• Quejarse

Jean-Dominique Bauby - La escafandra y la mariposa

Aquí puedes leer online Jean-Dominique Bauby - La escafandra y la mariposa texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 1997, Editor: ePubLibre, Género: Historia. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Jean-Dominique Bauby La escafandra y la mariposa

La escafandra y la mariposa: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "La escafandra y la mariposa" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Jean-Dominique Bauby: otros libros del autor


¿Quién escribió La escafandra y la mariposa? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

La escafandra y la mariposa — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" La escafandra y la mariposa " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
El 8 de diciembre de 1995 un grave accidente cardiovascular sumió a - photo 1

El 8 de diciembre de 1995, un grave accidente cardiovascular sumió a Jean-Dominique Bauby en un coma profundo, del que salió semanas después con el cuerpo completamente paralizado pero con las facultades mentales intactas. Padecía el «síndrome de cautiverio», una extraña dolencia que provoca una parálisis completa, un encierro en uno mismo, como dentro de una escafandra. Sólo podía abrir el ojo izquierdo y su única ventana al mundo era el parpadeo. Podía oír, comprender, recordar, pero no hablar. También estaban intactas su imaginación y su memoria: la mariposa. Con su ojo componía palabras, frases y páginas enteras. Primero memorizó y luego dictó todo el libro, letra por letra. De esa manera, Bauby dejó constancia de su existencia y de sus reflexiones en esta breve pero inmensa obra sobre los límites de la dimensión humana, y a través de la escritura prolongó su vida fuera de él, fuera de su cuerpo.

La escafandra y la mariposa se publicó en 1997 y se convirtió inmediatamente en un gran éxito de crítica y de público. Bauby vivió lo suficiente para saberlo, pero murió pocos días después de la publicación en el Hospital Marítimo de Berck, próximo a París. Tenía 44 años.

A diferencia de otros testimonios sobre el triunfo ante la adversidad, éste constituye un verdadero acto literario por derecho propio, una gran obra.

Jean-Dominique Bauby La escafandra y la mariposa Un sobrecogedor testimonio - photo 2

Jean-Dominique Bauby

La escafandra y la mariposa

Un sobrecogedor testimonio sobre los límites de la naturaleza humana

ePub r1.0

nalasss05.09.13

Título original: Le scaphandre et le papillon

Jean-Dominique Bauby, 1997

Traducción: Rosa Alapont

Editor digital: nalasss

ePub base r1.0

Toda mi gratitud para Claude Mendibil cuyo papel esencial en la escritura de - photo 3

Toda mi gratitud para Claude Mendibil,

cuyo papel esencial en la escritura

de estas páginas resultará evidente

al leerlas.

El regreso

El verano toca a su fin. Las noches refrescan y empiezo a arrebujarme bajo las gruesas mantas azules estampadas con la leyenda: «Hospitales de París». Cada día aporta su lote de rostros conocidos tras el paréntesis de las vacaciones: la encargada de la ropa blanca, el dentista, el repartidor del correo, una enfermera que ha sido abuela de un pequeño Thomas y el hombre que en junio se rompió el dedo con la barra de protección de una cama. Uno recupera sus señas de identidad, sus hábitos, y esta primera reanudación de la actividad del hospital me confirma en una certeza: no cabe la menor duda de que he empezado una nueva vida, y es ahí, entre esa cama, esa silla de ruedas, esos pasillos, donde transcurre, y en ninguna otra parte.

Consigo mascullar la cancioncilla del canguro, himno oficial de mis progresos en ortofonía:

El canguro saltó el muro,

el muro del zoo,

Dios, cuán alto era,

Dios, qué hermoso era.

De la reincorporación de los demás sólo me llegan ecos sordos. Reanudación de la actividad literaria, reapertura de las clases, vuelta a la escena parisina; pronto sabré algo más, cuando los viajeros tomen de nuevo el camino de Berck con toda una panoplia de estupendas noticias en sus alforjas. Parece que Théophile anda por ahí con zapatillas de deporte cuyos talones emiten una luz intermitente cuando chocan contra el suelo. Se le puede seguir en la oscuridad. Mientras espero, saboreo la última semana de agosto con el corazón casi ligero, pues, por primera vez en mucho tiempo, no tengo esa horrible sensación de cuenta atrás que, iniciada al comienzo de las vacaciones, nos fastidia de manera inexorable la mayor parte.

Acodada en la mesita de fórmica provista de ruedas que le sirve de escritorio, Claude relee estos textos, que extraemos con paciencia del vacío todas las tardes desde hace dos meses. Me encanta recuperar determinadas páginas. Otras nos decepcionan. ¿Con todo esto se obtiene un libro? Mientras la escucho, observo sus mechones morenos, sus mejillas, tan pálidas, que el sol y el viento apenas han sonrosado, las largas venas azules engastadas en sus manos y la escenografía que se convertirá en la imagen recuerdo de un verano estudioso. El gran cuaderno azul cuyas páginas llena por el anverso con su letra picuda y meticulosa, el estuche de colegiala lleno de bolígrafos de recambio, la pila de pañuelos de papel dispuestos para las peores expectoraciones y el bolso de rafia roja del que de vez en cuando saca monedas para ir a buscar un café. Por la cremallera entreabierta del bolsillito vislumbro la llave de un cuarto de hotel, un billete de metro y un billete de cien francos doblado en cuatro, como objetos traídos por una sonda espacial enviada a la Tierra a fin de estudiar los tipos de hábitat, de transporte y de intercambios comerciales que rigen entre los terrícolas. Ese espectáculo me deja desamparado y pensativo. ¿Existen en el cosmos llaves que puedan abrir mi escafandra? ¿Una línea de metro sin final? ¿Una moneda lo bastante fuerte para comprar mi libertad? Hay que buscar en otra parte. Allá voy.

Berck-Plage, julio-agosto de 1996.

Prólogo

Tras la cortina de tela apolillada, una claridad lechosa anuncia la proximidad del amanecer. Me duelen los talones, mi cabeza parece un yunque, y una especie de escafandra ciñe mi cuerpo. Mi habitación surge con suavidad de la penumbra. Contemplo en todos sus detalles las fotos de los seres queridos, los dibujos infantiles, los carteles, el pequeño ciclista de hojalata enviado la víspera por un amigo desde Paris-Roubaix y el pescante que domina la cama en que me hallo incrustado desde hace seis meses, como un cangrejo ermitaño en su roca.

No es preciso reflexionar demasiado para saber dónde me encuentro y recordarme que mi vida dio un vuelco el viernes 8 de diciembre del pasado año.

Hasta entonces jamás había oído hablar del tronco cerebral. Aquel día descubrí de golpe y porrazo esa pieza maestra de nuestro ordenador de a bordo, cuando un accidente cardiovascular puso dicho tronco fuera de la circulación. Antaño eso se denominaba «congestión cerebral», y uno se moría con absoluta naturalidad. El progreso de las técnicas de reanimación ha sofisticado el castigo. Sobrevives, pero inmerso en lo que la medicina anglosajona ha bautizado con toda justicia como locked-in syndrom: paralizado de la cabeza a los pies, el paciente permanece encerrado en el interior de sí mismo, con la mente intacta y el parpadeo del ojo izquierdo como único medio de comunicación.

Por supuesto, el principal interesado es el último en enterarse de tales bicocas. En lo que a mí respecta, tuve derecho a veinte días de coma y varias semanas de niebla antes de darme cuenta verdaderamente de la extensión de los daños. No emergí por completo a la superficie hasta finales de enero, en esta habitación, la 119, del Hospital Marítimo de Berck, donde en estos momentos se cuelan las primeras luces del alba.

Es una mañana corriente. A las siete, el carillón de la capilla empieza de nuevo a marcar el transcurso del tiempo, cuarto a cuarto. Tras la tregua de la noche, mis cargados bronquios se ponen a resonar ruidosamente otra vez. Mis manos, crispadas sobre la sábana amarilla, me hacen sufrir, sin que logre determinar si me arden o están heladas. A fin de luchar contra la anquilosis, esbozo un movimiento reflejo de desperezo que obliga a brazos y piernas a moverse escasos milímetros. Eso suele ser suficiente para aliviar un miembro dolorido.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «La escafandra y la mariposa»

Mira libros similares a La escafandra y la mariposa. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Alonso Maialen - La Mariposa Atrapada
La Mariposa Atrapada
Alonso Maialen
Dominique Laporte - Historia de la mierda
Historia de la mierda
Dominique Laporte
Dominique Lapierre - …O llevarás luto por mí
…O llevarás luto por mí
Dominique Lapierre
Dominique Lapierre - Érase una vez la URSS
Érase una vez la URSS
Dominique Lapierre
Dominique Lapierre - ¿Arde París?
¿Arde París?
Dominique Lapierre
Dominique Lapierre - Mil soles
Mil soles
Dominique Lapierre
Dominique Lapierre - India mon amour
India mon amour
Dominique Lapierre
Dominique Lapierre - Era medianoche en Bhopal
Era medianoche en Bhopal
Dominique Lapierre
Reseñas sobre «La escafandra y la mariposa»

Discusión, reseñas del libro La escafandra y la mariposa y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.