• Quejarse

André Aciman - Lejos de Egipto

Aquí puedes leer online André Aciman - Lejos de Egipto texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2021, Editor: Libros del Asteroide, Género: Niños. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

André Aciman Lejos de Egipto
  • Libro:
    Lejos de Egipto
  • Autor:
  • Editor:
    Libros del Asteroide
  • Genre:
  • Año:
    2021
  • Índice:
    5 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 100
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

Lejos de Egipto: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "Lejos de Egipto" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Por el autor de Llámame por tu nombre, unas inolvidables memorias familiares donde renace el esplendor de un mundo desaparecido.

En Lejos de Egipto, André Aciman rememora su infancia en la espléndida y multicultural Alejandría y las peripecias de su excéntrica familia, judíos sefarditas con raíces turcas e italianas, desde su llegada a la ciudad a principios de siglo hasta su expulsión en la década de los sesenta, cuando el autor era adolescente. Un clan compuesto por figuras tan carismáticas como inclasificables: el tío Vili, exsoldado fanfarrón, fascista italiano y espía británico; las dos abuelas, «la santa» y «la princesa», capaces de chismorrear en seis idiomas, incluido el ladino; la madre, Gigi, una mujer sorda de armas tomar; o la tía Flora, refugiada alemana que no cesa de recordar que los judíos perderán cuanto poseen «al menos dos veces en la vida».

Cómicas y exquisitas, con delicados ecos proustianos, estas hermosas memorias, construidas a la manera de las grandes sagas familiares, consiguen envolver al lector con una historia y unos protagonistas inolvidables. Lejos de Egipto, el libro más querido de su autor y seguramente el más emblemático, es una vívida y melancólica evocación de la infancia como paraíso perdido, y de los perfumes y melodías de un luminoso mundo que el lector tampoco querrá abandonar.

«Fascinante en cada una de sus páginas y capítulos (...) Unas memorias realmente deliciosas, llenas de comicidad, emoción y hechos extravagantes y geniales.» Mercedes Monmany (ABC Cultural)

«Es divertido definir Lejos de Egipto: un poco de Bella del señor, un poco de El cuarteto de Alejandría, un poco de Woody Allen, un poco de Marcel Proust, un poco de Isaac Bashevis Singer... (...) Una memoria íntima de un momento histórico.» Luis Alemany (El Mundo)

«Unas memorias que entretienen tanto o más que una obra de ficción. (...) El autor vuelve a demostrar que es un maestro de la sensualidad y los detalles exquisitos, en esta ocasión añadiendo una inolvidable alegría de vivir.» Sagrario Fernández-Prieto (La Razón)

«Aciman vuelve a enamorarnos, esta vez de su perdido Egipto (...) un ejercicio de recuerdo y nostalgia radiante (...) El detalle de las descripciones de Aciman hacen que sus recuerdos sobre las calles, los comercios, los olores y la luz de Ibrahimiya, Mandara o La Corniche sean palpables.» Mila Méndez (La Voz de Galicia)

«Aciman es tan buen escritor, tiene un ojo tan certero para los detalles y su sentido de la psicología parece tan elevado que siempre estamos dispuestos a creer lo que cuenta con fina ironía. Por la novela desfila una galería de personajes, vívidamente dibujados. (...) La naturaleza de la vida en Alejandría está maravillosamente escenificada.» Luis M. Alonso (La Nueva España)

«Una lectura más que recomendable, sobresaliente.» María-José Furió (Mercurio)

«Aciman logra capturar de forma exquisita el ritmo cotidiano y los rituales de su familia: las salidas semanales al cine, las excursiones diarias a la playa, las pequeñas rencillas sobre cualquier cosa, desde la religión al dinero o a la pronunciación de las palabras. Hay escenas magníficamente vívidas, tan extrañas y maravillosas como en García Márquez, tan cómicas y sorprendentes como en Chéjov.» Michiko Kakutani (The New York Times)

«El pasado capturado de nuevo en estas elegantes memorias de Aciman está lleno de perfume de pepino y melodías de Schubert, queso parmesano y el traqueteo de las fichas de backgammon: todos los olores y sonidos de la Alejandría que conoció antes de irse.» The New Republic

«Bellamente recordado y...

André Aciman: otros libros del autor


¿Quién escribió Lejos de Egipto? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

Lejos de Egipto — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" Lejos de Egipto " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
André Aciman Lejos de Egipto Una autobiografía Traducción de Celia Filipetto - photo 1

André Aciman

Lejos de Egipto

Una autobiografía

Traducción de Celia Filipetto

Índice Primera edición en Libros del Asteroide 2021 Título original Out of - photo 2

Índice

Primera edición en Libros del Asteroide, 2021

Título original: Out of Egypt: A memoir

Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, incluidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamos públicos.

Copyright © 1994 by André Aciman

Publicado con el acuerdo de Farrar, Straus and Giroux, New York.

© de la traducción, Celia Filipetto, 2021

© de esta edición, Libros del Asteroide S.L.U.

Imagen de cubierta: © Herbert List / Magnum Photos / Contacto

Publicado por Libros del Asteroide S.L.U.

Avió Plus Ultra, 23

08017 Barcelona

España

www.librosdelasteroide.com

ISBN: 978-84-17977-75-7

Composición digital: Newcomlab S.L.L.

Diseño de colección: Enric Jardí

Diseño de cubierta: Duró

Quiero dar las gracias a Neal Kozodoy, por su ayuda, su devoción y su tiempo inestimable; a Sara Bershtel, a quien le debo este libro; a Susan, mi mujer, a quien le debo todo.

Para Alexander, Michael y Philip,

Henri y Régine,

Alain y Carole

y Piera

Soldado, viajante, estafador, espía

«Así que, ¿somos o no somos, siamo o non siamo?», alardeó mi tío abuelo Vili cuando a última hora de aquella tarde de verano nos sentamos en el jardín que dominaba su inmensa finca de Surrey.

«Fíjate —señaló una amplia extensión de verde—. ¿No es espléndido? —preguntó, como si la mera idea de un paseo vespertino por la campiña inglesa fuese invención suya—. Siempre, un poco antes de la puesta de sol y minutos después del té, la misma sensación de plenitud, de éxtasis casi. ¿Sabes?, tengo todo cuanto quería. No está mal para un hombre de ochenta años.» Sus facciones brillaban con satisfecha arrogancia.

Traté de hablarle de Alejandría, de un tiempo y un mundo perdidos, del final, cuando llegó, de monsieur Costa y de Montefeltro y de Aldo Kohn, de Lotte y de la tía Flora, de vidas ahora tan lejanas. Me interrumpió con un ademán despreciativo, como quien aparta de sí un mal olor. Casi irritado por mi nostalgia, dijo: «Tonterías. Yo vivo el presente. Siamo o non siamo?», inquirió de nuevo, levantándose para estirar los músculos y señalar después el primer búho del atardecer.

Nunca quedaba del todo claro lo que uno era o no era, pero para todos los miembros de la familia, incluidos quienes hoy no hablan una palabra de italiano, esta frase elíptica sigue reflejando el pavoneo, la temeridad y el engreimiento del soldado fanfarrón que en la primera guerra mundial salió de una trinchera italiana y, oculto entre las hileras de árboles con el fusil aferrado entre ambas manos, habría arrasado el Imperio austrohúngaro entero de no haberse quedado sin balas. La frase expresaba la intimidatoria seguridad en sí mismo de un sargento instructor rodeado de blandengues necesitados de zarandeo diario. «¿Somos o no somos lo bastante hombres? —parecía decir—. ¿Seguimos o no seguimos adelante? ¿Qué, valemos o no valemos?» Era su manera de dar a entender que todo iba bien, de sobreponerse a la derrota, de hacer de tripas corazón y considerarlo una victoria. Al fin y al cabo, fue así como se entrometió en los asuntos del destino y aguantó firme, atribuyéndose el mérito de todo, incluso de la brillantez imprevista de sus planes más desafortunados. Confundía el exceso de suerte con la previsión, del mismo modo que erraba al ver coraje en algo que era poco más que las agallas de un golfillo. Tenía valor. Lo sabía y alardeaba de eso.

Insensible a la humillante derrota de Italia en la batalla de Caporetto en 1917, el tío Vili nunca dejó de sentirse orgulloso de haber servido en el ejército italiano, y de eso también alardeaba con la briosa cadencia florentina aprendida en las escuelas jesuitas italianas de Constantinopla. Como la mayoría de los judíos nacidos en Turquía a finales de siglo, Vili menospreciaba cuanto estuviese relacionado con la cultura otomana y anhelaba cuanto proviniera de Occidente, hasta el punto de que finalmente se convirtió en «italiano» de la forma en que la mayoría de los judíos de Turquía lo hacían: reivindicando lazos ancestrales con Liorna, un puerto próximo a Pisa en el que se habían asentado los judíos expulsados de España en el siglo xvi. Salió a la luz un pariente italiano muy lejano, oriundo de Liorna y de apellido español, Pardo-Roques —Vili era medio Pardo-Roques—, con lo cual, todos los «primos» que vivían en Turquía pasaron de inmediato a ser italianos. Todos, por supuesto, eran nacionalistas acérrimos y monárquicos.

El tío Vili enseguida había retado a duelo a un griego alejandrino tras oírlo decir que el ejército italiano nunca había sido valeroso y que todas aquellas medallas y baratijas italianas apenas cambiaban el hecho de que Vili seguía siendo un turco granuja y, para colmo, judío. Aquello enfureció al tío Vili, no porque alguien hubiese puesto en entredicho su carácter judaico —él habría sido el primero en hacerlo—, sino porque detestaba que le recordasen que muchos judíos se habían hecho italianos por medios dudosos. Las armas elegidas por sus padrinos para la ocasión resultaron tan obsoletas que ninguno de los dos duelistas supo cómo empuñarlas. No hubo heridos, se presentaron las correspondientes disculpas, uno de ellos incluso se permitió una risita y, para fomentar el espíritu de compañerismo, Vili recomendó un tranquilo restaurante con vistas al mar donde en aquel claro día alejandrino de junio todos dieron cuenta del almuerzo más opíparo en años. Cuando llegó la cuenta el griego y el italiano insistieron en pagar, y el tira y afloja se habría eternizado —pues cada uno de ellos afirmaba que era para él un honor y un gusto— si el tío Vili, como el ilusionista obligado a usar la magia cuando todo lo demás falla, no hubiera soltado su frasecita selecta, en este caso con el sentido de «¿soy o no soy un hombre de honor?». El griego, que era el más cortés de los dos, fue quien cedió.

El tío Vili sabía cómo transmitir la sensación intangible pero inequívoca de que tenía linaje, un origen tan antiguo y distinguido que trascendía distinciones tan nimias como el lugar de nacimiento, la nacionalidad o la religión. Y la alusión al linaje traía consigo la alusión a la riqueza, aunque siempre con la vaga insinuación de que la riqueza se encontraba inoportunamente invertida en otros lugares, en tierras, por ejemplo, tierras en el extranjero, algo que nadie en la familia poseía en desmesura salvo cuando venía en macetas de barro. Con el linaje consiguió crédito. Y eso era lo que más le importaba, porque así fue como él y todos los hombres de la familia amasaron y perdieron sus fortunas o se emparentaron con ellas: a crédito.

En Vili el linaje era algo natural, no porque lo tuviera ni porque lo imitara, ni siquiera porque aspirase a él con la pátina ociosa de los aristócratas ya caducos. En su caso, era simplemente la convicción de que había nacido mejor. Tenía el porte majestuoso de los ricos, la sonrisa renuente que se endulza de inmediato en compañía de sus pares. Era patricio en la frugalidad, la política y el libertinaje, intolerante con la mala postura más que con el mal gusto, con el mal gusto más que con la crueldad y con los malos modales en la mesa más que con los malos hábitos alimenticios. Detestaba por encima de todo lo que él llamaba los «atavismos» por los que los judíos se delataban, en especial cuando se hacían pasar por

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «Lejos de Egipto»

Mira libros similares a Lejos de Egipto. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «Lejos de Egipto»

Discusión, reseñas del libro Lejos de Egipto y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.