NUEVAS MISERICORDIAS / Paul David Tripp
© 2015 por Poiema Publicaciones, publicación electrónica
Traducido con el debido permiso del libro New Morning Mercies: A Daily Gospel Devotionals © Paul David Tripp, 2014, publicado por Crossway. Traducido por Giancarlo Montemayor. Revisado por Patricia Cardona.
Las citas bíblicas han sido tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional (NVI) ©1999 por Biblica, Inc. Usada con permiso. Todos los derechos reservados a nivel mundial. Todos los énfasis en cursiva aplicados a los textos bíblicos han sido añadidos por el autor. Las citas bíblicas marcadas con la sigla RVC han sido tomadas de la versión Reina Valera Contemporánea ©2009, 2011 por Sociedades Bíblicas Unidas; las marcadas con la sigla RV60, de la versión Reina Valera ©1960 por Sociedades Bíblicas en América Latina, renovada en ©1988 por Sociedades Bíblicas Unidas; las marcadas con la sigla NBLH, de la Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy ©2005 por The Lockman Foundation, texto derivado de La Biblia de las Américas (LBLA) ©1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation.
Las letras de las siguientes canciones e himnos son citadas en el devocional:
“Great Is Thy Faithfulness! [¡Oh, Tu fidelidad!]”, por Thomas O. Chisholm (© 1923, renewal 1951, Hope Publishing Co., Carol Stream, Ilinois 60188). (Introducción).
“Joy to the World! The Lord Is Come [¡Al mundo paz; nació Jesús!]”, por Isaac Watts, 1719. (Abril 11).
“Not In Me [No en mí]”, letra y música por Eric Schumacher y David L. Ward, © 2012 por ThousandTounges.org. Usado con permiso. (Septiembre 19).
“Come, Thou Fount of Every Blessing [Fuente de la vida eterna]”, por Robert Robinson, 1758. (Diciembre 6).
“Thou Didst Leave Thy Throne and Thy Kingly Crown [Tú dejaste tu trono]”, por Emily Elizabeth Steele Elliot, 1864. (Diciembre 21).
Prohibida la reproducción total o parcial de este libro por cualquier medio visual o electrónico sin permiso escrito de la casa editorial. Escanear, subir o distribuir este libro por Internet o por cualquier otro medio es ilegal y puede ser castigado por la ley.
Poiema Publicaciones
www.poiema.co
SDG
Contenido
Ben, me pediste
que fuera tu mentor
y terminaste siendo un colega esencial.
¿No es así como nuestro Dios trabaja?
introducción
Todas las mañanas “tuiteo” tres pensamientos sobre el evangelio. Es decir, publico tres breves pensamientos sobre la fe cristiana en la red social llamada Twitter. Mi meta es confrontar y consolar a la gente con las verdades transformadoras del evangelio de Jesucristo. Mi deseo es que la gente vea que la gracia del evangelio no busca cambiar los aspectos religiosos de nuestras vidas; más bien busca cambiar todas las cosas que nos definen y nos motivan. Mi intención es que las personas vean el evangelio como una ventana a través de la cual podemos ver todo en la vida.
Por la gracia de Dios, estos tuits han sido bien recibidos, e incontables personas me han animado a usar esos pensamientos como la base de un libro de devocionales, con 365 meditaciones sobre las verdades del evangelio expresadas en esos tuits. El libro que sostienes en tus manos es mi respuesta a esas solicitudes. Cada lectura diaria comienza con uno de mis tuits sobre el evangelio, un tanto editados, seguidos por una breve meditación.
Sentarse a escribir 365 devocionales es una tarea abrumadora. Mi disposición a hacer esto no tenía su raíz en mi orgullo o en mi habilidad como autor, sino en mi confianza en la anchura y profundidad del evangelio de Jesús. Al comenzar a escribir, me entusiasmaba hacer algo de espeleología espiritual: me adentraba en las cavernosas profundidades de la fe que tanto amo. Hice esto, no tanto como un experto, sino como un peregrino, un explorador. Me senté a escribir, no pensando que ya dominaba el evangelio, sino que había evidencia en mi vida de que necesitaba ser dominado por el mismo mensaje de gracia que sostiene todo mi ministerio.
Ahora, debo ser honesto: No escribí este libro solo para ti. ¡No! También lo escribí para mí. No hay ninguna realidad, principio, observación, verdad, mandamiento, ánimo, exhortación o reprimenda en este devocional que yo no necesite en mi vida. Yo soy como tú; la familiaridad con el evangelio causa que no atesore a Cristo como debería. Al familiarizarme más y más con los temas de la gracia, soy más propenso a no asombrarme con ellos como en un principio. Cuando las realidades maravillosas del evangelio dejan de llamar tu atención o de capturar tu devoción, ten por seguro que otras cosas de tu vida lo han hecho. Cuando dejas de celebrar la gracia, comienzas a olvidar lo mucho que la necesitas; y cuando olvidas cuánto necesitas la gracia, dejas de buscar el rescate y la fuerza que solo la gracia te puede dar. Esto quiere decir que comienzas a verte a ti mismo como más justo, más fuerte y más sabio de lo que realmente eres y, al hacer esto, ten por seguro que te diriges al peligro.
Entonces, este devocional tiene el propósito de hacerte recordar. Es un llamado a recordar el horrendo desastre del pecado. Es un llamado a recordar a Jesús, quien tomó tu lugar. Es un llamado a recordar el regalo de Su justicia. Es un llamado a recordar el poder transformador de la gracia que tú y yo nunca podríamos merecer. Es un llamado a recordar el destino garantizado para todos los hijos de Dios que han sido comprados por la sangre de Su Hijo. Es un llamado a recordar Su soberanía y Su gloria. Es un llamado a recordar que estamos peleando una guerra espiritual; aun para esto necesitamos de Su gracia.
El título de este devocional no es solo una referencia a la forma como la Biblia habla sobre la gracia de Dios (Lamentaciones 3:22-23); también es una alusión al famoso himno que, en mi opinión, deberíamos entonar todos los días.
“¡Oh, Tu fidelidad! ¡Oh, Tu fidelidad!
Cada momento la veo en mí;
Nada me falta, pues todo provees,
¡Grande, Señor, es Tu fidelidad!”.
Una de las realidades más asombrosas de la vida cristiana es que, en un mundo donde todo está en algún estado de descomposición, las misericordias de Dios nunca decaen. Nunca se agotan. Nunca son inapropiadas. Nunca se consumen. Nunca se debilitan. Nunca se cansan. Nunca dejan de saciar la necesidad. Nunca decepcionan. Nunca, nunca fallan, porque son nuevas cada mañana. Las misericordias de nuestro Señor son hechas a la medida de los retos, las decepciones, los sufrimientos, las tentaciones y las luchas internas y externas contra el pecado. En ocasiones son:
Misericordias que inspiran reverencia
Misericordias que corrigen
Misericordias que fortalecen
Misericordias que dan esperanza
Misericordias que exponen el corazón
Misericordias que liberan
Misericordias que transforman
Misericordias que perdonan
Misericordias que revelan la gloria de Dios
Misericordias que iluminan con la verdad
Misericordias que dan valentía.
Las misericordias de Dios no vienen en un solo color; vienen en todos los colores posibles del arcoíris de Su gracia. Las misericordias de Dios no son el sonido de un solo instrumento; son una sinfonía de la orquesta de Su gracia. La misericordia de Dios es general; todos Sus hijos disfrutan de ella. La misericordia de Dios es específica; cada hijo recibe la misericordia que ha sido diseñada para Su necesidad particular en un determinado momento. La misericordia de Dios es predecible; es una fuente que nunca para de fluir. La misericordia de Dios es impredecible; viene a nosotros de formas sorpresivas. La misericordia de Dios es una teología radical, pero es más que una teología: Es vida para todo aquel que cree. La misericordia de Dios es el mayor consuelo, pero también es un llamado a una nueva forma de vida. La misericordia de Dios en verdad cambia todo para siempre en la vida de quien la recibe.