• Quejarse

Anna Erelle - En la piel de una yihadista

Aquí puedes leer online Anna Erelle - En la piel de una yihadista texto completo del libro (historia completa) en español de forma gratuita. Descargue pdf y epub, obtenga significado, portada y reseñas sobre este libro electrónico. Año: 2018, Editor: ePubLibre, Género: Niños. Descripción de la obra, (prefacio), así como las revisiones están disponibles. La mejor biblioteca de literatura LitFox.es creado para los amantes de la buena lectura y ofrece una amplia selección de géneros:

Novela romántica Ciencia ficción Aventura Detective Ciencia Historia Hogar y familia Prosa Arte Política Ordenador No ficción Religión Negocios Niños

Elija una categoría favorita y encuentre realmente lee libros que valgan la pena. Disfrute de la inmersión en el mundo de la imaginación, sienta las emociones de los personajes o aprenda algo nuevo para usted, haga un descubrimiento fascinante.

Anna Erelle En la piel de una yihadista
  • Libro:
    En la piel de una yihadista
  • Autor:
  • Editor:
    ePubLibre
  • Genre:
  • Año:
    2018
  • Índice:
    3 / 5
  • Favoritos:
    Añadir a favoritos
  • Tu marca:
    • 60
    • 1
    • 2
    • 3
    • 4
    • 5

En la piel de una yihadista: resumen, descripción y anotación

Ofrecemos leer una anotación, descripción, resumen o prefacio (depende de lo que el autor del libro "En la piel de una yihadista" escribió él mismo). Si no ha encontrado la información necesaria sobre el libro — escribe en los comentarios, intentaremos encontrarlo.

Anna Erelle: otros libros del autor


¿Quién escribió En la piel de una yihadista? Averigüe el apellido, el nombre del autor del libro y una lista de todas las obras del autor por series.

En la piel de una yihadista — leer online gratis el libro completo

A continuación se muestra el texto del libro, dividido por páginas. Sistema guardar el lugar de la última página leída, le permite leer cómodamente el libro" En la piel de una yihadista " online de forma gratuita, sin tener que buscar de nuevo cada vez donde lo dejaste. Poner un marcador, y puede ir a la página donde terminó de leer en cualquier momento.

Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer
Capítulo 1

—¡Escúchame! Te quiero como jamás he querido a nadie. No puedo imaginarte lejos de mí ni un día más, en medio de todo ese vicio que te rodea. Yo te protegeré. Yo te alejaré de todos los demonios del mundo. Cuando te reúnas conmigo, tú misma te maravillarás de este paraíso. De este país que mis hombres y yo estamos reconstruyendo. Aquí las personas se quieren y se respetan. Formamos una gran familia, en la que ya tienes tu sitio. ¡Todo el mundo está esperándote! Si supieras lo felices que son las mujeres con nosotros… Antes estaban como tú. Perdidas. La mujer de un amigo mío te ha preparado todo un programa para cuando llegues. En cuanto termines las clases de tiro, te llevará a una tienda muy bonita, la única del país que vende telas de calidad. Te lo pagaré todo. Te crearás tu pequeño mundo con tus nuevas amigas. Estoy muy impaciente por que llegues. ¡Mélodie, esposa mía! Date prisa, te espero.


Mélodie abre los ojos como platos ante la pantalla de su ordenador. Admira a ese hombre fuerte, dieciocho años mayor que ella. Solo lo ha visto por Skype, pero ya lo quiere. Mélodie murmura con voz frágil, todavía con inflexiones infantiles:

—¿De verdad me quieres?

—Te quiero por y ante Alá. Eres mi tesoro, y el Estado Islámico es tu casa. Juntos incluiremos nuestros nombres en la historia por construir piedra a piedra un mundo mejor en el que los kuffar no podrán entrar. ¡He encontrado un piso enorme para ti! Si vienes con amigas, te buscaré otro aún más grande. Durante el día, mientras yo esté luchando, te ocuparás de los huérfanos y de los heridos. Por la noche estaremos juntos… Insha’Allah.


Mélodie se siente querida. Se siente útil. Buscaba un sentido a su vida, y lo ha encontrado.

Capítulo 10

Mélodie.

Mélodie es un vals de mil tiempos. La vida, por la que ha pasado como una funámbula, la ha convertido en una bomba de relojería. No desea ningún mal a nadie, excepto a sí misma. Está atormentada porque se mata a vivir. Mélodie llora desde hace veinte años a un padre al que apenas conoció. Cree que el hombre al que nunca pudo llamar papá se marchó porque ella nació. No quería casarse, y menos aún ser padre. El nacimiento de su segunda hija acabó con su paciencia, tan poco habitual como poco sincera. Jamás la aceptó. Desde que Mélodie se enteró, se esfuerza por reparar los corazones rotos y las cabezas revueltas de sus amigos, porque no ha podido recomponer la pareja de sus padres. Y ser «la amiga que escucha» es el papel perfecto cuando, como ella, se quiere acallar los propios males. Olvida su angustia ayudando a los demás. Por un momento se siente menos vacía. Hace veinte años que recorre su vida a ciegas, buscándole un sentido, pero sin preocuparse del mañana. La benjamina de ese clan de mujeres se ahoga en plena crisis de confianza en sí misma. Si Mélodie llegara a plasmar en palabras los sordos dolores que la corroen, confesaría a su madre que, al final, quizá estaban mejor sin su padre en casa. Que la madre coraje se las ha arreglado bastante bien con sus dos hijas. En general, los niños que van a hacer la yihad mantienen el contacto al menos con su madre. Aunque intentan convertirlas, el hilo materno sigue siendo el único punto de anclaje que remite a su vida anterior. Mélodie es voluble e imprevisible, como todos los terroristas. Sedienta de prohibiciones, pule su cultura en la calle mientras su madre busca un trabajillo tras otro y deja de respirar el 15 de cada mes. Los únicos horizontes que madre e hija contemplan juntas perfilan la desilusión y el temor. Hace unos años, Mélodie pensaba que llegaría el día en que su madre iría a identificarla a la morgue. ¡Cuánto quiere a su madre! Pero son tan diferentes que Mélodie no consigue mostrarle su amor. Los males silenciados la convirtieron durante un tiempo en una niña «problemática». Luego, a fuerza de silencio, la dejaron vacía. Vacía de amor y de esperanza. En aquella época salía con un grupo de chicas, conocidas en su conflictivo barrio, Bellefontaine, por su violencia y sus robos en tiendas. No les tenía demasiado aprecio, pero encontraba en ellas algo de consuelo cuando los aburridos días de clase se hacían interminables. La mayoría de las chicas, todas menores y con aparatos en los dientes, estaban acostumbradas a pasar las noches al pie del cañón haciéndose las sordomudas. Para robar en las tiendas, pero también para pelearse.

Su especialidad: golpear fuerte. No importa el embrollo, ni siquiera si el adversario lleva pantalón. Dedican la mayor parte del tiempo a beber Fanta, a compartir hamburguesas de pescado del McDonald’s y a bailar ritmos que están de moda en aparcamientos o en parques. Mélodie solía aburrirse. Creía que ella no despertaba el interés de nadie y le sorprendía formar parte de un grupo. No conseguía que le interesaran las conversaciones sobre los realities del momento, ni tampoco lo que decían sobre aquella chica que no conocía y a la que habían desvirgado. Como se sentía tan diferente de las demás, la explicación era necesariamente que la que tenía un problema era ella… Por más que su historia personal sea triste, resulta banal comparada con las vidas que la rodean. Cuando sus amigas le contaban sus penas, Mélodie las consolaba sin decir una sola palabra sobre su propio malestar. Nunca le ha gustado llamar la atención. Tampoco pretende dar pena. Solo quiere que la quieran. Poco a poco, se volvió indiferente al mundo que la rodea. Al mismo tiempo, las chicas del grupo la protegían. Todas eran hijas de inmigrantes, tenían otro lugar de origen. Mélodie es blanca y solo sabe el apellido y la fecha de nacimiento de su padre. Siempre había querido nacer en otro sitio, aunque no sabe dónde exactamente. Fumó hachís hasta que dejó de tener edad de «hacerlo rular». Cada una el suyo. Y luego lo dejó correr. Otra cosa que contribuyó a hacerle perder todas sus ilusiones. En el barrio «Bellefo», de Toulouse, donde siempre ha vivido, los rumores, a menudo mal informados, se extienden como la pólvora. Demasiado. En determinadas fases de su vida, en las que escuchaba lo que no debía, se permitió ciegamente desafiar algunas prohibiciones. Rozó la delincuencia de poca monta. Su percepción de la diferencia entre el bien y el mal se volvió cada vez más confusa y más porosa. Sin embargo, igual que ocurría con todo lo que había probado hasta ese momento, una vez bajaba la adrenalina, Mélodie no se sentía mejor en su piel. Se sentía incluso mucho peor cuando esquivaba la mirada de quien la había traído al mundo al volver a casa después de haber pasado un día en la comisaría de la esquina. Intentaba demostrarse algo o quizá rellenar su abismo interior. Su naturaleza crédula no le ayuda a diferenciar las buenas acciones de las malas. En un mundo de hadas, no habría querido ser Cenicienta, sino Robin Hood. Su instinto de supervivencia, que adquirió observando las lágrimas de su madre y la angustia imperante en su barrio gris, la ha provisto de armas para no sucumbir a otros vicios. Los chicos nunca le han suscitado verdadero interés. Algunos flirteos poco memorables le quitaron las ganas de enamorarse. Le gustaría reservarse para el gran amor, «el que vuelve loco», como le repite su madre como una sentencia desde su más tierna infancia. Inconscientemente, Mélodie busca más a un padre que a un novio. Un hombre protector y lo bastante fuerte para darle audacia y energía para vivir. Una persona en la que pueda tener una confianza absoluta. En definitiva, alguien maduro, como Abu Bilel. Él supone un atolón en su vida desierta. Él cataliza su obsesión de no querer llevar una vida monótona y solitaria, como la de su madre. Mélodie ve en él el único remedio a sus males. Ir a ayudar al pueblo sirio parece un destino mucho más ambicioso que seguir el que considera ya escrito. Ya no consigue conjurar el dolor que habita en ella. Le duele tanto que es ensordecedor. Quisiera gritar y llorar, pero desde muy pequeña le enseñaron que quejarse era hacerse la víctima. Y en el entorno en el que vive, a los débiles los desprecian.

Página siguiente
Luz

Tamaño de fuente:

Restablecer

Intervalo:

Marcador:

Hacer

Libros similares «En la piel de una yihadista»

Mira libros similares a En la piel de una yihadista. Hemos seleccionado literatura similar en nombre y significado con la esperanza de proporcionar lectores con más opciones para encontrar obras nuevas, interesantes y aún no leídas.


Reseñas sobre «En la piel de una yihadista»

Discusión, reseñas del libro En la piel de una yihadista y solo las opiniones de los lectores. Deja tus comentarios, escribe lo que piensas sobre la obra, su significado o los personajes principales. Especifica exactamente lo que te gustó y lo que no te gustó, y por qué crees que sí.