Frente a los riesgos y a los desafíos de un presente cada vez más complejo, la educación sexual de las nuevas generaciones es una preocupación compartida tanto por los padres como por sus hijos. Con este libro queremos ofrecer una herramienta nueva para abordar estos temas en casa o entre iguales, con la vista puesta en romper los estereotipos y conseguir una vida sexual y afectiva sana.
CÓMO UTILIZAR ESTE LIBRO
Si tienes este libro entre las manos es porque, quizás, quieres tomar parte activa en la educación sexoafectiva de tu hijo o hija. Entonces, prepárate: este es un libro «atípico» en el que te invitamos a que reflexiones, cuestiones tus creencias, pienses y, sobre todo, trabajes un poco. No tenemos soluciones mágicas porque la solución solamente podrás encontrarla tú si dedicas algo de tiempo a los ejercicios que te proponemos. Y seguramente nos quedemos cortas, podríamos abordar muchos más temas, pero lo importante de verdad es que puedas sacar tus propias conclusiones y las apliques a muchos ámbitos de tu vida. Nosotras ponemos las herramientas para que tú puedas coserte este traje a medida.
¡Ah! y no te olvides de clicar y espiar la parte destinada a adolescentes. Así verás lo que consideran importante, lo que les preocupa y cómo poder abordarlo juntos.
CÓMO ES LA EDUCACIÓN SEXISTA
DURANTE EL EMBARAZO
El embarazo es una etapa llena de ilusiones y miedos para quienes van a ser mamás o papás. El inicio de la «mapaternidad» —a partir de ahora utilizaremos este término para referirnos a la maternidad y a la paternidad— es un momento muy importante en la vida de muchas personas, y cuando hablamos de mapaternidad nos referimos a todos los tipos que existen y que debemos tener en cuenta.
Embarazo de manera natural.
Embarazo con asistencia médica (ya sea por inseminación artificial o fecundación in vitro).
Adopción.
vientre de alquiler (esta opción es ilegal en España y está rodeada de polémica).
En este capítulo nos centraremos en el embarazo y en todos los comentarios y las situaciones sexistas que se viven durante este momento vital.
Mediante distintos ejemplos reflexionaremos sobre la educación sexista que practica la sociedad desde antes del nacimiento de un bebé y durante la gestación.
1.1. ¿ES NIÑO O NIÑA?
La educación afectiva que recibimos ya está sesgada y es sexista incluso antes de nacer. Desde ese momento ya somos objeto de las expectativas de los demás: los padres y las madres, las abuelas y los abuelos, los hermanos y las hermanas, el vecindario, las amistades de la familia y hasta gente que no nos conoce de nada se ponen a hacer comentarios y a condicionarnos desde una perspectiva sexista.
UN MOMENTO DE REFLEXIÓN
¿Qué comentarios crees que ya empiezan a condicionarnos, incluso dentro el vientre materno?
Anótalos.
1.1.1. Explicamos lo que está sucediendo
Seguramente, en algún momento del embarazo llega la eterna pregunta:
—¿Ya sabéis qué es? ¿Es niño o niña?
En función de la respuesta, los comentarios que se hacen pueden ser varios:
—¿No queréis saber qué es? Entonces, ¿cómo sabrás qué ropa comprarle?
—¿Es un niño? ¡Así podrá jugar a fútbol con su padre!
—¿Niño? ¡Qué bien! Los niños son más fáciles que las niñas.
—¿Es una niña? ¡Huy! Ya verás que las niñas son mucho más complicadas.
—¿Niña? ¡Qué bien! ¡Así podrás hacerle trenzas y peinados!
Los comentarios no son malintencionados ni mucho menos, pero vienen marcados por un sesgo de género que la sociedad ha normalizado. Precisamente por eso realizamos este tipo de comentarios sin ser conscientes de ese sesgo y los recibimos del mismo modo.
1.1.2. Vayamos un poco más allá
Lanzamos algunas preguntas a modo de reflexión más profunda:
Que en una ecografía aparezca un pene, ¿indica que es un niño?
Si se ve una vulva, ¿significa que será una niña?
La respuesta más rápida es que sí —si hay un pene, estamos hablando de un niño y, si hay una vulva, estamos hablando de una niña—, pero debemos tener en cuenta otras situaciones en las que tener pene no significa ser niño ni tener vulva significa ser niña. Estamos hablando de las personas transgénero y también de las intersexuales, pero ya hablaremos de ello más adelante (en el apartado «3.4.1. Explicamos lo que está sucediendo»).