I NTRODUCCIÓN
E STOS SON LOS HECHOS
A los economistas se nos considera personas que no tenemos ni idea de lo que va a pasar.
La sociedad percibe la economía como una ciencia oscura, llena de engaños y que sirve para obtener poder o dinero a costa de los demás.
Se ha degradado el papel de la economía en la sociedad.
En los medios de comunicación y en Internet se ofrece información económica parcial, presentando solo la parte que interesa de una medición con el fin de manipular a la opinión pública en una cierta dirección ideológica.
Las estadísticas económicas se utilizan para engañar a la gente.
Magníficas herramientas económicas que académicos, investigadores y personas cargadas de buenas intenciones pusieron al servicio de la sociedad son manipuladas y utilizadas en otro sentido para el que fueron creadas.
La banca, el Gobierno y los poderes financieros nos quieren hacer creer que el sistema es el que es porque es el mejor o no hay otro alternativo.
Nos cobran impuestos que no tienen ninguna razón de ser ni legitimidad económica alguna.
En las empresas se utilizan fabulosas herramientas comerciales para que la gente compre cosas que en realidad no necesita o que ni siquiera sabe por qué paga.
Nadie hace nada para corregir todo esto.
E STOS DEBERÍAN HABER SIDO LOS HECHOS
Economía viene del griego οἰκονο μ ία [ oikonomía ] (de οἶκος [ oikos ], «casa», y νό μ ος [ nomos ], «ley») y significa «administración de la hacienda, de la casa».
La economía es una disciplina puesta al servicio de las personas, no al servicio del poder político, financiero y empresarial.
Los auténticos destinatarios de los beneficios de la economía son los ciudadanos y las familias; la sociedad, en definitiva.
La economía es una formidable disciplina que el carácter egoísta y ambicioso ha pervertido. Un cuchillo puede servir para cortar pan o para cargarse a un congénere. La herramienta es neutra. Es el uso que le damos, la voluntad, lo que convierte al cuchillo en desdeñable o peligroso.
La economía también es neutral. Bien utilizada serviría para tener un mundo mejor, más justo, más humano, más solidario. Pero la insaciabilidad, la ambición y el egoísmo han convertido a la economía en un despropósito, prostituyéndola.
Cuando a los niños se les muestra un cuchillo, se les enseña su utilidad y también se les advierte de las consecuencias de un mal uso: «Esto es un cuchillo. Sirve para cortar cosas, pero también puede hacer daño. Debéis tener cuidado».
Cuando se enseña Historia en las escuelas, tratamos de que se comprenda cómo la política es capaz de garantizar la paz, pero también de provocar la guerra.
Cuando se enseña Sociología en las universidades, se explica la justicia o la tiranía de distintas formas de organización social.
En la Facultad de Derecho los futuros abogados, fiscales o jueces tratan de conocer las leyes para poder defender a las personas, y así evitar las injusticias.
Con la economía, en cambio, esto no sucede. La economía se nos presenta como un cuchillo que solo corta pan y que no puede hacer daño. Y no es verdad. Puede hacer daño. Mucho. Y lo está haciendo. La economía se ha estado utilizando de forma indebida. No sé si ha llegado a matar, pero sí se ha usado con una intencionalidad bien distinta de aquella para la que fue concebida. Siempre ha pasado, evidentemente. Pero es que en estos últimos años nos hemos pasado de rosca.
E STA ES MI INTERPRETACIÓN DE LOS MOTIVOS
Los economistas, no exentos de cierta candidez, estamos empeñados en no aceptar este descrédito, esta disfunción de la economía.
Nuestro problema es que seguimos pensando que la gente está cargada de buenas intenciones.
Y seguimos enseñando economía y mostrando sus conceptos y herramientas tal y como deben ser utilizados o, por lo menos, con el objetivo para el cual fueron concebidos.
Pocas veces explicamos «las otras cosas» que con las herramientas económicas se puede hacer.
¿Q U É HE DECIDIDO HACER AL RESPECTO ?
Hay un libro, escrito por el doctor Eric Berne, titulado Juegos a los que jugamos , que está basado en la técnica de Análisis Transaccional. Este libro explica cómo algunas personas ponen en marcha, inconsciente o deliberadamente, verdaderos juegos con el fin de obtener lo máximo posible de las personas con quienes se relacionan.
Este es nuestro caso: los economistas desarrollamos técnicas y herramientas para mejorar el mundo, y las empresas, los financieros y los políticos las manipulan y sacan partido de forma interesada.
La sociedad se siente engañada por la economía y como resultado la economía se convierte en víctima.
Cuando alguien es víctima de un juego, explica Berne, tiene una única solución: desvelar el juego. El juego se desvela comparando lo que es y lo que debería ser cada cosa en la economía y la empresa.
Así pues, he decidido desvelar el juego; rebelarme contra nuestra candidez y decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad.
Muchos no estarán de acuerdo, pero lo que digo aquí es lo que de verdad pienso. Estoy convencido de que la gran mayoría de gobernantes, banqueros y directivos están manipulando muchos conceptos económicos y, por extensión, la economía.
¿C ÓMO LO VOY A DESVELAR ?
Haremos un recorrido por aquellos conceptos que personalmente creo que más se están manipulando o utilizando de forma inapropiada, partidista o interesada.
Cada concepto, por tanto, será definido dos veces: la definición oficial y la prohibida.
La definición oficial es lo que debería ser, lo que los economistas pretendemos cuando teorizamos, descubrimos o propugnamos teorías, o cuando desarrollamos instrumentos y herramientas para que empresas y gobiernos las pongan al servicio del bien común.
La definición prohibida, en cambio, desvela la forma en que se está utilizando, lo que subyace, lo que realmente se ha hecho de ese concepto, lo que no debería ser y pocos denuncian. Esa será la mirada nueva, una que le llevará a cuestionar sus propias ideas y, le convenza o no, le enseñará a observar los asuntos económicos desde otras dimensiones.
Algunos ejemplos: (1) la inflación es un aumento natural de los precios (versión oficial), pero los gobiernos ineficientes la utilizan como forma encubierta de cobrar impuestos (versión real y prohibida); (2) la satisfacción de las necesidades de sus clientes es lo que una empresa, si fuese ética, debería procurar (versión oficial), sin embargo, utiliza el análisis de necesidades de la población para incorporar a las necesidades vitales otras accesorias, por las que la gente ni siquiera es consciente de que paga un sobreprecio (versión real y prohibida); (3) los bancos llaman «depósito» a un dinero que dicen que nos guardan (versión oficial), pero que en realidad no van a custodiar (versión real y ocultada).
Explicaré y razonaré cómo se hace en cada caso, cómo se pasa de la función oficial a la prohibida. El lector comprenderá el truco para darle la vuelta a las cosas, para obtener resultados «prohibidos» de herramientas «oficiales».
Cuando me ha sido posible, he sugerido soluciones para cada concepto: herramientas para que el lector pueda defenderse.
Mi intención es que pueda usted identificar cuándo va a ser objeto de una manipulación, diagnosticar por qué y saber qué recursos y posibilidades tiene a su alcance para contraatacar y defender su ahorro, sus ingresos o su patrimonio.