Sapiens Editorial - Resumen De Manual Del Guerrero De La Luz - De Paulo Coelho (Spanish Edition)

Sapiens Editorial
Resumen De "Manual Del Guerrero De La Luz – De Paulo Coelho"

Sapiens Editorial

© 2018 Sapiens Editorial /Sapiens Editorial
All rights reserved.
Author: Sapiens Editorial
Contact Data (contacto@sapienseditorial.com)
ISBN: 9783963618819

RESUMEN DE

MANUAL DEL

GUERRERO DE LA LUZ

DE PAULO COELHO

RESUMEN ESCRITO POR:

SAPIENS EDITORIAL

“Manual del Guerrero de la Luz” es una famosa obra del reconocido escritor Paulo Coelho en la que el autor hace visibles las incongruencias y contradicciones de la humanidad.

Los hombres son capaces de aceptar la clonación de seres vivos y de realizar viajes interplanetarios, pero han olvidado cómo conocerse a sí mismo, cómo reconocer los sueños que existen en su interior y que esperan allí, adormecidos, a que sean realizados.

El título sugiere ya la posibilidad que tiene el hombre de rescatar esa energía que yace en su interior y que lo convierte en una fuente de luz que le permite combatir el desaliento y la desesperanza.

Es un libro que toda persona debe leer, pues constituye un impulso a la acción y a la felicidad.

La historia comienza con un encuentro misterioso, casi mágico, entre una mujer y un niño. Ella era muy bella y vestía ropas extrañas. El niño jamás la había visto por ahí y se sintió atraído por una especie de magia que parecía rodearla.

Le habló de una isla ubicada al este de su aldea y el niño la escuchó con atención. Le contó que esa isla tenía un templo con muchas campan as. Y le pidió al niño que observara el lugar y le contara lo que había visto.

El niño lo intentó. Fue hasta el lugar indicado y pasó varias horas sentado en la arena intentando ver la isla, pero todo era lo de siempre: el mar y el cielo azul. Pensó que tal vez los pescadores supieran algo de ese lugar especial del que la mujer le había hablado, así que fue hasta un pueblito de pescadores.

Un anciano le contó que hacía muchísimos años esa isla existió. Un terremoto la había hecho desaparecer. Y le dijo también que todavía se escuchan las campanas del templo cuando el mar las agita.

El niño quiso escuchar las campanas. Pasó la tarde entera, pero solo escuchó el sonido del mar y de las aves. Volvió a la playa cada día, todos los días. Abandonó la escuela, sus amigos, sus juegos. Quería escuchar las campanadas.

¿Por qué tanto afán? Para no defraudar a la mujer de la playa, para que en el próximo encuentro pudiera decirle que si bien no había visto la isla sí había escuchado las campanas del templo. Pero esto no ocurría.

El niño pensó que quizás solo los pescadores las escuchaban. Y si así era, se volvería pescador. También se cruzó por su cabeza la idea de que quizás todo eso era una leyenda, y ni isla ni campanadas existieron jamás.

Durante todo ese año en que esperó las campanadas en la orilla, el sonido del mar, el canto de las gaviotas, el silbido del viento se le volvieron sonidos tan familiares que ya no lo distraían.

Y así, una tarde, decidió volver a su vida de niño, a sus amigos, a sus juegos, a su escuela. Se acercó al mar para despedirse. Había dejado de estar preocupado por las campanas, y miró el mar apreciando su belleza. Disfrutó de la imagen, de la armonía del canto de las gaviotas, del ruido del agua y del viento.

A lo lejos escuchaba también las voces de sus amigos que jugaban. Y se sintió feliz con todo eso. Ahí sucedió el milagro. Escuchó la primera campanada, y luego otra y otra y fueron muchas. Su alegría fue infinita.

Años después, cuando ya era un hombre, volvió a la misma playa para revivir aquellos momentos de su infancia. Su sorpresa fue enorme cuando vio sentada en la arena a la extraña mujer que cuando niño le había hablado de la isla y del templo.

Parecía que el tiempo no había pasado para ella. Estaba tan joven y tan bonita como antes, e igual de misteriosa y mágica. Al verlo, la mujer le dijo que lo estaba esperando. Y le ofreció un cuaderno. Él lo abrió y descubrió que tenía las hojas en blanco.

La mujer le indicó que escribiera que un guerrero de la luz presta atención a los ojos de un niño, porque los niños ven el mundo sin amargura..

El hombre preguntó “¿Qué es un guerrero de la luz?” Y la mujer le respondió que es aquel que puede valorar el milagro de la vida y de luchar hasta el final por lograr algo en lo que cree.

Y escribió en ese cuaderno.

Seguramente el mundo espiritual lo ha ayudado y ha allanado su camino eliminando obstáculos, y le ha facilitado llegar a su meta. Por esto, el guerrero de la luz siempre agradece.

Pero no solo agradece a las fuerzas superiores, al Manto Protector que lo rodea y lo cuida, sino también a sus amigos. Los amigos siempre están durante los momentos difíciles, en los que se libran las batallas de la vida.

Por todo esto, un guerrero de la luz siempre tiene presente que ha recibido la ayuda de otros y la retribuye.

El guerrero se conoce a sí mismo y sabe disfrutar sus gustos y de sus pasiones. Se siente libre para elegir. Toma decisiones con valentía, aunque estas decisiones supongan riesgos.

Sin embargo, tiene muy claras cuáles son las cosas duraderas en su vida. Valora y defiende los lazos sólidos que se han mantenido a través del tiempo. Sabe distinguir sabiamente entre lo que es definitivo y dura para siempre y lo que es pasajero. Y disfruta de ambos.

Cuando una persona emprende el camino de vivir como un guerrero de la luz, seguramente despliega todo su entusiasmo y muchas ideas. Pero también es cierto que le falta experiencia.

Un enfrentamiento produce experiencia, aprendizajes. Cada embestida del oponente debe ser vista como una oportunidad para adquirir esa experiencia que solo se adquiere en la vida, y que completa la formación personal.

Jamás hace trampas, pero despliega sus estrategias de distracción: finge ir hacia la derecha si quiere avanzar hacia la izquierda, simula tener sueño cuando desea iniciar la acción enseguida.

Convence a su enemigo de que si le vence no conseguirá grandes recompensas. En los momentos en los que no logra dominar al otro, se repliega y no duda en mostrarse débil. Tiene siempre presente que lo importante es el final de la guerra, los resultados definitivos.

Un guerrero de la luz no da explicaciones, pero conoce muy bien sus metas.

Conoce bien las diferencias entre apariencias y esencias. Sabe que los hombres disfrazan el miedo con rasgos de autonomía y poder, la fuerza interior con agresividad. Se asombra de que las personas no crean en sus propias capacidades interiores, porque él sí cree en el poder de las suyas.

Las actitudes de los demás le sirven para aprender.

Entiende que hay ocasiones en que sus amigos y familiares lo desafían pero no por mal, sino para acercarse a él. Entonces se muestra como guerrero, se defiende y se vuelve un maestro para los otros.

No confunde perseverancia con insistencia inútil. Persevera en su intención, en su voluntad para lograr su meta, pero no insiste si el momento no es el adecuado. El guerrero de la luz sabe esperar para actuar. De esta manera, no se agota en intentos frustrados.

Cuando los problemas se repiten, el guerrero actúa para superarlos. No se deprime porque esos momentos difíciles reaparecen, porque comprende que tiene que aprender a superarlos. La perseverancia es su herramienta para el triunfo.