Carole Haymann-Bloch, 2017
Traducción: Laura Bernal Martín
Editor digital: Titivillus
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Lograr que tu hijo se divierta aprendiendo… ¿acaso no suena bien? Combinar diversión con aprendizaje es la forma ideal de despertar en él la curiosidad y la motivación por descubrir cosas nuevas. No obstante, en ocasiones no es fácil llevar la teoría a la práctica, y lo cierto es que son muchos los niños sin ganas de ir a la escuela y que afirman aburrirse en clase.
¿Quieres acabar con su desmotivación y descubrir de qué forma le motiva aprender? Esta guía concisa y estructurada te permitirá saber cómo conseguir que tu hijo vaya al colegio con ganas y cuáles son las herramientas existentes que te ayudarán a lograrlo. ¡No sigas buscando!
Te ofrecemos las claves para:
- entender los motivos que le llevan a prestar poca atención en clase y a sentirse aburrido;
- comprender por qué tu hijo está desconcentrado y desmotivado en el colegio;
- conocer el perfil cognitivo de tu hijo y su manera de pensar para poder participar de manera eficaz en su proceso de aprendizaje;
- emplear diversas herramientas, como el mapa mental, la piscología positiva o el método de los Octofun, para impulsar su creatividad y conseguir que se divierta aprendiendo;
- etc.
Carole Haymann-Bloch
Logra que tu hijo se divierta aprendiendo
Los trucos para que disfrute
de la vida escolar
En 50 minutos
Salud y bienestar - 0
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Titivillus 26.07.2020
¿CÓMO APRENDER Y DIVERTIRSE AL MISMO TIEMPO?
- ¿Problemática? ¿Por qué a mi hijo no le gusta ir al colegio? ¿Por qué cada vez está más desmotivado y no logra concentrarse o memorizar el temario correctamente?
- ¿Metas? Ofrecer métodos y herramientas prácticas que permitirán a los niños sentirse realizados y aprender divirtiéndose, y a los padres acompañarlos en su proceso de aprendizaje.
- ¿Preguntas frecuentes?
- Mi hijo no quiere ir al colegio. ¿Cómo puedo saber si se trata de un berrinche o si su comportamiento esconde un problema más serio?
- ¿Cómo puedo saber si mi hijo sufre acoso?
- Mi hijo no es capaz de seguir el ritmo de su clase y parece que está constantemente desconcentrado. ¿Tengo que consultar con un especialista?
- Mi hijo no se siente a gusto en el colegio desde que le subieron de curso. ¿A qué se debe?
- ¿Cómo transformo los deberes escolares en un momento privilegiado entre padre e hijo?
«Mi hijo Sébastien tiene nueve años y va a la escuela primaria. Sus problemas en el colegio empezaron el año pasado. Le angustia tanto la idea de ir a clase que todas las mañanas se queja de que le duele la barriga y rompe a llorar. Su falta de interés por los estudios y su ansiedad repercuten en su aprendizaje: le cuesta memorizar las tablas de multiplicar, tarda bastante tiempo en preparar los dictados y las estrategias que emplea para aprender le consumen mucha energía. Su maestra ya nos ha llamado varias veces para hablarnos de su falta de atención y de motivación, pero la situación no mejora» (Lucie, madre de tres hijos).
Sébastien no es un caso aislado. Hoy en día, cada vez son más los niños a los que la escuela no les motiva y que están llenos de dudas, de miedos y de inquietudes («soy un inútil», «no voy a conseguirlo nunca», «no entiendo nada», «los otros se van a reír de mí», etc.). ¿Cómo podemos explicar esta falta de entusiasmo que afecta a cada vez más alumnos, que afirman tenerle miedo a ir al colegio o aburrirse en clase y que, en algunos casos, acaba en abandono escolar?
Para lograr que a tu hijo le guste ir al colegio es necesario animarle para que vea que hacerlo tiene sentido y que es divertido. En esta obra encontrarás métodos y comportamientos que puedes aplicar para insuflar a tu hijo confianza en sí mismo y en los demás, para que sea optimista, para que descubra el placer en el aprendizaje y para que se conozca a sí mismo, unos valores que deberían situarse en la base de toda experiencia escolar.
¿DE DÓNDE VIENE SU DESINTERÉS ESCOLAR?
La estructura de aprendizaje y el entorno
No siempre resulta fácil comprender por qué nuestro hijo pierde de repente su interés por el colegio cuando antes le encantaba ir. A menudo los motivos son múltiples, y por ello puede ser difícil detectarlos. En muchos casos, la respuesta se encuentra en su entorno escolar: una enseñanza que no se adapta a él, una organización inadecuada, un compañero o un profesor que lo acosa, etc.
El sistema escolar
En términos generales, la escuela privilegia a los niños que poseen una inteligencia lógicomatemática o lingüística. Sin embargo, existen muchos otros tipos desconocidos para el sistema escolar. Muy a menudo, este no permite que los alumnos aprendan siguiendo su propio método o no tiene en cuenta su manera de asimilar la información. El programa escolar debe seguirse al pie de la letra y los niños no tienen más opción que someterse al mismo.
En estos casos puede resultar necesario replantearse las cosas. Quizás habías puesto la mira en una escuela en concreto porque tiene una excelente reputación o por el elevado índice de éxito de sus alumnos. Sin embargo, ¿no es más importante privilegiar el bienestar de tu hijo y asegurarte de que disfruta yendo a la escuela? ¿Se debe sacrificar el desarrollo de su autoestima y de su personalidad a favor del rendimiento? Un niño satisfecho tendrá más posibilidades de abrirse al conocimiento y todo despertará su curiosidad.
La relación con los demás
Si el sistema escolar no tiene la culpa, entonces cabe la posibilidad de que a tu hijo simplemente le dé miedo ir a la escuela. Hoy en día, cada vez es más frecuente que los alumnos se quejen de acoso, ya sea por parte de un compañero de clase o incluso, a veces, de algún profesor.
Según Éduscol, el acoso «se define como una violencia reiterada que puede ser verbal, física o psicológica»^ (Éduscol 2015) y encuentra su origen en el rechazo a lo diferente. Estas complicadas situaciones suelen darse en los últimos años de la escuela primaria y a lo largo de los años de instituto, y sus consecuencias pueden ser graves tanto a corto como a largo plazo. De hecho, los efectos podrán ser palpables tanto a nivel físico (dolores de cabeza, de barriga) como psicológico (ansiedad, pérdida de la autoestima) y desembocar en situaciones que no deben tomarse a la ligera, como el abandono escolar o el aislamiento social. En los casos más graves, el niño puede incluso llegar a desarrollar un comportamiento autodestructivo y suicida.
Aunque normalmente el acoso se produce entre alumnos, a veces es un profesor el que ataca moralmente a un niño y se empeña en rebajarlo o en ponerlo contra las cuerdas. Por ejemplo, puede ponerle malas notas sin justificación alguna, castigarlo constantemente sin que haya razones de peso, humillarlo delante de sus compañeros, etc.
Es primordial para los padres saber detectar cualquier cambio inusual en el comportamiento de su hijo (dolores de barriga, problemas para dormir, pérdida de apetito, de motivación o de alegría de vivir), ya que estas señales pueden indicar la existencia de un problema subyacente.
Factores internos
Existen otros factores relacionados directamente con el niño que también podrían explicar su negativa a ir al colegio.
Cuando un niño presenta características particulares —por ejemplo, si es muy sensible, tiene un tipo de razonamiento divergente o se hace preguntas existenciales— sería interesante consultar con un especialista y considerar la opción de realizar pruebas para detectar un posible cociente intelectual superior a la media, algo que podría explicar su malestar y su desmotivación. Un niño superdotado o con ACI («altas capacidades intelectuales») suele aburrirse en clase porque su pensamiento va muy rápido. Lo entiende todo antes que la media y, por ello, la clase deja de interesarle enseguida. Su manera de razonar también le lleva a encontrar la solución de un problema —ya sea científico, matemático o lógico— sin poder explicar los pasos que le han llevado a la misma, lo que puede serle perjudicial y apartarlo de los métodos escolares estándares que se utilizan en los centros educativos.