A pesar de haber puesto el máximo cuidado en la redacción de esta obra, el autor o el editor no pueden en modo alguno responsabilizarse por las informaciones (fórmulas, recetas, técnicas, etc.) vertidas en el texto. Se aconseja, en el caso de problemas específicos —a menudo únicos— de cada lector en particular, que se consulte con una persona cualificada para obtener las informaciones más completas, más exactas y lo más actualizadas posible. EDITORIAL DE VECCHI, S. A. U.
© Editorial De Vecchi, S. A. 2020
El Código Penal vigente dispone: «Será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años o de multa de seis a veinticuatro meses quien, con ánimo de lucro y en perjuicio de tercero, reproduzca, plagie, distribuya o comunique públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la autorización de los titulares de los correspondientes derechos de propiedad intelectual o de sus cesionarios. La misma pena se impondrá a quien intencionadamente importe, exporte o almacene ejemplares de dichas obras o producciones o ejecuciones sin la referida autorización». (Artículo 270)
INTRODUCCIÓN
Cuántas veces hemos tenido que hacer una cola y enfadarnos esperando nuestro turno; nos hemos encontrado, a primera hora de la mañana, en un atasco de tráfico, o estamos ya muy nerviosos antes de llegar al trabajo.
Hay, no obstante, una manera eficaz de lograr un cambio positivo para estos tiempos muertos, utilizándolos para realizar breves ejercicios de gimnasia.
Se trata de un tipo de gimnasia en la que los movimientos no requieren amplios desplazamientos del cuerpo, porque se realizan preferentemente con ejercicios isométricos.
Estos ejercicios, sencillos y eficaces, permiten obtener todos los beneficios que la actividad muscular produce, sin que las contracciones sean visibles externamente, lo cual los hace practicables también en el trabajo, lugar sedentario por excelencia.
El libro, no obstante, se dirige sobre todo, a los que realizan una actividad sedentaria y quieren conservar una cierta forma física. Sin frecuentar gimnasios ni utilizar aparatos especiales podrán valerse de una metodología, a menudo aplicada para la preparación atlética de las diferentes disciplinas, que permite activar los grupos musculares, incluso estando sentados en el despacho.
En la primera parte se presentan las nociones generales que permitirán al lector conocer todo lo que le interesa y no quedarse en la práctica mecánica de los gestos motores. Están descritas las posiciones fundamentales para la correcta ejecución de los ejercicios, que es indispensable para evitar errores, que perjudiquen la eficacia del programa de entrenamiento, y útil para conocer el método de calentamiento y de relajación, aconsejado para realizar un trabajo muscular completo.
En la segunda parte se proponen ejercicios al alcance de todos, que han sido estudiados para conseguir una mejora en la condición física general en cualquier situación. Estos son, a la vez, los ejercicios que pueden realizarse ocasionalmente y en muy poco tiempo, para tonificar los músculos: mientras estamos esperando el autobús, por ejemplo, podemos contraer los glúteos, manteniendo tensas las piernas durante algunos segundos; de pie o sentados, en casa o en el trabajo, podemos realizar algunas contracciones que ayudan a tonificar el abdomen.
También están los ejercicios que pueden resultar útiles en circunstancias especiales, como los de calentamiento, aconsejados para la preparación del movimiento, o bien otros válidos para la fase final de la relajación que pueden realizarse para soltar los músculos, por ejemplo, del cuello y de los hombros; en esta zona, además, se producen tensiones y contracciones involuntarias de los músculos, provocadas por el estrés o por las posiciones mantenidas durante mucho rato, como ocurre, por ejemplo, cuando se trabaja con el ordenador.
A continuación vienen dos programas de entrenamiento específico, dirigidos a quienes desean dar continuidad a la propia actividad física, intensificándola posteriormente.
El seguimiento de la progresión gimnástica propuesta, resulta muy sencillo gracias a las fotos demostrativas, detalladamente comentadas.
En la tercera parte, por fin, se proporcionan algunos consejos sobre la alimentación, para alcanzar el bienestar psicofísico también mediante un buen planteamiento dietético.
PRIMERA PARTE
Los efectos de la actividad física
Ya los antiguos romanos decían: mens sana in corpore sano, para referirse a que un cuerpo en buen estado de salud contribuye a mantener el pensamiento activo y positivo a la vez que la mente sana.
Hoy día, este objetivo es más necesario que nunca, si se considera que las personas están sometidas a tensiones de todo tipo y a continuas exigencias que afectan a su propio equilibrio general.
Está en continuo aumento el número de personas que se dedican a realizar una actividad física, en el gimnasio, al aire libre o bien en casa, aunque los estímulos y los objetivos varían en cada una: algunas prefieren hacer ejercicios específicos, con o sin pesas, para potenciar la musculatura o bien como preparación para practicar un deporte, por ejemplo, el esquí, el alpinismo, etc.; otras prefieren potenciar el aparato respiratorio y circulatorio, practicando el jogging, favoreciendo a la vez la relajación mental.
Bienestar a cualquier edad
Una cosa es verdad: la actividad física bien realizada favorece, a cualquier edad, el bienestar psicofísico general.
Quien ha practicado un deporte desde que era joven y ha continuado realizando con los años una sana actividad deportiva, tiene seguramente menos problemas articulares, circulatorios, de sobrepeso u otros, que los que no han practicado nunca ninguna actividad física.
Para obtener este estado óptimo de salud, que se prolonga con los años, es importante considerar la natural modificación del cuerpo, de los ritmos del organismo, de las exigencias y de los hábitos, de los horarios de trabajo y de las pausas, etc.
El mejor estado psicofísico se obtiene adaptando el ritmo personal a la propia actividad y en consecuencia, desarrollando una actividad física adecuada a las posibilidades de cada uno y al propio estado físico; en el gimnasio, en cambio, deben practicarse diversas actividades, variables en cuanto a la intensidad de trabajo y de ritmo, si se escogen en base a las exigencias personales, pero, sobre todo, a las características individuales; de este modo se obtienen efectos beneficiosos para todo el organismo en su complejidad.
Los efectos de una equilibrada actividad física son:
— buen estado muscular, gracias a una mayor tonicidad de los tejidos;
— buena circulación sanguínea, gracias a la mejor irrigación y, en consecuencia, mayor oxigenación de los tejidos;
— eficacia del aparato respiratorio, dada la mayor capacidad pulmonar;
— disminución de las grasas contenidas en la sangre y por tanto disminución del riesgo de padecer arteriosclerosis;
— aumento del metabolismo basal, con mayor consumo energético y mejor control del peso forma;
— mayor bienestar psíquico, debido a la activación del sistema nervioso, manteniendo un mejor estado de humor;