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Riega los árboles frutales y no las espinas.
Jalaluddin Rumi
INTRODUCCIÓN
Un problema es una circunstancia que nos dificulta o impide alcanzar un objetivo. La etimología de la palabra nos da la connotación de que es algo puesto delante de nosotros que debemos resolver o darle solución. Entonces, los problemas no son algo con lo que se tenga que vivir y mucho menos que convenga empeorar; están para desenredarse y no enredarse más.
El problema es que no pocas veces, por buscar la solución, complicamos más la situación. Nadie hace esto de manera consciente, pero sucede con frecuencia. A veces complicamos las cosas por hacer de más, cuando deberíamos hacer menos y viceversa. Otras veces nos complicamos creyendo que una circunstancia de la vida es un problema y nos topamos con lo imposible: resolver lo que no tiene solución. Simplemente no hay que solucionarlo todo, sino adaptarse a ello. En otras ocasiones, la solución se complica porque vemos el problema desde ángulos extremos y eso nos impide verlo en su totalidad. Necesitamos percibir la situación como realmente es para determinar si en realidad es un problema y, dado el caso, cómo resolverlo. Esto no es posible si fragmentamos la realidad. Otra manera de complicarnos la vida es creer que no tenemos capacidad para resolver problemas o sentir que debemos resolverlos todos. De una u otra manera, todos tenemos la capacidad de mirar un problema y pensar en su posible solución, sólo que a veces dudamos de nosotros y creemos que la solución no es buena o inteligente. No pocos nos complicamos la vida porque en vez de resolver un problema, dejamos que se haga viejo o se expanda por no resolverlo a tiempo. Nos cuesta mucho decir “basta” y más aún, actuar con firmeza para sostener esta palabra.
Este libro habla de todo eso. De las cosas que hacemos y dejamos de hacer, de las que creemos y de cómo todo eso puede complicarnos la vida. Hacer una lista exhaustiva de todos los problemas humanos no tiene caso, porque lo que para uno es un problema, para otro no lo es, incluso lo ve como ventaja. Mi intención es abordar grandes temas que son la raíz de muchos problemas. La idea entonces es precisamente poner el problema delante para mirarlo y resolverlo. Esto es como hacer consciente lo inconsciente y darnos cuenta de lo que pasa y si contribuimos a solucionar o complicar un problema. Mis dos primeros libros: Los claroscuros del amor y En el mismo barco , hablan de relaciones de parejas, en ambos hice notar que no todos los problemas en una relación nacen a partir de ella, “como si fueran hijos disfuncionales”. Mucho de lo que nos pasa deriva de cosas que venimos cargando hace muchos años y que ya es hora de resolver con más conciencia y responsabilidad.
Nuestros problemas son nuestros, en eso no cabe duda, pero sus efectos pueden tocar otras vidas o al menos complicar la nuestra. La filosofía budista dice que lo que todos los seres buscan es “ser felices y dejar de sufrir” y no puedo menos que estar de acuerdo con esto. Ése es el “para qué” de este libro: una propuesta para desenredar el pensamiento identificando sus nudos. Puedes hojear el índice e ir directamente a la sección que más te atraiga o con lo que más te identifiques, aunque la estructura que le he dado hace que un capítulo sea la base del siguiente. Pero no importa cómo decidas leerlo y releerlo, lo que importa es que mantengas tu mente abierta a nuevas posibilidades. Si hemos desarrollado el dudoso talento de complicarnos la vida, seguramente ese patrón tenderá a hacernos recaer mientras transitamos el camino del cambio. Es normal, por eso también es conveniente que pienses en la palabra perseverancia. Si no es este libro, será otro o quizá un terapeuta, un proceso de introspección o una combinación de todo esto lo que te ayude a resolver tus problemas internos; de lo que tienes que estar seguro o segura es de que, sin importar cuáles son tus problemas, siempre hay manera de evitar complicarte la vida con ellos y finalmente resolverlos.
Algunos de los ejercicios están acompañados
de un audio para hacer más fácil tu proceso.
Podrás encontrar los ejercicios guiados aquí:
http://www.marioguerra.mx/notecompliques
Clave: sefeliz
MITOS QUE NOS IMPIDEN EL CAMBIO
Hasta que hagas consciente el inconsciente, dirigirá tu vida y lo llamarás destino.
JUNG
Todos buscamos mejorar y cambiar lo que no nos hace sentir especialmente orgullosos. Un gran problema es no saber hacia dónde dirigirnos, otro es no saber cómo hacerlo y quizá el más grande sea sostener la creencia de que cambiar no es posible. El destino es tan poderoso y real como un fantasma. La vida se construye, no es un conjunto de planos e instrucciones a seguir y nada más. Así que vamos a desenmarañar un poco el pensamiento cuestionando algunos mitos, creencias y distorsiones que nos complican el cambio. Esto es como preparar la tierra para lo que vamos a sembrar.
Lo que dejamos de preguntarnos
Cuando aceptamos sin más lo que aprendimos dejamos de cuestionarlo. Uno duda de lo que no está seguro ¿cierto? Pero qué pasaría si aquello de lo que no dudamos no fuera del todo verdad, si el supuesto saber o aprendizaje no es sino una transmisión distorsionada de creencias que empezaron y se fueron transformando en un dogma que había que creer sólo porque lo hemos escuchado muchas veces, o porque alguien a quien le otorgamos respeto o autoridad lo ha dicho. “Las certezas empobrecen”, escuché alguna vez, y lo hacen cuando uno deja de preguntarse acerca de su validez o veracidad. Nos empobrecen porque nos impiden buscar y nos llevan a la resignación pasiva o a la apatía y el conformismo de aceptar para no pensar.
Es como si nos pusieran una escenografía y nos dijeran “éste es el mundo”. Como si nos entregaran un libro y aseguraran “aquí está tu historia”, o como si nos dieran un guion para decirnos “ésta es la vida que te tocó” y nosotros aceptemos todo eso sin el menor cuestionamiento. Suena extraño, ¿no? Sin embargo, muchas veces hacemos justo eso. Dejamos de preguntarnos y de buscar soluciones para cambiar lo modificable y aprender a vivir con lo que no se puede cambiar. Vamos entonces a repasar juntos algunos mitos y creencias comunes que nos impiden avanzar. Pensemos en este ejercicio como una forma de dejar en la puerta de entrada de este libro, en su primer capítulo, algunos de los prejuicios que venimos arrastrando para así ver juntos en los capítulos subsecuentes menores cargas de resistencia y mayor apertura y flexibilidad ante un escenario de posibilidades que está en nuestras manos.