Un secreto que le funcionará muy bien como practicante de PNL es evitar trabajar con contenido tanto como sea posible. Como practicante de PNL su trabajo no es proporcionar a su cliente una instancia para que pueda ventilar sus problemas y miserias. Eso está bien para los amigos, pero no para una sesión de PNL.
De hecho, una sesión de PNL es mucho más productiva cuando usted evita que su cliente ventile sus emociones negativas. Esto ayuda a que su cliente se concentre más en el proceso. La mejor estructura para los procedimientos de PNL es cuando están libres de contenido. Esto quiere decir, cuando no se dan detales de lo sucedido a menos que sean necesarios. La mayoría de los patrones y métodos que encontrará aquí son del estilo libre de contenido.
Breve historia de la PNL
Es difícil definir la PNL, ya que toma diferentes formas dependiendo cómo se exponga a ella. A continuación revisaremos una breve historia de la PNL para poner las principales ideas en contexto. Aunque existen varias definiciones para la PNL, la definición que a mi parecer destaca sobre el resto es la siguiente:
“La PNL o Programación Neurolingüística es una metodología para producir la excelencia y está basada en el estudio empírico y modelamiento humano con el objetivo de crear habilidades transferibles”.
Para la mayoría de las personas su primer acercamiento con la PNL ha sido en el campo de las ventas, manipulación o incluso de la seducción, pero en realidad la PNL se inició como un sistema terapéutico para resolver conflictos personales como las fobias. La PNL es una metodología más que una ciencia.
Debido a que la PNL inicia con una perspectiva muy psicológica, la lingüística es un elemento clave debido a su efecto en la conciencia y en los patrones de comportamiento.
En la década de los 70 Richard Bandler, en ese momento estudiante de psicología, y John Grinder, profesor de lingüística dieron inicio al campo de la Programación neurolingüística o PNL. Sus primeros esfuerzos consistieron en examinar las habilidades de terapeutas famosos. Intentaron identificar los comportamientos internos y externos que hacían que estos terapeutas fueran tan efectivos. Finalmente se descubrieron creando modelos de estos terapeutas, proceso al que llamaron “modelamiento”. Bandler era especialmente habilidoso para observar las sutilezas de los comportamientos de estos terapeutas, sobretodo su lenguaje corporal-
Grinder analizó cómo los patrones de lenguaje afectaban el comportamiento y pensamiento de sus clientes. Estos dos aspectos de la observación se unieron para crear modelos funcionales y les permitió enseñar a otras personas cómo lograr resultados similares a los logrados por los terapeutas que estaban modelando.
Posteriormente se definieron los procesos de distorsión, eliminación y generalización. Estos son procesos mediante los que nuestros cerebros intentan ser más eficientes, pero Bandler y Grinder sintieron que tenían consecuencias interpersonales y psicológicas muy negativas.
Eventualmente Bandler y Grinder comenzaron a escribir sobre sus descubrimientos y a dictar un curso de psicología (University of Santa Cruz). Esto puede parecer extraño, ya que ninguno de ellos era un terapeuta licenciado y sus técnicas eran muy poco conocidas. De hecho, la universidad discontinuo el curso debido a la experimentación no autorizada en estudiantes. Sin embargo, continuaron realizando seminarios fuera del plantel universitario y entrenaron a personajes que posteriormente se volvieron pilares de la PNL, tales como Robert Dilts, Judith DeLozier, Leslie Cameron, David Gordon y Steve Gilligan.
El valor de la PNL es evidente en la actualidad, y Bandler intentó asegurar los derechos de estas técnicas a su nombre, por lo que demandó a Grinder y a otros, pero perdió las batallas legales. Bandler y Grinder se dividieron y tomaron diferentes direcciones creando nuevos nombres para sus aproximaciones.
CAPÍTULO 2: TÉCNICAS, PATRONES Y ESTRATEGIAS DE PNL
Resultados bien definidos
“La principal razón por las que las personas no alcanzan sus objetivos es porque no los definen, ni siquiera los consideran seriamente como creíbles o alcanzables. Los ganadores siempre le podrán decir lo que están haciendo y lo que planean hacer.” Denis Watley
Anthony Robbins en su libro “Despertando al gigante interior” dice: “Toda definición de objetivo debe ser seguida inmediatamente con un plan de desarrollo y una acción masiva y consistente hacia su cumplimiento. Usted ya tiene este poder en su interior y si aún no lo ha convocado es simplemente porque ha fallado en establecer objetivos que lo inspiren.”
Paso 1: Cree un resultado positivo y especifico
Defina su resultado en términos positivos y específicos. Tómese el tiempo de definir exactamente lo que quiere. Evite objetivos como “no quiero ser pobre”. Un resultado en términos negativos provoca que su mente subconsciente piense y haga realidad lo que usted está resistiendo. Si usted elimina o borra un problema y lo reemplaza con algo positivo ¿Qué sería? Descríbalo. Incluya todos sus sentidos.
Paso 2: Establezca su resultado en términos de habilidad, no en la falta de ésta
Considere el resultado “quiero que todos me apoyen”. Este no es un resultado bien formado. En realidad pensar de esta forma solo evitara que realice algún progreso. Es cierto que algunos resultados requieren apoyo de personas adicionales, pero este resultado tan vago no dice nada sobre lo que usted tiene que hacer para lograrlo ni tampoco dice exactamente qué significa “apoyo”. Considere esta alternativa:
“Al final de la semana habré creado y usado una aproximación que produzca una respuesta positiva en las personas respecto a este tema. Continuaré mejorándola hasta que genere este tipo de respuestas”.