Uno de los temas más relevantes para directivos y profesionales es cómo “reinventarse profesionalmente” o, en algunos casos, cómo reentrar en el mercado laboral después de un tiempo sin empleo. Este libro, en el que la autora nos ofrece su propia metodología, da las claves para organizar un cambio de carrera de una forma estructurada y pausada y también da ideas y consejos sobre cómo organizar las diferentes etapas clave dentro del proceso.
Elige un trabajo que ames, y no tendrás que trabajar ni un día en tu vida.
INTRODUCCIÓN
El trabajo forma una parte indispensable de la vida. En el trabajo invertimos la mayor parte de nuestro tiempo de vida. Por lo tanto, parece que es imprescindible ver el trabajo como fuente de motivación y realización personal, más allá de su función como fuente de ingresos. Tener una vida laboral plena puede conllevar grandes satisfacciones en el ámbito profesional pero también en el ámbito personal y, por lo tanto, te animo a explorar el camino hacia tu carrera ideal.
Es evidente que encontrar el trabajo ideal no es una tarea sencilla. Seguramente, después de haber probado distintos trabajos o entornos laborales, tardarás varios años en descubrir aquello que realmente te hace feliz profesionalmente. Pero lo cierto es que los que más cerca están de encontrar ese trabajo que de alguna forma da sentido a su vida son aquellos que tienen en mente un cierto objetivo y que tienen la madurez para plantearse de forma periódica si están en el camino adecuado. El camino hacia el descubrimiento de esta carrera es un camino apasionante en el que descubrirás mucho sobre ti. Abre tu mente y tu espíritu para escucharte y así poder guiar tus siguientes pasos profesionales.
No sueñes tu vida.
Vive tu sueño.
CARRERAS EN ZIGZAG
Decisiones de carrera a lo largo
de la vida profesional
Según el Bureau of Labor Statistics de Estados Unidos, de media, un empleado cambia 12 veces de trabajo entre los 18 y los 48 años. Esto significa que en 30 años habrá tenido 12 puestos de trabajo: un promedio de dos años y medio en cada trabajo. Es una tendencia que se va repitiendo en todos los países. El trabajo para toda la vida es algo que ha pasado a la historia (con algunas excepciones), y las decisiones que tienen que ver con la carrera profesional son decisiones recurrentes y periódicas y no una decisión aislada que se toma una única vez, generalmente al inicio de la vida profesional. Con esta creciente rotación entre empleos, es evidente que los conceptos de cambio, adaptación y flexibilidad están ligados a las carreras profesionales de todos los empleados. Cada vez más es necesario saber adaptarse a un nuevo entorno de forma rápida, entendiendo las nuevas reglas de juego y el valor que cada profesional puede aportar desde el inicio. En este nuevo entorno, también, los empleados tendrán más oportunidades para reinventarse mientras realizan estos cambios, ya que de vez en cuando tendrán que reflexionar sobre su siguiente paso y lo que valoran en cada momento.
Además de esto, las carreras ya no son únicamente ascendentes. Muchas veces son carreras en zigzag. El concepto de subir peldaños en una organización es un concepto obsoleto y que sólo se da en estructuras muy jerarquizadas y con carreras muy planificadas, como en el mundo de la consultoría, despachos de abogados, algunas empresas tradicionales... Pero, en muchas ocasiones, los profesionales se mueven de empresa a empresa y no necesariamente siguen una carrera lineal en su evolución.
De carreras ascendentes, a carreras en zigzag
Hay veces que no se trata solamente de avanzar y promocionar, o de adquirir mayor responsabilidad (de crecer «verticalmente», según se muestra en el primer gráfico). A veces los cambios son laterales, permitiendo que profesionales puedan cambiar de función dentro de la misma empresa para adquirir nuevas habilidades, sin aumentar de categoría o nivel.
Por último, en algunas ocasiones puede ser interesante un «realineamiento»; es decir, reducir el nivel de responsabilidad para poder tomar una carrera distinta en el futuro. Sería el caso de una persona con cinco años de experiencia en producción que decide pasarse a ventas, por ejemplo. En este caso, seguramente empezaría como comercial de campo, para, a partir de ahí, poder optar a posiciones de mayor responsabilidad dentro del área comercial.
Además de esto, las carreras profesionales evolucionan de forma distinta según las etapas vitales. No es lo mismo una carrera profesional en el momento de entrada al mercado laboral, después de la graduación, con 22 años, que una carrera a los 50 años. Incluso hay momentos en que ciertos profesionales pueden priorizar su vida personal por encima de su vida profesional cuando, por ejemplo, tienen que cuidar a padres o hijos..., y esto puede implicar que decidan no progresar (o no progresar tan rápidamente) en su carrera profesional.
Evolucionando habilidades
En la vida profesional también existe evolución con respecto al tipo de habilidades o capacidades que valoran las empresas. En este sentido, es interesante ver la relación entre habilidades técnicas y habilidades interpersonales o de liderazgo en el siguiente cuadro:
Como se puede ver, a medida que avanza la vida profesional, se pone más énfasis en las habilidades de liderazgo y cada vez menos en las habilidades técnicas implícitas del puesto de trabajo. Por lo tanto, pensemos un momento en un empleado que cambia de trabajo como mínimo 12 veces durante su vida laboral. Esto será posible porque a medida que pasen los años, las distintas empresas valorarán más la capacidad que tiene para resolver ciertos problemas y para gestionar temas en un determinado ámbito que sus conocimientos técnicos.