Enrique Boissier - Mi vida y el mar

Barco: Baraca 45’

Patrón y tripulación: Alex Escobedo y Familia.

Barco: Dilema

Patrón y tripulación: Alberto Larrañaga, Javier y Antonio.

Barco: Sidaba 50’

Patrón y tripulación: Luis y Cari.

Barco: Mystique 51’

Patrón y tripulación: Nilla y Alilellan.

Barco: Melmak

Patrón y tripulación: Emma y Robert Otto.

Barco: Ancnac

Patrón y tripulación: José Martín y Susana Belmonte.

Barco: Popel-Radi

Patrón y tripulación: Sergio Ribolini-Juan Hontangas, Rafael Echevarne, Quin Liornas Torrent

Barco: Jesod II (Catamarán)

Patrón y tripulación: Francisco Maroto Caba, esposa Dory y sus hijas Ana y Alba.

Barco: Taino

Patrón y tripulación: Paco Jiménez y su esposa Alicia, Armando y su esposa y el Capitán corcho con su esposa.

Barco: El Rayo

Patrón: Jacques Martín de Hyeres, Francia.

Barco: Starlight

Patrón y tripulación: Herve y Paola Santere de Peñíscola.

Barco: Gaia-Goleta

Patrón: Pilar Jiménez.

Barco: Amazone Blue

Patrón y tripulación: Aníbal y Hebe Otaño Sánchez de Argentina.

Barco: Seaways (Catamarán)

Patrón: Emir Maggi Davies.

Barco: Le Syd

Patrón: Madame Regine Garaux de Francia.

Barco: Acuarius

Patrón: Ed Zeppen Yeld.

Barco: Mali Mali (Pura Fuerza)

Patrón: Enric Monsalvez y Lourdes Borrel de Barcelona.

Barco: Agarismo

Patrón: Julián G. San Miguel de Madrid.

Barco: Druc

Patrón: Pedro (el erótico).

Barco: Iemanya (Diosa del mar)

Patrón: Eros Carvajal (comandante Uruguayo) y Annette Svenson.

Barco: Mana Uno

Patrón: Juan E. Ximeni MacQuaker de Palma de Mallorca.

Barco: Cathleen de 30 metros

Patrón: Goy Spencer y su esposa Pika de Puerto Rico, pero viven en Hollywood.

Barco: Almundarvi de Entrecanales

Patrón: Sergio Nevi y Pepa Salundor.

Barco: Alkaid

Patrón: Miguel Puig de Mont.

Barco: Tina Neruda

Patrón: Marta y Gabi.

Barco: Planeta Azul

Patrón y tripulación: Daniel Solana, Rocío, Nati.

AMIGOS

Maite Sánchez, de Hoyos

Liz Charlemagna

Alberto Gironez

Iñaqui Carrión (Piloto de IBERWORLD)

Carlos Alemán (Tripulante de IBERWORLD)

Oyon, Catherine, Annie Gagneux Charles y Bridget Carey

Anne M. Knight de St. Johns Episcopal Hospital

Leslie Arrióla de USA

Meter Comita de New York

Elizabeth Martín de Guadalupe

Luther y Coray Tuerper «ELISAT» de USA

Daniel y Nicole Bordey de Guadalupe

Jean-Luc Boissicux de Suiza (su apellido es casi igual al mío)

Octavius Lugar, taxista de «Dominica»

Pilar Jiménez Navarro de Tarragona

Melchor Salas Nebot de Barcelona

Carlos De Pablo de Barcelona

Emilio Rivas Canudas de Barcelona

Ana Gozález, Capitaniere de Marina Pointe Du Buot

Fustin Alexis de Dominica (Boat Tours)

Antonio Gómez Navarro, radio aficionado de Canarias

Cecilia Klinkert de Cala Millor, Mallorca

Juan Mar Bouza - Colonia - Sant Jordi

Daisy Mata Marcano de Venezuela

Archie Marez de St. Lucía

Humbeto Cario Pivotto de Quebec, Canadá

Ester Otte de Lyusterlaan de Holanda ¡guapísima!

Alejandro Martín y Sra. Rila de Uruguay

Mazher Chrieke de Ciudad Real, España

Peter Omita de Nueva York

Jacques Martín, francés que había vivido en Gran Canaria

Jean Pierre Alba de Palamós, España

Egbert Charles de St. Lucía

SPÓNSORES

J.S.P. (D. José Sánchez)

Moisés Rodríguez y Juan Núñez. (Rodrigonsa)

Luis Sicilia

Domingo González

Compañía Bonny

Gobierno de Canarias

Cabildo Insular de Gran Canaria

Consejería de Deportes de Gran Canaria

Ayuntamiento de Gran Canaria

Centro de Iniciativas y Turismo de Gran Canaria

Junta del Puerto

Real Club Náutico de Gran Canaria

A todos mis grandes amigos, que me acompañaron no sólo moralmente, sino que también aportaron sus granitos de arena para ayudarme a lograr esta empresa.

Y por último, a toda mi familia y a mi hija Pino por aguantar y ayudar a su padre con sus chocherías de viejo… como este libro.

No me queda casi nada que contar, deseo que mis lectores tengan la suerte de vivir estas aventuras, que me lean y les ayude como navegantes; que conozcan los sitios buenos, los lugares maravillosos y su gente.

Es muy difícil quedarme quieto después de mi terrible accidente, el conservar una ilusión, tener algo más, disfrutar una compañía como la mi esposa y mi familia… creo que estoy preparando mi cuarta aventura que con gusto ya les contaré.

¿FIN?

Sería fantástico que yo pudiera escribir. Este es el primer pensamiento que se me viene a la cabeza o a lo que queda de ella.

¿Por qué lo escribo? Porque es un poco la necesidad de mi vida. Hace apenas doce años que tuve un accidente muy grave que me dejó fuera de juego mucho tiempo. ¿Qué pasó? No fue en coche, no fue navegando, no, ni siquiera en una obra donde los peligros de caídas son más habituales… ocurrió en un edificio de oficinas, en la 7a planta, donde yo trabajaba y donde resbalé por el hueco de la escalera… casi me mato.

Verme en casa inhabilitado para trabajar fue terrible, pero logré salir adelante gracias a dos cosas fundamentales en mi vida: mi familia y la vela. Por eso me siento obligado a escribir esta sencilla historia.

Y aquí estoy; ya más adelante explicaré más o menos cómo fue.

Mi afición por la vela comienza de pequeño, no lo recuerdo mucho, pero mi padre D. Enrique y mi hermano Vicente fueron los que me enseñaron entre otros amigos, no sólo a navegar, también me iniciaron en muchos otros deportes que practiqué; como la natación, saltos de trampolín, tenis… durante unos años me dediqué a la natación, nadaba estilo mariposa y era muy malillo… pasé a saltos, donde hice mis pinitos, pero entonces ya poco a poco iba dándome cuenta de que lo mío era navegar.

Fui casi bueno en ésto, participé en muchos campeonatos, recorrí todos los puertos de mar de la península de campeonato en campeonato, hice buenos amigos; recuerdo a Fernando Masso, al gallego Cholo Armada, al malagueño Félix Gancedo, Gran Numa… grandes de la mar. Fui a un campeonato ibérico de Snipe por los años 1966/67 y allí conocí a nuestro Rey en el exilio D. Juan de Borbón. Como anécdota recuerdo que me nombró embajador suyo en el exilio en España, de broma, claro, pero lo recuerdo como un gran hombre. La historia con D. Juan de Borbón fue así, creo no equivocarme: en Estoril-Caxais se habían iniciado las regatas con un ambiente enorme, menuda afición, daba gusto estar allí. Las dos primeras las ganamos con mucha ventaja, mi proel Pantaleón no se creía lo bien que lo habíamos hecho, y cuando llegamos a tierra había muchas personas que no comprendían cómo con un barco algo viejillo y con unas velas manchadas de petróleo había ganado. Se encontraba gente que afinaba con todo tipo de materiales nuevos y nosotros sin hacerle el menor caso, habíamos conseguido tan buenos resultados.

De repente, noto que alguien me toca en la espalda y yo sin mirar quién era le dije «espera un momento». Se hizo un silencio total, me di la vuelta rápidamente y era D. Juan de Borbón. Mi alegría fue desbordante, le dije «¡Don Juan!» con un abrazo y recordamos aquellos momentos que pasamos juntos en Lanzarote y en Gran Canaria.

Más tarde, durante el reparto de premios, que eran unas bandejitas de plata, él me las entregó una por una, eran cuatro primeros puestos, cenamos y al final de la cena se las di de regalo para que no me olvidara. Lo cierto es que más tarde nos invitó a su casa y allí tenía las bandejitas para entregármelas porque durante el reparto de premios yo había quedado bien al regalárselas, pero eran mías y me las entregó de nuevo. Las tengo en mi casa con un orgullo y recuerdo inolvidable. Había ya convivido con D. Juan en Lanzarote, cuando pasamos por allí en mi viaje desde Inglaterra en el Contention 33, él estaba allí de incógnito y se sorprendió al ver nuestro barco tan chico y saber además la distancia que habíamos recorrido.