Fuentes de información
Guía básica y nueva clasificación
Rosana López-Carreño
Director de la colección: Javier Guallar
Diseño de la colección: Editorial UOC
Diseño de la cubierta: Natalia Serrano
Primera edición en lengua castellana: junio 2017
Primera edición en formato digital (epub): diciembre 2017
© Rosana López-Carreño, del texto
© Editorial UOC (Oberta UOC Publishing, SL) de esta edición, 2017
Rambla del Poblenou, 156
08018 Barcelona
http://www.editorialuoc.com
Realización editorial: dâctilos
ISBN: 978-84-9116-901-7
Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño general y la cubierta, puede ser copiada, reproducida, almacenada o transmitida de ninguna forma, ni por ningún medio, sea éste eléctrico, químico, mecánico, óptico, grabación, fotocopia, o cualquier otro, sin la previa autorización escrita de los titulares del copyright.
Autora
Rosana López-Carreño
Profesora titular de la Facultad de Comunicación y Documentación de la Universidad de Murcia. Diplomada, licenciada y doctora en Documentación. Actualmente dirige la revista Anales de Documentación.
A QUIÉN VA DIRIGIDO ESTE LIBRO
Este libro te interesa si quieres saber:
Cuál es la evolución de la bibliografía y su absorción en el concepto de fuentes de información.
Cómo se pueden replantear las clasificaciones clásicas de fuentes de información.
Cómo se pueden clasificar las fuentes de información en función de la necesidad informativa del usuario.
Qué tipología de fuentes de información se incluyen en cada categoría, con independencia del modo de acceso o del tipo de contenedor de los datos o informaciones.
Cuáles son los ejemplos más representativos de cada uno de los tipos de fuentes.
Índice
PRESENTACIÓN
Fuentes de información es un concepto demasiado amplio y arduo de tratar cuando pretendemos encuadrarlo desde una perspectiva enciclopédica o generalista. Es por ello que, en función de nuestra necesidad informativa, solemos acotar la localización e identificación de dichas fuentes de información dentro de una temática concreta.
El concepto ha sido tratado desde diferentes prismas y contextos durante siglos, primero bajo la denominación de bibliografía y limitado a las ediciones impresas de manuscritos, generalmente en forma de libros, y después condicionado por los avances técnicos, tecnológicos y editoriales de la producción informativo-documental.
La transformación constante de las fuentes de información ha ocasionado así distintas clasificaciones acordes a las necesidades de cada momento. Siguiendo esta dinámica, consideramos que en la actualidad es necesario un nuevo replanteamiento en su clasificación y definición, con el fin de evitar posibles confusiones u obsoletos tratamientos.
En este libro se intenta abordar la compleja tarea de la definición y la clasificación de fuentes de información, desde una visión académica, pragmática y acorde a las exigencias del resto de disciplinas hacia las ciencias de la documentación en el contexto actual, determinado por las tecnologías de la información y su edición.
En el primer capítulo se hace un análisis de la transformación de la materia Fuentes de información desde la perspectiva académica y cómo se ha ido adaptando a las exigencias sociales y tecnológicas.
En el segundo capítulo se establecen novedosas clasificaciones de fuentes de información en base a las necesidades informativas (en un primer orden), al tipo de almacenamiento de la información y al tipo de acceso de la misma, dejando atrás las clásicas clasificaciones de fuentes de información empleadas hasta la actualidad y que creemos que quedaban superadas por la realidad informativa contemporánea, hecho que se materializa a modo de ejemplificación en el siguiente capítulo, «Fuentes de información especializadas en educación y medicina».
En los sucesivos capítulos se desarrollan las fuentes de información de primer orden y que responden a la necesidad informativa de tipo académico científica, terminológica, institucional, estadística y social, normativa y técnica o histórica y geográfica.
Por último, se incluye un glosario de los términos más destacados, así como un índice analítico de las fuentes de información citadas a modo de ejemplo; esta herramienta constituye una valiosa fuente de información en sí misma.
Capítulo I
¿BIBLIOGRAFÍA O FUENTES DE INFORMACIÓN?: DIVERGENCIAS TERMINOLÓGICAS Y CONCEPTUALES
Es curioso comprobar que un término tan utilizado como fuentes de información sea capaz de concentrar un número importante de divergencias conceptuales y terminológicas. La diversidad la encontramos en el empleo del término en especificaciones de materias (por ejemplo, Fuentes de información especializadas) o por otro lado, en el empleo del término en especificaciones conceptuales, como bibliografía o fuentes de información bibliográficas, una cuestión cuya importancia debe tenerse en cuenta y que conviene matizar con el fin de evitar confusiones.
En la universidad española, los primeros planes de estudio de Biblioteconomía y Documentación se establecieron a partir de la ] que fijaba las directrices de los planes de estudio de las escuelas universitarias de Biblioteconomía y Documentación. En dicha disposición aparecen unidos los términos de bibliografía y fuentes de información, especificados en las asignaturas Bibliografía I: Introducción a las fuentes de información y Bibliografía II: Bibliografía general y especializada, recayendo principalmente el peso de la materia en la bibliografía.
En el ] de 30 de agosto, por el que se establecía el título universitario oficial de diplomado en Biblioteconomía y Documentación, entre las directrices generales se establecía como materia troncal de obligatoria inclusión Bibliografía y fuentes de información. En esta materia se debían tratar la naturaleza, función y tipología de las fuentes documentales (tanto generales como especializadas), el estudio histórico y evolutivo de la bibliografía, la historia del libro impreso, los repertorios bibliográficos y la metodología de su elaboración. En esta descripción temática se evidencia una mayor relevancia del concepto bibliografía frente al de fuentes de Información ya que se incide, en primera instancia, en la importancia de la identificación de los libros para la práctica bibliotecaria.
La norma de 1991 fue modificada a mediados de los años noventa, propiciando del mismo título una segunda generación de planes de estudios de diplomado en Biblioteconomía y Documentación. Por regla general, en este nuevo contexto se dividió la materia en dos asignaturas: Fuentes de información generales y Fuentes de información especializadas, en las que el término bibliografía desaparece de su denominación. Esta circunstancia es consecuencia del desarrollo tecnológico que ya por entonces venía propiciando la generación y disposición de una ingente cantidad de fuentes de información no exclusivamente de carácter bibliográfico. Esto requería de una perspectiva de estudio y conocimiento más global en la práctica documentalista.