalá de Henares y de Historia Contemporánea de España e Iberoamérica en la Universidad Complutense.
Posteriormente fue jefe del Gabinete de Estudios sobre Historia en el Ministerio de Información y Turismo durante el régimen franquista. En 1973 pasaría a ser director general de Cultura Popular y presidente del Instituto Nacional del Libro Español. Ya en la Transición, pasaría a ser senador por Murcia en 1977, siendo nombrado en 1978 consejero del Presidente del Gobierno para asuntos culturales. En las elecciones generales de 1979 sería elegido diputado a Cortes por Murcia, siendo nombrado en 1980 ministro de Cultura con la Unión de Centro Democrático. Tras la disolución de este partido político, fue nombrado coordinador cultural de Alianza Popular en 1984. Su intensa labor política le fue muy útil como experiencia para sus libros de Historia.
En otoño de 1993, Ricardo de la Cierva creó la Editorial Fénix. El renombrado autor, que había publicado sus obras en las más importantes editoriales españolas (y dos extranjeras) durante los casi treinta años anteriores, decidió abrir esta nueva editorial por razones vocacionales y personales; sobre todo porque sus escritos comenzaban a verse censurados parcialmente por sus editores españoles, con gran disgusto para él. Por otra parte, su experiencia al frente de la Editora Nacional a principios de los años setenta, le sirvió perfectamente en esta nueva empresa.
De La Cierva ha publicado numerosos libros de temática histórica, principalmente relacionados con la Segunda República Española, la Guerra Civil Española, el franquismo, la masonería y la penetración de la teología de la liberación en la Iglesia Católica. Su ingente labor ha sido premiada con los premios periodísticos Víctor de la Serna, concedido por la Asociación de la Prensa de Madrid y el premio Mariano de Cavia concedido por el diario ABC.
Notas
La polémica histórica entre Franco y la Pasionaria
Para el lector de estos Episodios, el Frente Popular es, sin duda, un problema histórico fundamental, a cuyo origen e inspiración vamos a dedicar este libro; pero la documentación y la convulsión histórica son tan importantes que seguramente nos veremos obligados a incluir ya en el libro siguiente las elecciones de febrero de 1936, su campaña montada al margen de la democracia y sus consecuencias fatales para la democracia. Para el autor de estos Episodios el problema histórico del Frente Popular es también primordial, naturalmente; pero un lejano día de 1968 adquirió, inesperadamente, dimensiones de problema personal gracias a una insólita y secreta polémica que estalló entonces (en curiosa forma de acuerdo inicial) entre Dolores Ibárruri, Pasionaria, y el general Franco, que desempeñaba en aquellos momentos la jefatura del Estado. El autor tuvo que ejercer de árbitro nada menos que entre la Pasionaria y el general Franco, tras desengañar al Caudillo; y de aquel singular suceso arrancó, además, el camino del autor como historiador. Comprenderá fácilmente el lector que entonces y a partir de entonces el autor haya estudiado el problema del Frente Popular con interés muy superior al normal.
El éxito de Laureano López Rodó con su equipo de planificadores del desarrollo económico y social de España desembocaba hacia 1968 –al final de la década que se llamó justamente «del milagro económico»– en la más importante transformación que España había experimentado en toda su historia. Se habían puesto en marcha la Ley de Prensa, que fijaba irreversiblemente, con algunos trompicones, la apertura informativa; y la Ley Orgánica del Estado, que había suscitado grandes esperanzas para una democratización rápida que, por desgracia, quedó congelada cuando parecía arrancar. Un grupo de historiadores militares y universitarios, que trabajábamos libremente pero con cierta coordinación, llevábamos un par de años revisando muy seria y sinceramente la verdadera historia de nuestros años treinta –la República y la Guerra Civil– y empezábamos a publicar estudios monográficos y libros de investigación que siguen vigentes.
Al frente de un nutrido grupo de comunistas veteranos, Dolores Ibárruri, que por su condición de ciudadana soviética residía habitualmente en Moscú, dirigía –no sé con qué dedicación e intensidad, pero su nombre figuraba al frente– a un equipo de comunistas veteranos que iban publicando hasta cuatro volúmenes de una obra histórica, Guerra y Revolución en España (en la Editorial Progreso de Moscú), en la que, entre opiniones y enfoques históricos muy discutibles y dictados por la propaganda, incluían también documentos hasta entonces desconocidos y testimonios de sumo interés.
El cuarto tomo se retrasó mucho y yo comenté en la prensa que seguramente no se atreverían a editarlo; pero la verdad es que lo editaron y el primer día que se abrieron las Cortes democráticas de 1977 me encontré con la señora Ibárruri al cruzar las puertas del hemiciclo. Su figura era inconfundible; a mí tal vez me conociera por fotos de prensa. Me dijo con mucha amabilidad y rapidez: «Ya ve usted cómo sí nos hemos atrevido a publicar el cuarto tomo», cosa que me sorprendió mucho. El cuarto tomo es también muy interesante, aunque alguno de sus capítulos está reconstruido sobre mentiras insignes de propaganda.