Valeria Gattoronchieri
LA POSTURA
CORRECTA
EDITORIAL DE VECCHI
A pesar de haber puesto el máximo cuidado en la redacción de esta obra, el autor o el editor no pueden en modo alguno responsabilizarse por las informaciones (fórmulas, recetas, técnicas, etc.) vertidas en el texto. Se aconseja, en el caso de problemas específicos —a menudo únicos— de cada lector en particular, que se consulte con una persona cualificada para obtener las informaciones más completas, más exactas y lo más actualizadas posible. EDITORIAL DE VECCHI, S. A. U.
Traducción de M. F. Vega.
Diseño gráfico de la cubierta de Design 3.
Fotografías de Marco Giberti.
Dibujos de Michela Ameli.
© Editorial De Vecchi, S. A. 2016
© [2016] Confidential Concepts International Ltd., Ireland
Subsidiary company of Confidential Concepts Inc, USA
ISBN: 978-1-68325-141-5
El Código Penal vigente dispone: «Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o de multa de seis a veinticuatro meses quien, con ánimo de lucro y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya o comunique públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios. La misma pena se impondrá a quien intencionadamente importe, exporte o almacene ejemplares de dichas obras o producciones o ejecuciones sin la referida autorización». (Artículo 270)
Con el término postura se hace referencia a la posición de nuestro cuerpo en el espacio, lo que incluye tanto la postura que asume con respecto al entorno y a la superficie de apoyo, como la relación espacial entre los distintos segmentos del esqueleto.
La postura es, por tanto, el modo de estar y de relacionarse un sujeto con todo lo que le rodea.
En la adopción de una postura intervienen complejos mecanismos neurofisiológicos y biomecánicos, así como factores físicos, relacionales y sociales.
El sistema postural está constituido por una especie de «central operativa» (el sistema nervioso central), que tiene la capacidad de regular el equilibrio y la posición del cuerpo mediante los músculos posturales. A esta central operativa llegan las informaciones de los receptores específicos situados en distintas partes del cuerpo, especialmente en los pies, los ojos, la boca y los dientes, el sistema vestibular (en el oído interno), la piel, los músculos y las articulaciones.
Los factores psíquicos, sociales y relacionales tienen también una importancia fundamental, porque la postura tiene un altísimo valor comunicativo y, además, porque son estímulos que pueden influir en el tono muscular: si algunos estímulos (por ejemplo, los estresantes) se mantienen durante cierto tiempo, el estado de contracción se estabiliza y puede determinar un cambio en los programas de control de la central operativa.
La postura, por tanto, puede ser normal (fisiológica) —es decir, adaptada al ambiente— o anormal (patológica) —es decir, inadaptada, inarmónica o desequilibrada—. Las causas de este desequilibrio pueden ser diversas, pero, evidentemente, la inmovilidad prolongada, las posturas incorrectas mantenidas durante mucho tiempo, así como el estrés y la tensión nerviosa, llevan a alteraciones de las articulaciones y rigidez muscular, con la consiguiente aparición de dolores, con frecuencia crónicos.
Analizando de un modo riguroso el funcionamiento del aparato locomotor y pasando revista a los principales vicios posturales que conllevan posiciones incorrectas del cuerpo, este libro tiene como objetivo resultar de valiosa ayuda sobre todo para quienes llevan una vida sedentaria. Además de explicar e ilustrar las posturas correctas que hay que asumir en las distintas actividades cotidianas, propone dos tipos de ejercicios: unos para efectuar en caso de dolores específicos y otros para las situaciones de normalidad, cuando no se padece ningún dolor en particular, para mantener los músculos y las articulaciones perfectamente funcionales.
EL SISTEMA LOCOMOTOR
El sistema locomotor está constituido por huesos —unidos mediante elementos de ensamblaje para formar el esqueleto—, articulaciones y músculos.
El esqueleto define la morfología del cuerpo y delimita los espacios internos en los que se hallan protegidos los órganos y el sistema neurosensorial.
EL ESQUELETO
Los huesos, muy numerosos y con distinta forma y volumen, constituyen la estructura de sostén del cuerpo, sirven de punto de inserción a los músculos y actúan como depósito de sales minerales, además de ejercer como sede de la hematopoyesis, es decir, el lugar donde «nace» la sangre. Los huesos se dividen en huesos largos, caracterizados por la prevalencia de una dimensión sobre las otras dos, huesos planos, en los que prevalecen dos dimensiones sobre una tercera, y huesos cortos, con dimensiones equivalentes. Todos los huesos están recubiertos por una membrana fibrosa, que se denomina periostio; carecen de este recubrimiento las partes implicadas en las articulaciones y algunas zonas que sirven de conexión para los tendones.
Los huesos están conectados unos con otros mediante articulaciones, dispositivos que permiten el movimiento y mantienen la estabilidad. Las uniones pueden establecerse entre las distintas partes del esqueleto mediante tejidos conectivos interpuestos en los espacios vacíos, formando una continuidad: reciben el nombre de sinartrosis y se clasifican según sea el tejido interpuesto.
Existen también las diartrosis, articulaciones caracterizadas por la discontinuidad entre los cartílagos de las cabezas articulares; este tipo de articulaciones se mantienen en contacto gracias a complejos ligamentos que envuelven las extremidades óseas como una especie de fundas. En la clasificación de las diartrosis se tienen en cuenta el tamaño y la forma de las cabezas articulares. Todas las sinartrosis son inmóviles o semimóviles, mientras que las diartrosis garantizan un rango muy amplio de movimientos.
La estructura del esqueleto logra así que este funcione como dispositivo capaz de estabilizar al hombre cuando adopta distintas posturas, y que lo acompañe en los desplazamientos de forma activa o pasiva. De cualquier modo, este papel del sistema locomotor es menos independiente de lo que se pudiera imaginar: de hecho, cada postura se mantiene gracias a la continua cooperación del sistema nervioso y sensorial con el propio esqueleto.
LOS MÚSCULOS
La masa muscular constituye aproximadamente el 40 % del peso del cuerpo humano, y por ello es muy importante.
Los músculos son órganos de distinta forma y volumen, constituidos por una parte carnosa, de color rojo vivo, y por una parte tendinosa, blanca. Insertados en el esqueleto, gracias a la potencia desarrollada por su fuerza contráctil, modifican la orientación de los huesos en la medida en que lo permiten las articulaciones, esto es, mantienen la postura.
Los músculos pueden clasificarse de distinta manera: según su forma, se distinguen músculos anchos y largos; según criterios funcionales, dependiendo del movimiento que imprimen a los huesos, se pueden clasificar en agonistas y antagonistas, posturales y de movimiento, dependiendo de si hay rivalidad colaborativa o contraste de acciones entre unos y otros. Además, los músculos se pueden dividir en estriados o lisos, según su aspecto microscópico.
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