¿Tienen los individuos derechos sobre las creaciones intelectuales, como inventos o escritos? ¿Debería el sistema legal proteger esos derechos? Contra la propiedad intelectual apareció primero como parte del simposio Applications of Libertarian Legal Theory, y fue luego publicada en el Journal of Libertarian Studies en la primavera del 2001. En este trabajo Stephan Kinsella uniformiza y corrige los principios libertarios sobre propiedad intelectual. Corrige a Locke, Rothbard y Rand. El profesor Kinsella ha argumentado notablemente que los copyrights y las patentes no deben formar parte del código de ley libertaria.
Norman Stephan Kinsella
Contra la propiedad intelectual
ePub r1.1
Deucalión02.06.13
Título original: Against intellectual property
Norman Stephan Kinsella, 2001
Traducción: Mariano Bas Uribe
Diseño de portada: Deucalión
Editor digital: Deucalión
ePub base r1.0
NORMAN STEPHAN KINSELLA, (Luisiana, 1965). Es un abogado de propiedad intelectual y un teórico legal libertario anarcocapitalista. Es miembro Senior del Mises Institute. Su obras publicadas aparecen principalmente en su blog y en sitios web relacionados con el Ludwig von Mises Institute y la idea anarcocapitalista.
Notas
[3] Para opiniones opuestas a las leyes sobre amenazas, ver Walter Block, Toward a Libertarian Theory of Blackmail, The Journal of Libertarian Studies Volumen 15, nº. 2 (Primavera 2001); Walter Block, A Libertarian Theory of Blackmail, Irish Jurist 33 (1998), pp. 280–310; Walter Block, Defending the Undefendable (New York: Fleet Press, 1976), pp. 53–54; Murray N. Rothbard, The Ethics of Liberty (New York: New York University Press, 1998), pp. 124–26 y Eric Mack, In Defense of Blackmail, Philosophical Studies 41 (1982), p. 274.
Para opinions favorables a las leyes contra el chantaje, ver Robert Nozick, Anarchy, State, and Utopia (New York: Basic Books, 1974), pp. 85–86; y Richard Epstein, «Blackmail, Inc.», University of Chicago Law Review 50 (1983), p. 553.
Para argumentos libertarios contra las leyes sobre difamación (libelo y calumnia), ver Block, Defending the Undefendable, pp. 50–53; y Rothbard, The Ethics of Liberty, pp. 126–28; a favor, ver David Kelley in David Kelley vs. Nat Hentoff: Libel Laws: Pro and Con, audiolibro (Free Press Association, Liberty Audio, 1987).
[37] Ver Murray N. Rothbard, Man, Economy, and State (Los Angeles: Nash Publishing, 1962), pp. 652–60; Murray N. Rothbard, The Ethics of Liberty, pp. 123–24; Wendy M Elroy, «Contra Copyright», The Voluntaryist (Junio 1985); McElroy, «Intellectual Property: Copyright and Patent»; Tom G. Palmer, «Intellectual Property: A Non-Posnerian Law and Economics Approach», Hamline Law Review 12 (1989), p. 261; Palmer, «Are Patents and Copyrights Morally Justified?»; sobre Lepage, ver Mackaay, «Economic Incentives», p. 869; Boudewijn Bouckaert, «What is Property?» in «Symposium: Intellectual Property», Harvard Journal of Law & Public Policy 13, nº 3, p. 775; N. Stephan Kinsella, «Is Intellectual Property Legitimate?» Pennsylvania Bar Association Intellectual Property Law Newsletter 1, nº 2 (Inverno 1998), p. 3; Kinsella, «Letter on Intellectual Property Rights», e «In Defense of Napster and Against the Second Homesteading Rule».
F.A. Hayek también parece oponerse a las patentes. Ver The Collected Works of F.A. Hayek, vol. 1, The Fatal Conceit: The Errors of Socialism, ed. W.W. Bartley (Chicago: University of Chicago Press, 1989), p. 6 y Meiners and Staaf, «Patents, Copyrights, and Trademarks», p. 911. Cole pone en cuestión la justificación utilitaria de patentes y derechos de autor, en «Patents and Copyrights: Do the Benefits Exceed the Costs?» Ver también Fritz Machlup, U.S. Senate Subcommittee On Patents, Trademarks & Copyrights, An Economic Review of the Patent System, 85 Cong., 2.º Sesión, 1958, Estudio Nº 15; Fritz Machlup y Edith Penrose, «The Patent Controversy in the Nineteenth Century», Journal of Economic History 10 (1950), p. 1; Roderick T. Long, «The Libertarian Case Against Intellectual Property Rights», Formulations 3, nº 1 (Otoño 1995); Stephen Breyer, «The Uneasy Case for Copyright: A Study of Copyright in Books, Photocopies, and Computer Programs», Harvard Law Review 84 (1970), p. 281; Wendy J. Gordon, «An Inquiry into the M erits of Copyright: The Challenges of Consistency, Consent, and Encouragement Theory», Stanford Law Review 41 (1989), p. 1343 y Jesse Walker, «Copy Catfight: How Intellectual Property Laws Stifle Popular Culture», Reason (Marzo 2000).
[40] Sobre los defectos del utilitarismo y las comparaciones sobre utilidad interpersonal, ver Murray N. Rothbard, «Praxeology, Value Judgments, and Public Policy», en The Logic of Action One (Cheltenham, U.K.: Edward Elgar, 1997), esp. pp. 90–99; Rothbard, «Toward a Reconstruction of Utility and Welfare Economics», en The Logic of Action One; Anthony de Jasay, Against Politics: On Government, Anarchy, and Order (London: Routledge, 1997), pp. 81–82, 92, 98, 144, 149–51.
Sobre cientifismo y empirismo, ver Rothbard, «The Mantle of Science», en The Logic of Action One; Hans-Hermann Hoppe, «In Defense of Extreme Rationalism: Thoughts on Donald McCloskey’s The Rhetoric of Economics», Review of Austrian Economics 3 (1989), p. 179.
Sobre dualismo epistemológico, ver Ludwig von Mises, The Ultimate Foundation of Economic Science: An Essay on Method, 2.ª ed. (Kansas City: Sheed Andrews and McMeel, 1962); Ludwig von Mises, Epistemological Problems of Economics, traducción de George Reisman (New York: New York University Press, 1981); Hans-Hermann Hoppe, Economic Science and the Austrian Method (Auburn, Ala.: Ludwig von Mises Institute, 1995) y Hoppe, «In Defense of Extreme Rationalism».
[76] Por estas razones no estoy de acuerdo con la aproximación centrada en la creación de los objetivistas David Kelley y Murray Franck. De acuerdo con Franck, «Intellectual and Personality Property», p. 7, «aunque los derechos de propiedad ayudan a ‘racionar’ la escasez, la escasez no es la base de los derechos de propiedad. Lo que… parece revertir causa y afecto en que ve los derechos en función de las necesidades de la sociedad en lugar de cómo inherentes a los individuos que en cada momento deben vivir en sociedad».
No estoy seguro de lo que significa decir que los derechos, que son conceptos relacionales que sólo se aplican en un contexto social, son «inherentes» a un individuo o que son «funciones» de algo. La primera noción bordea el positivismo (al implicar que los derechos tengan una «fuente», como su pudieran decretarse por Dios o el gobierno) y la última el cientifismo (al usar la noción, precisa en matemáticas y ciencias naturales, de «funciones»). Y el argumento sobre los derechos de propiedad no se basa en al necesidad de racionar lo escaso, sino más bien en la necesidad de los individuos de emplear medios para llegar a fines y evitar conflictos interpersonales sobre esos medios. Así, la escasez no es la «base» de los derechos de propiedad, sino la condición de fondo necesaria que debe existir antes de que los derechos de propiedad puedan aparecer o tener sentido: los conflictos sólo pueden aparecer sobre recursos escasos, no sobre los abundantes. (Como se apuntó en la nota precedente, el objetivismo también sostiene que la posibilidad de conflicto es también condición necesaria para los derechos de propiedad).