MILLI D. AUSTIN
El baño curativo
Usos de La terapia de aceites esenciales para equilibrar la energía del cuerpo
Nota al lector
La terapia a base de aceites esenciales es una práctica espiritual que sirve para eliminar limitaciones y, con ello, obtener más salud y felicidad mediante la purificación y la curación del aura o campo de energía. Esta terapia aborda otras dimensiones de la naturaleza humana con las que muchas personas del mundo occidental no están familiarizadas.
Las reacciones que pueden tener lugar como resultado de este tipo de baño pueden ser mal interpretadas fácilmente. Como consecuencia de la liberación del miedo o la angustia tal vez broten en la piel marcas, manchas, ronchas raras de forma geométrica, salpullidos, o en casos extremos, erupciones. Si aparecen y son dolorosas salga del baño inmediatamente y reduzca la concentración de los aceites esenciales en el siguiente baño. Lea y siga las instrucciones referentes al baño en general, así como las personales, que normalmente reducen al mínimo este tipo de reacciones, pero no garantizan que no aparezcan. No empiece la terapia de aceites esenciales hasta que no acabe de leer todos los capítulos de este libro.
Esta obra pretende ser una guía informativa. Los remedios, métodos y técnicas que se describen en él tienen la intención de ser un complemento, y no un sustituto, del tratamiento médico profesional. No deben usarse para tratar enfermedades graves sin la consulta previa con un especialista.
Las instrucciones de este libro deben seguirse al pie de la letra. Si las fórmulas son más fuertes de lo deseado, divídanse a la mitad y continúese el tratamiento. Se recomienda tomar el baño bajo la supervisión de un experto. Las personas con problemas de salud, las embarazadas y las muy débiles no deben tomar los baños.
Este trabajo se dedica a la curación de la parte sutil e intangible del ser humano, que influye y condiciona directamente el cuerpo físico. Cuando se produce una curación dentro del campo de energía, se produce la curación en el nivel físico.
Introducción
De una manera o de otra, todo lo que me ha pasado en la vida ha culminado y se ve reflejado en la terapia de aceites esenciales. Siempre tuve la sensación de urgencia, la necesidad de “cumplir mi misión”, aunque no supiera exactamente qué significaba ese sentido de misión. ¿Quién hubiera pensado que el que yo fuera una mujer de negocios me proporcionaría las herramientas y la dirección? Desde luego que ese no es el camino más común para la creatividad espiritual. Aun así, fue mi experiencia en el mundo comercial la que me impulsó al camino de la espiritualidad y finalmente me condujo a ordenarme como ministro de la iglesia.
En 1975 me nombraron directora de relaciones públicas de una sociedad mundial de yoga. Durante ese año pasé algún tiempo en las Bahamas y viajé por todo el continente norteamericano, escribiendo artículos para los periódicos, dando entrevistas por radio y televisión y asistiendo en la promoción y la realización de los eventos. Fue un año fascinante, un caleidoscopio de eventos especiales, grupos masivos de gente, personajes y maestros espirituales.
En el mundo occidental el tratamiento de las enfermedades se dirige al cuerpo físico. Esta técnica occidental se ha ido arraigando en la mente del público. Pero la medicina occidental se dirige únicamente a los síntomas físicos de la enfermedad y no a su causa espiritual o emocional.
La medicina preventiva es el fundamento del enfoque oriental para la buena salud. No sólo señala prácticas sanitarias normales, sino que reconoce siete cuerpos, seis de los cuales son campos de energía que se intercalan en el cuerpo físico y se extienden unos cuantos centímetros fuera de él. La naturaleza espiritual de la humanidad, el alma, está incluida en el arte curativo. De hecho, es su aspecto central o medular.
No es posible entender la terapia de aceites esenciales enfocando únicamente el cuerpo físico. Al interpretar los efectos de los aceites esenciales hay que considerar al ser humano en su totalidad. De otro modo, habrá malentendidos o lagunas en la interpretación.
Gracias a las observaciones y a mis experiencias personales en los ashrams, adquirí el conocimiento que me permitió entender la naturaleza de las enfermedades. Mis muchos años de estudio intenso y de práctica espiritual culminaron con el desarrollo de la terapia de aceites esenciales.
La energía de un ashram no puede predecirse, sobre todo por una persona que nunca haya visitado a uno. Antes de mi primera visita a un ashram me imaginé que allí viviría en un ambiente tranquilo, en el que todo el mundo sería cariñoso, amable, comprensivo y que me apoyaría. Entonces no conocía aún la dinámica de la energía espiritual y los efectos catalíticos que ejerce sobre las personas.
Tuve la oportunidad de observar esta dinámica en cuatro ashrams y en numerosos centros de Canadá y Estados Unidos. La gente acudía en busca de descanso y renovación. Llegaba con una energía acelerada y en tensión, y su rostro reflejaba su tensión interna. Resultaba fácil detectar a quienes acababan de llegar.
Al cabo de unos días, la tensión y el estrés cedían. En un ashram, las energías catárticas y purificadoras que se logran gracias a la meditación y las prácticas espirituales continuas, afectan a quienes entran al campo energético. Se comienzan a purgar las toxinas emocionales y mentales al sumergirse en un ambiente menos tóxico y más lleno de luz. Esto, combinado con la meditación, los ejercicios de respiración, uná dieta saludable y los ejercicios diarios de yoga, provoca una notable respuesta depuradora.
De ninguna manera estaba preparada para ello y me pareció que muchos de los anfitriones y algunos estudiantes que asistieron al entrenamiento para ser maestro de yoga se comportaban de forma irracional, desorbitada o con demasiada intensidad emotiva.
Yo también asistía a dicho entrenamiento por primera vez. El curso duró seis semanas y culminó con la graduación y la obtención del certificado de maestro de yoga de todos los miembros de la clase que asistieron de principio a fin.
Durante un año de experiencia práctica, aprendí a comprender la dinámica de la energía que ocasiona la depuración espiritual y la reacción que suele darse al principio del proceso de purificación. A veces parecía que algunas personas estaban a punto de deshacerse, aunque tanto los que ya estaban acostumbrados como los maestros se lo tomaban con calma.
Lo que aprendí durante esta experiencia tuvo un valor incalculable. Me dio la oportunidad de observar que los traumas se guardan en lo más profundo de la memoria y que la mayoría de la gente casi no se da cuenta del peso emocional y mental que soportan día con día.
Dentro del yoga existen tradiciones de miles de años y métodos prácticos para la depuración espiritual. Nadie se preocupa demasiado si algún maestro o invitado tiene una explosión emotiva o una crisis de curación. Hubo momentos en los que pensé que sería útil que hubiera algún consejero o terapeuta capacitado a disposición de los que lo desearan, pero la comprensión profunda de la naturaleza humana forma parte de la filosofía del yoga. Los ejercicios espirituales son muy eficaces. Requieren de una disciplina diaria y de una serie de rituales que sirven para estabilizar y fortalecer a lo largo de este camino interior hacia el autodescubrimiento.
Gracias a mi experiencia personal y a la observación y la convivencia con estas personas, supe de los efectos ocultos de las vidas anteriores y de qué manera se muestran. Aprendí acerca de la purificación, conocí los diferentes niveles que hay que explorar y cómo nos afectan. Esto me abrió un mundo nuevo que no había conocido antes por mi educación cristiana y que me proporcionó muchas de las respuestas que buscaba. Mientras nos dirijamos a las figuras de autoridad para resolver las cuestiones que se nos plantean, no llegaremos a conocer la sabiduría de nuestro ser interior.
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