La cocina del Cid
Historia de los yantares y banquetes
de los caballeros medievales
La cocina del Cid
Historia de los yantares y banquetes
de los caballeros medievales
MIGUEL ÁNGEL ALMODÓVAR
Colección: Historia Incógnita
www.nowtilus.com
Título:La cocina del Cid
Subtítulo:Historia de los yantares y banquetes de los caballeros medievales
Autor: © Miguel Ángel Almodóvar
© 2007 Ediciones Nowtilus, S.L.
Doña Juana I de Castilla, 44, 3° C, 28027 Madrid
www.nowtilus.com
Editor: Santos Rodríguez
Responsable editorial: Teresa Escarpenter
Diseño y realización de cubiertas: Rodil&Herraiz
Fotografías: © Miguel Ángel Almodóvar
Recetas: © Antonio Maquedano
Coordinación editorial: Alejandra Suárez Sánchez de León para Grupo ROS
Diseño y realización de interiores: Jesús Torres para Grupo ROS
Coordinación y producción: Grupo ROS (wwwrosmultimedia.com)
Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra está protegido por la Ley, que establece pena de prisión y/o multas, además de las correspondientes indemnizaciones por daños y perjuicios, para quienes reprodujeren, plagiaren, distribuyeren o comunicaren públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución, fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la preceptiva autorización.
ISBN13: 978-84-9763-420-5
Libro electrónico: primera edición
Para Fran, mi hijo, que aunque aún tierno infante, fue mi
caballero Minaya en los ásperos días de destierro interior.
Para María Pérez Ruiz, mi buena y generosa amiga, que
como el gracioso de los bobos de Rojas Zorrilla, “da y no
dice que ha dado, que hay muy pocos que hagan esto”.
Para Antonio Maquedano, mi cocinero de cabecera, cachazudo,
maestro en el arte coquinario y testigo fiel de otros
tiempos en los que un filete era “carne juntita”.
Índice
Introducción
Herminia Dionis
“Al verla, los hijos de Israel se dijeron unos a otros:
¿Quées esto?, porque no sabían lo que era. Y Moisés les
dijo: Es elpan que el Señor os da para comer”.
Éxodo 16, 1.
P an demanda el cristiano en la cuarta petición de su oración más excelente, el Padre nuestro, cuando dice: 'Danos hoy nuestro pan de cada día", pues si importante es nutrir el alma, no lo es menos dar de comer al cuerpo que la sostiene recta.
En cuanto a la harina cocida, después de la leche materna, es la delicia más común. Solo hay que comprobar el número de entradas que tiene el Diccionario de la Real Academia Española para la voz: Pan aflorado, agradecido, ázimo, bazo, bendito, candeal, cenceño, de azúcar, de flor, de la boda, de molde, de munición, de perro, de pistola, de poya, de proposición, de salvado, de tierra, de trastrigo, eucarístico, fermentado, francés, integral, mal conocido, mediado, mollete, o vino, perdido, pintado, porcino, por mitad, regañado, seco, sentado, sobornado, subcinericio, supersubstancial, terciado... Y ya no hablo de las expresiones o frases hechas como "pan y agua", "coger a uno el pan bajo el sobaco", "comer uno el pan de los niños", "contigo, pan y cebolla", "engañar el pan", "hacer un pan como unas hostias".
Por si alguien desea saber, he comprobado las que le dedican al vino y son ostensiblemente inferiores.
Es verdad de Perogrullo que hemos de alimentarnos, y a esa empresa dedicamos grandes campañas. De estas y de otros quehaceres que matan el hambre, habla el presente libro.
La época elegida es la de los grandes ayunos. En la Edad Media no eran muchas las mesas en las que sobraban migas, aunque, en este caso, el personaje era grande, así que, a pesar de las calamidades y desventuras que padeció, a Don Rodrigo no se le juntaron las paredes del estómago.
Fueron tiempos difíciles pero, ¿es que los hay fáciles?
Desde la caída del Imperio Romano hasta el Descubrimiento de América, la Península será un corredor por el que desfilarán todo tipo de estandartes, pabellones, gallardetes y pendones, de diversas culturas y acentos.
Las vías de ocupación pueden ser militares, lo que implica la servidumbre de los nativos, o bien por un sistema de pactos, lo que supone la capitulación. De cualquier forma, las distintas caligrafías se solaparán a lo largo de los años, importunándose a veces, conviviendo sensatamente, las menos.
Por lo que atañe a la religión, lejos de unir voluntades, las quiebra; ninguna se librará de esa etapa belicosa y paranoica.
¿Hablamos de los "Juicios de Dios" u "Ordalías"?: Son pruebas judiciales que consisten en someter a los acusados a peligros y riesgos donde se manifestaba la razón. Por ejemplo, en la "Pena Caldaria" se sumergía al acusado o a su representante (Innocens) en agua hirviendo. Los días que tardan en sanar las heridas (si es que sobrevive el infeliz), determinarán su inocencia o culpabilidad.
Witiza intentó abolir esta práctica, pero perduró durante toda la Edad Media.
En el otro lado de la frontera, la "Asabiya", es una actitudconcepto que expresa la solidaridad del grupo consanguíneo. Se pone de manifiesto en circunstancias adversas, implicando altas dosis de agresividad, no solo contra el clan enemigo, sino que es una brutalidad que exalta al propio grupo.
Esta mezcla del mundo sagrado y del profano, tan característico del paganismo, pondrá en evidencia el elevado grado de violencia social. No solo entre los conquistadores extranjeros, sino dentro de los que rezan el mismo Credo.
Es costumbre muy humana clasificarnos y especificarnos hasta conseguir una división ancha e insalvable en la mayoría de las ocasiones.
Alta y Baja Nobleza, Alto y Bajo Clero, Campesinos Libres y Dependientes.
El rey es el único que escapa de esta sectorización, aunque en el recorrido medieval europeo y, por ende, español, habrá momentos en los que el Rey "pintará algo o no pintará nada".
Las relaciones entre ellos serán tensas y contradictorias; multitud de revueltas por la falta de alimentos y por la excesiva carga fiscal (que soportan los más desfavorecidos) convertirán nuestra geografía en una maraña de luchas y enfrentamientos, por la que galopan cuatro jinetes letalmente célebres.
Las hambrunas formarán parte de lo cotidiano, igual que la enfermedad, la guerra y la muerte que a todos iguala. Aún así, no nos quedemos con esa idea triste de un periodo hostil en el que la existencia era un paisaje tenebroso de sufrimiento y dolor. Recordemos que no hay oscuridad, solo ignorancia, y es en este preciso momento cuando aparece el autor y su obra clara.
Miguel Ángel Almodóvar, caballero de la luz, nos guiará por la llama apasionada de los fogones, hasta un universo donde la imaginación culinaria y el amor al guiso suplirán las carencias y escaseces propias de la gastronomía medieval.
Descubrirá la alegría que se esconde en convertir los manjares en literatura sabrosa al paladar. Y a nadie dejará en ayunas su visión asertiva de la vida, porque, ¿qué habrá más dinámico y estimulante que comer?
El libro también abre ventanas a lo habitual, al día a día de un "Campeador", y la institución que representa, que se alimenta de algo más cabal que la Gloria. Nos habla de cómo solucionaba las necesidades básicas de él y su mesnada, cuando realizaba esa "Travesía del Desierto" en horas malhadadas. Son nuevas lecturas de un héroe que antes de eso fue hombre.
Del escritor, por si os apura la curiosidad, no es mucho lo que sé, pero os contaré lo que me deje el sentido común y su timidez. Ya se sabe que los paladines son celosos de sus virtudes y cubren con velo de misterio las andanzas y torneos que ganaron en buena lid.
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