Mario Guerra - Sobrevive: Una guía para mejorar tus relaciones, emociones y pensamientos durante la crisis

Sobrevive

Una guía para mejorar tus relaciones, emociones,
y pensamientos durante la crisis de la pandemia

Primera edición digital: mayo, 2020

D. R. © 2020, Anamar Orihuela, Eduardo Calixto y Mario Guerra

D. R. © 2020, derechos de edición mundiales en lengua castellana:
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ISBN: 978-607-319-545-4

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¿Buena suerte, mala suerte?

Anamar Orihuela

Si alguien nos hubiera dicho al principio de este año 2020 que viviríamos muchos días de incertidumbre por el coronavirus, jamás lo hubiéramos creído. Nos hubiera parecido una invención de locos, de esas personas con ideas apocalípticas que nada que ver con la realidad. Si nos hubieran advertido que en unas semanas la humanidad entera estaría enfrentando un virus que nos llevaría a todos a refugiarnos en nuestras casas, sin salir de ellas, que todo lo conocido cambiaría, que toda la actividad económica pararía, que miles de personas iban a morir, que estarías días encerrado en tu casa con tu mujer, solo o sola, con tus hijos, con tus padres, etcétera, no hubieramos dado crédito de que algo así pasara y hubiéramos pensado que sólo en las películas de ciencia ficción podrían darse esas historias.

Pero no, esto no es una película y se ha convertido en nuestra realidad. A través de este texto quiero invitarte a que hagamos juntos una reflexión sobre la relación que tienes con las personas con las que te estás encontrando o reencontrando en este momento y con las que a pesar de vivir juntos o ser de tu círculo más íntimo, nunca pasas tantas horas, días y semanas en el mismo espacio y sin ninguna distracción.

Podemos irnos de vacaciones y pasar días juntos, pero esto implica tener muchos pasatiempos, cosas por resolver y actividades nuevas; pero en tu casa, en las mismas cuatro paredes, después de tantos días, empieza a surgir lo que hay muy en el fondo y que es importante observar, entender y tratar de aprender.

Las personas con las que compartes esta cuarentena son tu primer círculo de intimidad, entiendo que muchos lo están pasando solos y esto también es un reto enorme, pues estás ante ti, y así como en pareja o en familia empiezan a surgir rasgos poco conocidos de las personas, en la relación con nosotros mismos empezamos a encontrarnos con partes nuestras que nos invitan a conocernos y a lidiar con lo que somos.

Quiero preguntarte: tú que estás viviendo tu cuarentena en compañía, ¿te das cuenta de que las personas con las que estás hoy son tu núcleo de mayor intimidad? Y con esto quiero decir que son tu primera línea de afecto, compañía, protección, lo que ves en ellos es el reflejo de tu capacidad relacional, porque esto es lo más íntimo que construyes en tus relaciones. Lo verdadero de tus relaciones está aquí, en tu pareja, en tu día a día con tus hijos, con tus padres, con amigos, con las personas que por alguna circunstancia estás hoy compartiendo tantas horas y momentos de cambios e incertidumbre. Quiero que te des un momento para valorar esto.

Ahora, como psicoterapeuta, te diré lo que hago cuando un paciente enferma: observo qué le impide hacer el padecimiento, pues la enfermedad suele ser la vía en que la persona encuentra un equilibrio en algo que estaba fuera de él. Por ejemplo, si mi paciente ha estado muy autoexigente y empieza a tener una fuerte gastritis, eso le impide seguir con su forma de vida y entonces su cuerpo le indica que necesita parar y bajar el ritmo; su gastritis le pone un límite. Todo lo que llega a nuestra vida es producto de un efecto mariposa, de una matemática perfecta, nada está fuera de lo que debe porque en la ley de la vida o el karma, todo lo que se siembra se cosecha. Pero, ¿a qué voy con todo esto? Pienso que, si el coronavirus es una enfermedad para la humanidad, ¿a dónde nos lleva? ¿Qué nos impide hacer? ¿A qué le debemos poner un límite? Hay que preguntarse también qué clase de equilibrio quiere reestablecer esto en cada uno de nosotros, y esto aplicado a tus relaciones, ya sea en la relación contigo o en la relación con los demás. ¿Qué estás aprendido hoy frente a tus relaciones o frente a ti mismo?

Creo que hay algo que a todos nos pega y nos duele en la vida, y eso es la incapacidad que de pronto tenemos para relacionarnos sanamente, para construir relaciones verdaderas con las que puedas contar en distintos momentos de la vida. Hay muchas personas que eligen estar solas porque han encontrado mucho dolor en la relación con los demás, y de alguna manera prefieren no ponerse en riesgo al relacionarse con otros, pero lo que es un hecho es que venimos a aprender a relacionarnos y evolucionamos a través de las relaciones que construimos.

Siempre digo que todos somos muy sanos solos, o sea que podemos pensar que todo está bien en nosotros hasta que un fulanito o fulanita nos pone un espejo de aspectos que están en nosotros y que sólo podemos ver cuando tenemos otro que nos lo refleje.

En China, ahora que empieza a reestablecerse la vida social, por decirlo de esta forma, hay muchas parejas que han pedido el divorcio, ya que el encierro puso a prueba su relación y lo que une a las personas. Pienso que una de las cosas que llama mi atención de esto que vivimos es que el virus nos puso frente a lo fundamental, frente a lo verdadero: nuestra salud, nuestras relaciones, nuestros recursos internos para enfrentar la situación y tratar de regular nuestra crisis.