Haz tus propios aceites esenciales de plantas
El Uso de Hierbas para una Óptima Salud
A mber Richards
Tabla de Contenidos
Traducido por Marcela Gutiérrez Bravo
“Haz tus propios aceites esenciales de plantas”
Escrito por Amber Richards
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Traducido por Marcela Gutiérrez Bravo
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C uidar de nuestra salud es un importante objetivo en la vida. Cualquiera que haya enfrentado retos de salud sabe que nunca debe darse por sentado. Algunas estrategias de aprendizaje y métodos que pueden ayudarnos a alcanzar niveles óptimos de salud no sólo nos beneficiaran ahora, sino que seguramente en años posteriores lo harán también, Deseamos que nuestros “años dorados” sean en los que estemos lo bastante fuertes y saludables para disfrutar, idealmente, hasta el final de nuestras vidas.
En este libro vamos a estar viendo una serie de hierbas y esencias naturales con el fin de aumentar nuestra salud en general y con suerte, superar de manera natural problemas de salud que pudiéramos estar enfrentando. Existen muchos métodos para utilizar las plantas y sus aceites, y también mostraremos como hacer tus propias esencias naturales (las cuales pueden ser caras en su compra), de plantas crudas.
Es interesante estar familiarizado con los distintos tipos de medicina que los seres humanos han desarrollado para sus congéneres desde el principio. De vez en cuando, nos encontramos regresando a la era de la medicina natural simple y ordinaria, si no es que, de hecho, no la hemos abandonado por completo. Más a menudo regresamos a esto como un último recurso, cuando alguna afección seria ha fallado en responder a toda la gama de terapias modernas. Debemos obviamente hacer lo mejor y gastar el menor tiempo si, para un número de enfermedades, lo hicimos nuestro punto de partida.
Recientes descubrimientos, tales como los que han mostrado la existencia de hormonas y principios activos antibióticos en muchas plantas y esencias, sugieren que debemos ser cautelosos de hacer juicios precipitados acerca de cómo funcionan estos medicamentos. Ahora se nos ha dado un recuento de sus acciones, a través de distintas correspondencias hormonales, tanto del cuerpo físico y la psique. Numerosos experimentos nos permiten explicar algunos tratamientos anti-edad los cuales, hasta ahora, fueron desestimados con una sonrisa – un bolsita de ajo u otras plantas, por ejemplo, las cuales nuestros antepasados utilizaban para colgar alrededor del cuello de niños plagados con gusanos, o utilizadas generalmente durante brotes epidémicos.
Y además el uso informado de plantas y esencias puede producir efectos. Los cuales para el laico aparecen casi milagrosos. Los Antiguos Egipcios ya sabían cómo anestesiar sujetos con maceraciones espesas de plantas.
Los nombres de los más eminentes investigadores, médicos, biólogos y farmacéuticos continuamente aparecen entre los autores de numerosos trabajos que se involucran con plantas y esencias naturales.
La medicina preventiva normal, la cual consiste en darle a la gente saludable medicamentos e inyecciones de productos cuyas futuras consecuencias son impredecibles, los puede hacer sentir precavidos. Más y más personas están recurriendo a métodos más naturales.
L as esencias son obtenidas usualmente por destilación de plantas, y, en el caso de la mayoría de las plantas consideradas, son generalmente prescritas en forma de gotas, perlas o cápsulas. Secciones de ajo, cebolla y manzanilla intencionalmente son separadas y prácticamente nunca son prescritas por los médicos. ¿Por qué? Esto es porque la acción de estas plantas y condimentos son, en parte, debido a sus esencias aromáticas.
Muy a menudo, un método efectivo de tratamiento involucra no más que el uso diario en la cocina de ajo, clavo de olor, salvia, romero, tomillo, ajedrea y muchas otras hierbas o condimentos. Aparte de infusiones, polvos, fumigaciones, linimentos y baños que logran sus efectos a través de los aceites volátiles que se liberan.
A pesar de los raros problemas encontrados con el uso de plantas y esencias, “los médicos y químicos se sorprenderán de la amplia gama de sustancias odoríferas las cuales pueden ser utilizadas médicamente”, escribió R. M. Gattefosse (considerado el Padre de la Aromaterapia), quien añadió “y en la gran variedad de sus funciones químicas”. Además, las propiedades antisépticas y antimicrobianas de las que actualmente se hace uso, las esencias naturales son también antitóxicas y antivirales; tiene un poderoso efecto energizante y poseen una propiedad cicatrizante innegable.
Para continuar, cuando el objetivo es analizar una esencia aromática destinada al consumo (generalmente llevan la etiqueta “puro y natural” bajo la autoridad del fabricante, cuando a menudo son adulteradas), el método cromatográfico es utilizado para examinar la sucesión de picos obtenido sobre una gráfica en movimiento. Podría esperarse que sea suficiente para comparar la curva con el tipo de imagen dada por la esencia verdaderamente pura y natural como referencia.
Ve un día a uno de esos laboratorios de control, y observarás que, junto al equipo el cual se supone infalible, está siempre una “nariz” – i. e., un hombre o mujer de habilidades altamente especializadas, quien por cada gráfica individual, siempre olfateará el vapor que se desprende. La “nariz” es el que dice “el aparato está en lo correcto”, o si no, corregirá la información dada.
En términos generales, las plantas, utilizadas en fresco o en forma de polvo, en infusiones o decocciones, internamente o externamente por medio de fumigaciones, linimentos, cataplasmas o baños, suben la expectativa, tanto a estas importantes condiciones: deben ser elegidas en el momento oportuno y en un lugar predeterminado; deben ser secadas y preservadas con destreza para mantener el polvo intacto, y deben ser utilizadas con criterio.
El uso medicinal de las esencias aromáticas, también conocidas como esencias de plantas, esencias naturales o aceites volátiles, tiene una gran tradición. Sin embargo, a pesar de mucha investigación científica, el método de acción aun no es precisamente conocido, pero no por esto se debe disminuir su valor terapéutico. En contraste con muchos medicamentos modernos, con raras excepciones, y solamente cuando se utiliza en pacientes con una predisposición especial (como una alergia), ni las plantas ni sus esencias causan repercusiones o complicaciones. Esto proporciona una excelente razón, si se necesita más, para voltear hacia ellas.
A través de los siglos, centenares desarrollaron nuevas fórmulas de plantas y recetas. Por ejemplo, los romanos cultivaron hierbas aromáticas, Egipto desarrolló compuestos embalsamadores con esencias y resinas, los griegos eran adeptos a los perfumes y Babilonia tenía baños especiales de flor de naranja para ser disfrutados.
L as esencias aromáticas son sustancias aceitosas y fragantes que pueden ser encontradas en las plantas en tal diversidad de formas: en forma de prensado (e. g. clavos), en forma de savia (laurel), en forma de separación con el uso del calor (turpetina), y hay algunos casos donde se utilizan solventes, o con deslizamiento o frotamiento (circular, aplicando masaje).
Las esencias naturales están presentes más a menudo en pequeñas cantidades comparadas con el tamaño de la planta. El método normal del procedimiento de destilación es muy similar al que se usa para en la producción de agua destilada; sin embargo, la misma agua debe ser destilada con más sustancias, puesto que si no se hace se perderá una cantidad considerable de esencia.