La cocina de la abuela
Ana M. a Calera
LA COCINA
DE LA ABUELA
A pesar de haber puesto el máximo cuidado en la redacción de esta obra, el autor o el editor no pueden en modo alguno responsabilizarse por las informaciones (fórmulas, recetas, técnicas, etc.) vertidas en el texto. Se aconseja, en el caso de problemas específicos —a menudo únicos— de cada lector en particular, que se consulte con una persona cualificada para obtener las informaciones más completas, más exactas y lo más actualizadas posible. DE VECCHI EDICIONES, S. A.
Fotografías de la cubierta de Firo-Foto ( derecha ) y Nestlé ( izquierda, arriba y abajo ).
Fotografías del interiorde © Studio Novak Milán (lámina “Paella”), © Marco Giberti (lámina “Croquetas de patatas”), © Robynmac/Fotolia (lámina “Costillas de cordero asadas”) y archivos De Vecchi.
© De Vecchi Ediciones, S. A. 2012
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ISBN: 978-84-315-5524-5
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Prólogo
La presente obra es fruto de un estudio objetivo, encaminado a buscar, y a ofrecer después, todas aquellas recetas que nos legaron nuestras abuelas.
De todos es sabido que el arte de cocinar bien pasa de generación en generación, y es muy frecuente hallar familias que poseen un sinfín de recetas genuinas y de su único patrimonio. Las guardan celosamente y no se las explican a nadie. Pero esto, afortunadamente, ya va pasando, y nosotros estamos satisfechos de poder asegurar que esas recetas caseras o regionales que la abuela hacía en sus tiempos, y que son gloria de la mesa y alegría de la familia, se nos han descubierto en todas sus facetas e incluso en el más insignificante detalle.
Además, como hay que ser prácticos y efectivos, diremos que las viejas recetas, las preparaciones más o menos laboriosas con las que nuestra abuela tantas horas quemó en el fogón, se nos muestran hoy en día más apetecibles con los adelantos técnicos de que gozamos. ¿Cómo nos vamos a resistir a conocerlas?
En la actualidad, la cocina se ve simplificada gracias a muchos adelantos que no desecharemos en ningún caso, ya que nos facilitan la tarea; con ellos la receta de la abuela será más fácil de hacer ahora, que lo fue para ella entonces. Un menor tiempo de permanencia en la cocina no nos impedirá poder ofrecer las recetas de siempre, esas que gustan a todos y que, por desgracia, vemos tan poco.
Vamos a descubrir esa cocina que, aunque sabida y hasta probada por muchos, permanece desconocida y nos atrae, acaso por ese mismo misterio que la envuelve, aunque no nos vemos capaces de emprender su descubrimiento.
¡Ánimo y adelante! Con esta obra que usted tiene en sus manos se verá capaz de hacer muchas y sabrosas recetas, con las que tanta admiración podrá despertar entre sus amigos y sus familiares.
Entrantes
Los caldos, las cremas, los purés y las sopas son una buena manera de iniciar cualquier comida, o constituyen un primer plato de la cena que debe ser siempre más ligera. Las ventajas de estos platos es que, en la mayoría de los casos, se pueden dejar hechos unas horas antes de presentarlos en la mesa; por otra parte, las ensaladas ricas y variadas son siempre bien recibidas por todos en la mesa.
Son tantas las preparaciones que existen, que no ha sido fácil hallar las mejores y las más agradables al paladar, aunque creemos sinceramente, que hemos logrado un número suficiente de recetas muy acertadas.
CALDOS
Caldo asturiano
| personas | | cal |
1/4 de l de agua una cebolla pequeña media cucharada soperade manteca fresca un pan esponjoso un huevo fresco sal |
Para comenzar la preparación de esta receta ponemos sobre el fuego una cazuela de barro con el agua, la sal y la cebolla separada con la mano en trozos. Añadiremos la media cucharada de manteca de vaca y lo dejaremos hervir durante 15 minutos, pasado este tiempo retiraremos la cebolla. Cortaremos del pan (que será del día) a rebanadas finas y las tostaremos al horno. Colocaremos las rebanadas en el plato y cascaremos también el huevo, echándole el caldo encima. Lo dejaremos reposar durante unos segundos y lo serviremos. El huevo, en vez de cascarse entero, puede echarse muy batido, removiendo el caldo al tiempo de incorporarlo al caldo.
Caldo de gallina
| 4 personas | | cal |
300 g de carne de vaca 250 g de gallina un hueso de tuétano una cebolla un manojo de perejil fresco 2 l de agua unas hebras de azafrán 100 g de tocino fresco sal |
En un puchero que esté en el fuego echaremos la carne de gallina, el tocino y el hueso, agregando el agua que estará fría. Coceremos todo a fuego vivo. De vez en cuando removeremos el caldo con una espumadera. Lo sazonaremos con sal y lo dejaremos hervir lentamente, agregándole el azafrán que habremos tostado ligeramente en el horno, la cebolla picada y el perejil también picado.
El caldo debe hervir por lo menos tres o cuatro horas; pasado este tiempo lo colaremos y lo utilizaremos.
Caldo limpio
| personas | | cal |
500 g de carne de buey apropiada para el cocido un hueso de tuétano 1/4 de gallina 250 g de garbanzos secos una cebolla mediana 2 zanahorias 3 puerros un nabo perejil fresco 2 l de agua sal |
Previamente remojaremos los garbanzos durante 12 o 24 horas en agua y sal.
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