Joaquim y Manel hacía tiempo que querían armar una de gorda y al final lo han conseguido. Para demostrar que hay tanta gente en el mundo que habla esperanto como sea menester, planearon circunvalar el globo terrestre en ochenta días, y lo hicieron en 79, tres horas y doce minutos. Emulando a Phileas Fogg, partieron del Club Reformista de Londres y, siguiendo siempre el rumbo este, llegaron al mismo sitio 79 días después. Por el camino, entraron en contacto con muchísimos ciudadanos del mundo que fueron contándoles sus vivencias y les ayudaron. Para hacer más atractivo el viaje se impusieron la condición de no coger ningún avión. Seguir la Ruta de la Seda constituyó también una experiencia muy interesante. En este libro narran de una manera muy fresca, llana y divertida sus aventuras cotidianas y sus reflexiones sobre la forma de vida de cada lugar que visitaron. Al leerlo, se podrá disfrutar con sus descripciones, conocer otras formas de viajar y pasar un rato divertido que es lo que, en definitiva, cabe esperar de una buena lectura.
Manel Vinyals & Joaquim Marcoval
Con el esperanto en la mochila
La vuelta al mundo en 79 días
ePub r1.0
Hoshiko 30.09.13
Título original: Amb l’esperanto a la motxila. La volta al món en 79 dies Manel Vinyals & Joaquim Marcoval, 2003 Traducción: Ramon Sala Diseño de portada: M. Vinyals y T. Marcoval Editor digital: Hoshiko ePub base r1.0
Todo lo que una persona pueda imaginar, otros lo convertirán en realidad. JULIO VERNE Un viaje de mil millas da comienzo con un paso. LAO TSE
DATOS DEL VIAJE
Coste global: | 6500 euros |
Ciudad más entrañable: | Bujara |
País más sorprendente: | Irán |
Mejores esperantistas: | China |
Mejor guía: | Vladimir-Samarcanda |
Guía más sufridor: | Wei Chi |
Número de barcos: | 4 |
Número de trenes: | 15 |
Número de autobuses: | 8 |
Peor tren: | Turkmenistán |
Mejor tren: | Eurostar de Londres a París |
Mejor autobús: | Irán |
Peor autobús: | de Ynin a Urumchi |
País con mejor información turística: | EE UU |
Total de días viajados: | 80 |
Total de días del viaje: | 81 |
Trayecto más caro: | cruzar el Atlántico |
Hotel más caro: | en París, 60 euros |
Comida más barata: | en Lanzhou, 0,25 euros |
Kubilai Kan, el emperador mongol, entregó a Marco Polo una bola de madera de sándalo, decorada con extraños dibujos.
—Un persa llamado Jamal al-Din, me la trajo. ¿Sabes qué es? —Es una pieza muy hermosa, Gran, Señor; jamás he visto otra igual.
—Y, sin embargo, la recorres cada día de tu vida y no la abandonarás hasta el día de tu muerte. ¡Es la Tierra!
Atónito, Marco miró a Kubilai sin comprender nada.
—Es un globo terrestre —explicó Kubilai—, extraordinario, ¿no es cierto? —Pero esto es un juego de ingenio, Gran Señor; la Tierra es plana.
—¿Estás seguro, Marco? Eres un gran viajero, por lo tanto deberías saberlo.
—En mi país, se afirma que los confines del mundo están poblados por bárbaros.
—Olvidas que el bárbaro aquí, eres tú.
—Sin duda, Gran Señor. A pesar de ello, he cabalgado semanas, meses, años enteros y siempre he visto que la Tierra era plana, incluso cuando la observaba desde la cima de las más altas montañas.
—No me preguntes qué prodigiosos cálculos han hecho los persas hasta llegar a construir este globo. Sostienen que si pudiéramos ascender lo suficiente en el cielo, la Tierra se vería así.
Marco sonrió estupefacto. Se quedó pensativo y dijo:
—Gran Señor, si lo que decís fuera cierto, significaría que si una persona cabalgase o navegara en la misma dirección el tiempo suficiente…
—… regresaría al punto de partida —concluyó Kubilai—, entusiasmado.
Fragmento del libro Marco Polo , por MURIEL ROMANA
PRESENTACIÓN
EL PORQUÉ DE TODO
¿Cuántos esperantistas hay en el mundo? ¿Quién habla el esperanto? Preguntas difíciles de contestar por lo que tiene de difícil demostrar cuánta gente habla una lengua que no tiene un Estado, ni es utilizada normalmente en el ámbito de los negocios. ¿Cómo saber cuántas personas hablan inglés en China o Turquía, por ejemplo? ¿Cómo averiguar cuántas hablan español fuera de los países en donde es la lengua oficial? Pueden hacerse aproximaciones a partir de cursos o estadísticas que quizá aproximen las cifras a la realidad.
Al hablar del esperanto todo esto se hace más difícil, porque no tiene un estado que lo proteja, no se hacen estudios estadísticos, ni se puede realizar un control de los cursos que se realizan, puesto que al ser un idioma fácil, la mayoría de personas lo aprenden por sí solos. Dados estos antecedentes, el mejor modo de despejar preguntas era demostrando que en el mundo hay tantas personas que hablan esperanto como se puedan necesitar y que, además, son personas especiales, para quienes dar y socorrer está por encima de recibir.
No queremos aquí hacer proselitismo de ninguna idea sectaria o de un idealismo utópico, ni pedimos que, por el bien de la humanidad, la gente se ponga a estudiar esperanto. No es éste el motivo de este libro; pretendemos únicamente divertir con las historias del gran viaje y de la meta alcanzada. Muchos han sido los motivos; el esperanto el que más nos ha gratificado, puesto que sin su ayuda no habríamos conseguido nuestro objetivo. Y creed que es cierto: es una lengua tan fácil y de un empleo tan sencillo, si se compara a la lengua inglesa, que sólo por eso ya vale la pena de ser tenida en cuenta.
Una de las primeras ideas nos la proporcionó Manuel Leguineche, quien en el año 1988 publicó un delicioso libro titulado La vuelta al mundo en 81 días , en donde narraba con una extraordinaria viveza, prueba de su maestría narrativa, lo difícil que le resultó dar la vuelta al mundo en nuestros días, dada la dificultad para encontrar barcos, los problemas con los visados y el paso de fronteras, los horarios, etc. Un viaje alrededor del mundo en 80 días es muy difícil de organizar y dudamos de que sea aconsejable marcarse un plan en el que todo esté previsto; quizá sea mejor no ganar la apuesta por algún problema técnico que renunciar al reto de vivir el viaje día a día. Leguineche contó con la ayuda de un gran número de amigos, además de con su experiencia en viajar por todas las partes del mundo; nosotros decidimos aprovechar la red de esperantistas, dispuestos a suplir la inexperiencia con buena voluntad y mucho empuje, esperando que la suerte nos favoreciera.
El esperanto
La primera gramática del esperanto fue publicada en 1887 por el oculista y lingüista judío polaco Ludwik Lejzer Zamenhof. Su lugar de nacimiento, poblado por judíos, polacos, alemanes y rusos, le hizo pensar, desde niño, en un idioma universal que permitiese a los distintos pueblos relacionarse entre sí, conservando su lengua materna. Arrancando de diversos estudios sobre las lenguas que conocía, y siguiendo los criterios de facilidad, lógica y simplicidad, construyó los cimientos básicos de una lengua planificada, adelantada a su tiempo, que acabaron perfilando el uso continuado que de ella han hecho los esperantistas a lo largo de los años.
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